El equipo nacional de Colombia Femenino ha logrado avanzar a las semifinales de la Copa América 2025. Sin embargo, el desenlace del partido contra Brasil, que terminó en empate 0-0, dejó un sabor agridulce entre los aficionados y analistas. Aunque las jugadoras dirigidas por Ángelo Marsiglia tuvieron la oportunidad de jugar con un jugador más durante casi toda la segunda mitad, no supieron aprovechar esta ventaja para lograr marcar un gol que les asegurara la victoria.
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Desde el inicio del partido, el juego se presentó equilibrado, con ambos equipos manteniendo una fase de estudio en el medio del campo. No obstante, la situación cambió drásticamente en el minuto 24, cuando la brasileña Archera Lorena fue expulsada tras cometer una mano fuera del área que detuvo una clara ocasión de gol para Colombia. Este momento era clave y, desde ese punto, se esperaba que el equipo colombiano jugara de manera más ofensiva y decidida, buscando aprovechar la superioridad numérica para llevarse el triunfo. Sin embargo, eso no ocurrió.
En vez de imponer condiciones en el campo, el ‘tricolor’ mostró ineficacia en los últimos metros de la cancha, careciendo de ideas frescas en su propuesta ofensiva. Aunque lograron llegar al arco rival en múltiples ocasiones, la mayoría de sus intentos se fueron frustrados por una defensa brasileña que, a pesar de estar en desventaja, se reagrupó y se defendió con tenacidad. A pesar de la superioridad numérica y la urgencia de marcar, Colombia no logró generar jugadas que marcaran una diferencia clara en el partido.
Por su parte, Brasil, aun con un jugador menos, supo reajustar su estrategia y resistió los embates colombianos de manera efectiva. Colombia, en cambio, carecía de respuestas tácticas y mostró pocos cambios desde el banquillo que pudieran impactar el flujo del juego. El empate, si bien fue suficiente para que Colombia avanzara a la siguiente instancia del torneo, también dejó al descubierto algunas deficiencias que podrían ser perjudiciales en las fases decisivas que se aproximan.
Una vez conseguido el boleto a las semifinales, el equipo nacional colombiano debe reflexionar sobre su estilo de juego. Necesitan realizar ajustes significativos para tener una posibilidad real de competir por el título en la Copa América. La transición hacia un juego más efectivo y decisivo será crucial si realmente quieren aspirar a ser campeonas y dejar una huella perdurable en el torneo.
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