Los datos presentados por Película revelan que la producción en ubicaciones en La ciudad de California cayó 22.4 por ciento durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo período del año pasado. Este drástico descenso se debe en gran medida a un éxodo de grandes compañías de cine y televisión, que huyen principalmente por los altos impuestos estatales. Esta fuga no sólo amenazó con despojar a la ciudad de uno de sus motores históricos en la economía local, sino que también ocasionó un efecto dominó en la creación de empleo y en la vitalidad cultural de Los Ángeles.
Detroit, que alguna vez fue el corazón de la industria automotriz en Estados Unidos, experimentó un dramático descenso después de que numerosas fábricas cerraran, lo que llevó a una profunda crisis inmobiliaria y económica. Este recordatorio del pasado hace que los temores sean aún más válidos para quienes viven y trabajan en Los Ángeles, ya que la posibilidad de perder el estatus de la ciudad como el epicentro del entretenimiento es terriblemente real.
¿Qué medidas sugirió el gobernador de California para detener la crisis?
La iniciativa, que forma parte de una propuesta más amplia conocida como SB630, será discutida por los legisladores californianos. Muchos expertos en la materia creen que el soporte financiero es clave en un contexto difícil para Hollywood, especialmente después de los retos impuestos por los ataques SAG-AFTRA de 2023 y por los devastadores incendios forestales que causaron daños millonarios en 2025.
¿Por qué los líderes de cine temen que Los Ángeles repita el destino de Detroit?
La historia de Detroit es un caso de estudio sobre cómo una ciudad próspera, impulsada por la producción de General Motors, Ford y Chrysler, comenzó a deteriorarse a medida que las fábricas se mudaban a otros lugares. Esta situación provocó una crisis de empleo y vivienda que se fue intensificando a lo largo de la década de 2000. A medida que el mercado se desestabilizaba, muchos residentes perdieron la fe en su ciudad y buscaron mejores oportunidades en otros estados.
Recientemente, un nuevo grupo público defensor del sector ha comenzado a reclamar incentivos más amplios para detener el éxodo de producciones de la región. Los comentarios de la productora Noelle Stehman, citada por Hollywood Reporter, capturan el sentido de urgencia que se siente en la industria: “No es una hipérbole decir que si no actuamos, la industria del cine y la televisión de California será el próximo auto de Detroit”. Esta afirmación subraya el temor colectivo de que, sin acción, el legado colosal de Hollywood corra el riesgo de desvanecerse.