Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Donald Trump ha mantenido un enfoque distintivo en su agenda política, centrándose particularmente en la problemática de la migración en Estados Unidos. Esta política de migración se ha caracterizado por su dureza, lo que ha llevado a un incremento significativo en las deportaciones de personas que se encuentran en el país sin los documentos necesarios. Entre estas acciones, él ha ordenado la deportación de miles de individuos, un componente fundamental de su campaña.
Adicionalmente, la administración de Trump ha implementado obstáculos significativos para las solicitudes de refugio. Se han introducido nuevos límites y condiciones que dificultan aún más el acceso a este estatus para aquellos que buscan protección en el país. Sin embargo, este lunes, un juez intervino y ordenó que un número considerable de refugiados pudiera ingresar a Estados Unidos, lo que representa un reto a las políticas restrictivas establecidas por el gobierno.
La decisión del juez
Un juez ordenó a la administración de Donald Trump que reconociera a aproximadamente 12,000 refugiados en su lucha por transformar la política migratoria de la nación. Esta decisión es crucial en el contexto de las múltiples batallas legales que han emergido debido a las estrategias adoptadas por el gobierno para limitar el ingreso de refugiados al país.
El fallo del juez busca aclarar las restricciones que se habían impuesto mediante un fallo ante un tribunal de apelaciones, que permitió al gobierno cancelar el sistema de admisión de refugiados. No obstante, se determinó que el estatus otorgado a algunas personas que ya habían sido reconocidas como refugiadas debía mantenerse.
Donald Trump. Foto:AFP
Durante una audiencia la semana pasada, la administración Trump insistió en que solo sería necesario aceptar a 160 refugiados que tenían planes de viajar en las dos semanas siguientes a una orden ejecutiva que había cancelado el sistema existente. Sin embargo, el juez Jamal Whitehead desestimó esta interpretación, señalando que “la interpretación del gobierno es, para decirlo de manera concisa, un ‘cerdo interpretativo’ al más alto nivel”.
Whitehead había previamente bloqueado la orden ejecutiva de Trump en febrero, que había suspendido el sistema de admisión de refugiados, fallando que esta medida violaba la Ley de Refugiados de 1980. Sin embargo, esta decisión fue revocada un mes después por el Noveno Circuito del tribunal de apelaciones.
“Si el Noveno Circuito hubiera querido establecer una limitación temporal de dos semanas, que redujera el grupo de protegidos de aproximadamente 12,000 a solo 160 personas, lo habría estipulado de manera explícita”, argumentó Whitehead.
El caso se originó a partir de la confusión provocada por la orden de Trump, la cual afectó a numerosos refugiados que habían vendido sus pertenencias en sus países de origen con la esperanza de viajar a Estados Unidos. Las organizaciones no gubernamentales involucradas en el caso manifestaron que estas personas estaban quedando atrapadas en un limbo debido a las ordenes de Trump.
Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Foto:Efe/EPA/Michael Reynolds
El mecanismo de reasentamiento de refugiados es una de las pocas rutas legales que permiten eventualmente obtener la ciudadanía estadounidense, y el ex presidente Joe Biden ha ampliado los criterios de elegibilidad para el programa, incorporando también a poblaciones afectadas por el cambio climático.
A lo largo de su mandato, Trump ha promovido un enfoque de deportación enérgico, utilizando vuelos militarizados que facilitan la repatriación de personas a varios países de América Latina. Esto ha llevado a un mayor escrutinio y resistencia por parte de organizaciones de derechos humanos y otros grupos que defienden una política migratoria más humana y comprensiva.
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Con información de AFP