Barranquilla no solo es una brisa y un carnaval. También es un tambor, memoria y resistencia. El sabe bien Agustín Lao-Montes, socióloga e historiador y una de las voces más agudas del pensamiento afro-fiesta en Estados Unidos.
Durante décadas, los territorios han estado viajando en busca de un sonido de memoria Diáspora africanaY fue aquí, entre la arena de Magdalena y La Sal del Mar, donde encontró La forma inusual del archivo popular: Chop.
“Barranquilla suena como un archivo vivo”, dice Lao-Montes, que recientemente se encontraba en la ciudad participando en el presidente de los antepasados y el campo de descenso y compartiendo conocimiento en el seminario Doctorado de la Sociedad y Cultura del Caribe de la Universidad Simón Bolívar en Barranquilla.
Pero su relación con la ciudad va más allá del académico: Está casado con el poeta Barranquiller Dinah Orozco, conoce el carnaval desde adentro y aprendió a decodificar este lenguaje de sonido que une a las generaciones.
Agustín Lao-Montes de la Sociedad del Caribe y Phd de Cultura de la Universidad de Simón Bolívar. Foto:Unisimón
Lao-Montes recuerda que cuando era niño en Puerto Rico, escuché las grandes orquestas del Caribe que hablan sobre el Carnival Barranquilla como un lugar mágico. “Primero fue COrtijo y su combinación, y luego una gran combinación. Siempre decían: “Estábamos en el Carnaval Barranquilla”. Para mí fue un lugar mítico, recuerda.
Aquí hay una sólida tradición de memoria musical, placer, baile que vive en la vida cotidiana, como dice Joe Arroyo: Mar y el río
Agustin Lao MontesSociólogo-histórico
Fue una fascinación temprana que lo llevó, muchos años después, a establecer una relación profunda con la ciudad y su entorno musical. “Aquí hay una sólida tradición de memoria musical, placer, baile que vive en la vida cotidiana, como dice Joe Arroyo: mar y río”.
Picós: tecnología popular
Para Lao-Montes, una de las expresiones más sorprendentes de esta memoria activa son Picós, esas torres de sonido que aparecen en las esquinas de los populares sectores del Caribe Colombiano y que protegen, como cofres multicolores, un tesoro de canciones olvidadas en otras latitudes.
Los coreanos son uno de los picos tradicionales de Barranquilla. Foto:coreano
“Picós es un archivo común, una forma de tecnología popular que constantemente reproduce música que ya no se escucha en sus lugares de origen. Por ejemplo, escuché por primera vez en décadas Música de Jibaar Puertorriqueño. En mi tierra solo puedes escuchar en Navidad, pero aquí vive, en rotación duradera. “
Y la anécdota dice: “Por primera vez fui a San Basilio de Palenque (Bolívar), Un hombre llamado Rubén Hernández, sabio del Palenquero, me dijo: pondré algo de tu tierra natal. Pensé que iba a sonar Cortijo, y lo que puso fue a La Calandria. Estaba congelado. Me dijo: suena en Picós desde el principio. “
Resistencia al ritmo
Esta capacidad de ahorrar y renunciar al volumen es para Lao-Montes el poderoso signo de Colombia del Caribe. “Aquí Soukus africano, bomba puertorriqueña, rumba cubana, bullerengue, sos duro, champah... todo lo que coexiste. No como obras de museo, sino como parte de la vida cotidiana. “
En el Caribe colombiano, Picós envía una parada en los sectores populares. Foto:coreano
Y agrega: “Conocí a Reggaeton en Cuba, que no sabía quién era una gran combinación. Es impensable en Barranquilla. Aquí está la continuidad transgenerativa de la música popular que no estaba rota. Es una tradición viva, siempre abierta a la innovación”.
Lao-Montes insiste en que esta vitalidad no debe verse solo como una característica pintoresca, Pero como estrategia de resistencia cultural.
“En el mundo en el que se cultiva la homogeneización, la perseverancia de estos recuerdos musicales, en manos de la gente común, es un acto político. Hay una pedagogía de placer, una forma de conocimiento de baile que se canta”.
Y es por eso que celebra el papel de Picós como vehículos de esta pedagogía. “Estos no son solo equipos de sonido: son tecnologías populares de mantenimiento y transmisión. Estas son escuelas de música callejera“
Desde su perspectiva, el investigador y activista afrodiaspórico Lao-Montes cree que lo que está sucediendo en Barranquilla y Colombia Kariby debe ser examinado y repetido.
La música puertorriqueña y afroantilana sigue siendo importante en Barranquilla y en todo el Caribe colombiano. Foto:Tiempo de archivo
“Esta región es un bastión. No solo se comporta, sino que se transforma y se rinde. Es una señal de cómo la cultura afro puede sobrevivir a la lógica del olvido”.
Mientras el sol cae sobre Magdalena y la Barrera del Caribe, Barranquiller, Agustín Lao-Montes Dijo adiós cuando vino: con una sonrisa llena de sonidos, Como en su memoria y en su corazón, este Palenque se puso de pie que le recordó que las raíces no murieron donde son honrados.
En tiempos de algoritmos digitales y la carta del Caribe, siguen siendo la memoria activa. La promesa de que la música, como el alma, no es compleja: se escuchaEstá bailado, disfruta.
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Periodista de los delgans de Leonardo Herrera de El Tiemp