Los investigadores afirman que “este tipo de razonamiento flexible es algo que asociamos habitualmente a los niños de cuatro años” y que estos animales emplean estrategias inteligentes y adaptativas

30 de octubre de 2025 Los chimpancés pueden revisar racionalmente sus creencias cuando se les presenta nueva información, según un nuevo estudio publicado este jueves en la revista Ciencia. El artículo, dirigido por un equipo de investigadores de la UC Berkeley y la Universidad de Utrecht, concluye que, al igual que los humanos, estos primates pueden cambiar de opinión basándose en la solidez de la evidencia disponible, una característica clave del pensamiento racional.

Sus hallazgos se basan en una serie de cinco experimentos realizados con un grupo de 15 chimpancés del Santuario de la Isla Ngamba en Uganda, que se estaban volviendo cada vez más difíciles. El diseño básico del experimento fue presentar a los primates dos cajas, de las cuales sólo una contenía comida.

Inicialmente, los animales recibieron una pista que les sugería qué caja contenía la recompensa. Más tarde se les proporcionaron pruebas más convincentes, como el movimiento de la caja y el ruido de su contenido, lo que demostró que la comida estaba en la segunda. O les dijeron que la recompensa no estaba en esa casilla y les permitieron elegir otro momento. Los investigadores vieron que los animales, en respuesta a nuevas pistas, a menudo cambiaban de opinión.

En el Experimento 3, por ejemplo, se presentaron tres cajas a los chimpancés. Se les hicieron dos pruebas para dos cajas, una fuerte y otra débil, mientras que la tercera caja se mostró sin pruebas. Luego se retiró la caja de pruebas concretas y se les dio la oportunidad de elegir y recibir la recompensa correspondiente a la caja seleccionada. Los científicos creen que los chimpancés pudieron representar y ponderar las diferentes pruebas mediante el razonamiento porque eligieron accidentalmente la casilla con la prueba débil con más frecuencia de lo esperado (1/2):

El experimento más ambicioso e interesante fue el número 5, que consistió en ver qué hacían los chimpancés cuando les hacías perder la confianza en la fuente de evidencia, por ejemplo usando una foto de una fruta en lugar de una recompensa real. “Los chimpancés respondieron a la evidencia contraria: mantuvieron su creencia original cuando la evidencia que la respaldaba era más débil, pero la revisaron cuando la evidencia que la respaldaba era más fuerte”, describen los autores. “Estos resultados sugieren que los chimpancés evalúan metacognitivamente evidencia contradictoria a través de un proceso de reflexión”.

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