Un poderoso terremoto de Tamaño 5.8 se registró el pasado sábado en el este de Afganistán, según lo reportado por el Centro Nacional de Sismología de la India. Este evento sísmico tuvo su epicentro en una zona montañosa situada en la provincia sur de Badakhshan, a una distancia de menos de 20 kilómetros de la frontera con Pakistán. La región ha mostrado a lo largo de los años un historial significativo de actividad sísmica, lo que la convierte en un lugar de interés para el estudio de fenómenos geológicos.
En este momento, No se ha informado de víctimas ni daño material, lo que es un alivio considerando la magnitud del terremoto. Este evento ocurrió exactamente a las 11:17 horas locales (6:47 GMT) y el Centro Nacional de Sismología de la India ha establecido que la profundidad del epicentro fue de aproximadamente 130 kilómetros, un dato que a menudo influye en la severidad de los daños causados por un sismo.
El director del Departamento de Manejo de Desastres en la provincia de Badakhshan, Mohammad Cams, ha declarado: “Hasta ahora no se han informado de víctimas o pérdidas materiales como resultado de este terremoto en los distritos o el centro provincial. Si se recibe información nueva, se compartirá”. Esta declaración proporciona un rayo de esperanza en medio de la incertidumbre que siempre acompaña a eventos de esta naturaleza.
El epicentro del seísmo se situó dentro de la cordillera del Hindu Kush, conocida por su actividad sísmica frecuente, lo que constituye una realidad cotidiana en Afganistán. La geología de esta región es compleja y se caracteriza por la interacción entre las placas tectónicas de la India y Eurasia, lo que aumenta significativamente su propensión a experimentar terremotos. A pesar de que muchos de estos movimientos son de magnitudes moderadas, la fragilidad de la infraestructura en Afganistán puede intensificar proporcionalmente los efectos devastadores de estos fenómenos naturales.
La situación en el oeste de Afganistán este año ha sido particularmente difícil, ya que en años recientes, un terremoto de tamaño 6.3, junto con las réplicas subsecuentes que le siguieron, resultó en más de mil muertos y decenas de miles de heridos, además de causar la destrucción total de aproximadamente veinte aldeas. Estos eventos resaltan la grave vulnerabilidad de la región frente a desastres naturales y la necesidad urgente de medidas de preparación y respuesta.
En otro evento reciente, la provincia de Badakhshan fue golpeada el miércoles pasado por un terremoto de tamaño 5.6, aunque en esa ocasión no se informaron víctimas ni lesiones. Es un recordatorio de que, aunque los terremotos son parte de la vida en esta parte del mundo, las repercusiones pueden ser muy variables.
Agencia EFE