Jaime Muñoz nunca pensó que una tranquila noche familiar se transformaría radicalmente en lo que sería el último día que compartiría con su esposa e hijo. Todo comenzó cuando el ruidoso río se desbordó y arrastró consigo 40 casas en Medellín. Este inesperado desastre natural sumió a su hogar en el caos y la devastación, llevándose con él la sensación de seguridad que siempre había tenido en su vivienda.
En un momento de respeto y dolor, el hombre comentó sobre aquellos instantes angustiosos en los que él y su familia se encontraron atrapados, sintiendo que en cuestión de segundos, dos de sus seres queridos podrían perder la vida. La tragedia había comenzado a gestarse sin que nadie lo viera venir, y su relato es un testimonio del shock y la desesperación.
El hombre habló sobre los momentos inquietantes en los que vivía él y su familia. Foto:VIDEO ABRAZO
Los efectos de esta tragedia han ido más allá, afectando a toda la comunidad. Se ha reportado que entre los damnificados hay 65 adultos, 5 adultos mayores, y 57 niñas, niños y jóvenes. La magnitud del desastre ha conmocionado no solo a los afectados directamente, sino también a toda la ciudad que observa con impotencia.
Carlos Andrés Quintero, el director de DAGRD, informó sobre la severidad de la situación, explicando: “Las intensas lluvias provocaron un deslizamiento en La Buga. Hubo movimiento de masa y pasta, lo cual monitoreamos para evitar que este material conduzca a la corriente de Altavista. Durante las primeras horas de las inundaciones de hoy, la situación fue crítica.”
“La puerta se cerró y no pude sacarla”
“Dormíamos tranquilamente cuando me levanté para ir al baño y escuché el desfiladero,” comenzó a narrar Jaime, con la voz entrecortada mientras compartía su desgarradora historia. El poco tiempo que tuvo para reaccionar fue crucial. “El agua comenzó a ingresar de manera repentina por la parte trasera de la casa. Allí desperté a todos,” continuó, intentando recordar esos momentos que marcaron el inicio de su pesadilla.
En el caótico momento, su hija desconectó la electricidad, un gesto que para Jaime ahora representa la última acción valiente de su hija. Sin embargo, la lucha por sacar a su familia se volvió aún más angustiante cuando la puerta de su casa se cerró de golpe, impidiendo su salida: “Cuando fui a buscar a mi esposa e hijo, la corriente cerró la puerta y no pude conseguirlos más.“
En esta tragedia, Jaime no solo perdió a su compañera de vida, Julieth Arbeláez, con quien compartió trece años de matrimonio, sino también a su hijo José Miguel, un joven solo de 13 años que fue encontrado sin vida el 30 de abril.
Recordando a su hijo, Jaime lo describe como un acólito de la parroquia del Rosario, un chico alegre y gran fanático del fútbol, con un futuro brillante por delante. También expresó su amor por su esposa, a quien consideraba “un guerrero,” una mujer fuerte y comprometida que había enfrentado muchos desafíos en la vida.
Las diferencias de emergencia aumentan en los tiempos de lluvia. Foto:Gracias a la amabilidad de los bomberos
La tragedia no pasó desapercibida para las autoridades locales; el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, visitó la zona afectada y presentó un informe oficial. “Hemos registrado una persona fallecida: Julieth Arboleda López, de 37 años. Su hijo José Miguel está desaparecido, con solo 13 años,” afirmó con tristeza, reflejando la profunda pérdida que ha embargado la comunidad.
En la localidad, se reportaron dos casas completamente colapsadas y numerosas otras se vieron severamente afectadas debido a un deslizamiento de tierra y la inundación. La comunidad sigue lidiando con las consecuencias de esta catástrofe, mientras la búsqueda por soluciones y ayuda para los damnificados continúa.
Pensando en lo que vendrá, los ciudadanos esperan que se tomen medidas efectivas para prevenir futuras tragedias y que las familias afectadas reciban el apoyo necesario en estos momentos de crisis.