Bogotá. 17 de noviembre de 2025 Las autoridades colombianas revelaron el lunes más casos de menores asesinados en recientes bombardeos militares, elevando el número a 15 desde agosto, en operaciones que han generado duras críticas al presidente Gustavo Petro.

La semana pasada, las fuerzas armadas celebraron el bombardeo a un campamento guerrillero que mató a 19 rebeldes en el departamento amazónico de Guaviare (sur). Pero la operación acabó en escándalo para el presidente.

La Defensoría del Pueblo, organismo responsable de la defensa de los derechos humanos, informó el sábado que entre las víctimas del ataque cometido el 10 de octubre se encontraban siete menores reclutados forzosamente.

El bombardeo reveló varios casos que hasta ahora se desconocían. Petro sumó este lunes cinco menores más: cuatro muertos en un atentado con bomba el 1 de octubre en el departamento de Caquetá (sur) y otro el pasado jueves en Arauca (noreste), en la frontera con Venezuela.

“Todos son víctimas del reclutamiento forzoso por parte de criminales que los llevaron a las hostilidades”, escribió el presidente en X Network.

Posteriormente, el servicio de medicina forense confirmó que el 24 de agosto tres menores más murieron en un atentado con bomba en Guaviare.

Estos hechos escandalizan al país, sumido en seis décadas de conflicto con grupos armados que reclutan a menores para engrosar sus filas.

La principal fiscalía penal militar y policial anunció el lunes que había abierto una investigación para “verificar” si el ataque de la semana pasada en Guaviare fue “conforme a los principios y normas que rigen el uso legítimo de la fuerza pública en el contexto de un conflicto armado”.

La oficina de derechos humanos de Naciones Unidas en Colombia expresó este sábado su “profunda preocupación” por la muerte de los primeros siete menores de edad públicamente conocidos.

Al principio, Petro se defendió diciendo que había ordenado el bombardeo para evitar que los rebeldes tendieran una emboscada a un grupo de soldados. Luego se quejó en la cadena X de la “dolorosa pérdida” de la menor.

“Cargaré ese pesar en mi conciencia y sé que nunca podré superar el dolor de sus madres a quienes pido disculpas”, afirmó el presidente.

Petro se negó a detener los bombardeos a pedido de la Defensoría del Pueblo.

Algunos senadores piden la dimisión del ministro de Defensa, el general retirado Pedro Sánchez.

Los ataques aéreos fueron dirigidos contra una facción disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia comandada por alias Iván Mordisco, el criminal más buscado del país.

En 2019, el entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero, renunció a su cargo, acorralado por los debates sobre una moción de censura en el Congreso por ordenar un atentado que mató a menores.

Petro, quien fue senador opositor al gobierno derechista de Iván Duque, calificó estos hechos como un “crimen de guerra”.

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