Moscú. 20 de noviembre de 2025. Mientras que la oficina del presidente de Ucrania confirmó este jueves que Volodymyr Zelensky “recibió oficialmente de los Estados Unidos un proyecto de plan que, según la parte estadounidense, puede ayudar a revitalizar la diplomacia”, el Kremlin evitó dar una opinión sobre el documento que nadie ha visto, y todo el mundo comenta basándose en una fuente anónima.
“En los próximos días, el presidente de Ucrania espera discutir con el presidente (Donald) Trump las opciones diplomáticas existentes y los puntos clave necesarios para lograr la paz”, decía el comunicado, que no menciona a Rusia, y concluye:
“Estamos dispuestos ahora, como antes, a trabajar constructivamente con la parte estadounidense y con nuestros socios en Europa y el mundo para que el resultado sea la paz”.
Por el contrario, el Kremlin evitó decir a los periodistas lo que pensaba sobre el “plan de paz” de Trump:
“Las consultas como tales hoy (jueves) no existen. Los contactos, sin duda, existen”, respondió el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, coincidiendo de manera salomónica con dos figuras del entorno presidencial que luchan por el derecho a negociar con Estados Unidos: el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y el presidente de Economía, Vladimir Dmitriev.
La oficina de Lavrov, desde que la prensa internacional comenzó a filtrar fragmentos del supuesto plan de 28 puntos, ha insistido en que Rusia no ha recibido oficialmente ningún documento o propuesta de Estados Unidos.
Dmitriev, por su parte, sugiere en las redes sociales que el documento es resultado de su gestión con Steve Witkoff, enviado especial de Trump, y que su visita a Estados Unidos, fuera de la oficina, cayó en terreno fértil debido al escándalo de corrupción que debilita al gobierno de Zelenskyi.
Peskov, como la víspera, se negó a comentar sobre el plan de Trump: “Sólo puedo decir lo que repetí ayer (miércoles) en varias ocasiones: no puedo añadir nada nuevo a lo que se discutió en Anchorage (Alaska, donde se celebró la cumbre Putin-Trump). No hay nada nuevo, aunque cada momento es bueno para una solución política”.
Este jueves, Zelensky se reunió con una delegación del Pentágono que visitó el vecino país eslavo, oportunidad que aprovechó -según la oficina del presidente ucraniano- para subrayar los principios que deben tenerse en cuenta para Ucrania y “las partes acordaron trabajar en los puntos del plan para que pueda conducir a un final justo de la guerra”.
Por otro lado, extraoficialmente en Ucrania, a través de declaraciones de expertos y textos periodísticos, lo que se ha filtrado del plan de Trump provoca un rechazo absoluto, ya que -casi todos coinciden- “nadie en su sano juicio puede aceptar el catálogo de exigencias maximalistas” de Rusia, que equivalen a pedir la capitulación completa de Ucrania, que además quedaría ante una posible “desarmada”.
Según fuentes anónimas estadounidenses, este plan de 28 puntos se inspiró en el plan de 20 puntos sobre Gaza y, entre otras cosas, incluye entregar todo el Donbass a Rusia (las regiones de Donetsk y Lugansk, que serían declaradas zona desmilitarizada), y Kiev tendría que reducir sus fuerzas armadas en dos veces y media, sin superar los límites del 0,020; mientras que Rusia tendría que devolver las partes ocupadas de Kherson y Zaporozhye a Ucrania.
Esto último, dado que el Kremlin ya ha incluido en la Constitución a todo Kherson y Zaporozhye como parte inalienable de la Federación Rusa, tampoco le parece aceptable a Moscú.
En realidad, dicen los analistas, hasta que se publique el plan completo de Trump, mucho de lo que ahora “excede” podría quedar fuera de la versión final del documento, si se alcanza un consenso entre quienes realmente importan: los rusos y los ucranianos.