Irán y Estados Unidos reanudarán las negociaciones nucleares el domingo en Omán, según lo informado por un medio iraní el martes, luego de que la cuarta ronda de llamadas se pospusiera la semana pasada. Esta nueva toplantia ha generado expectativas en el ámbito internacional, especialmente teniendo en cuenta la delicada situación actual del programa nuclear iraní y su impacto en la geopolítica de la región.
Como mencionó Nournews Media en su sitio web, “una fuente informada” indicó que la cuarta ronda de conversaciones indirectas entre la República Islámica de Irán y los Estados Unidos se llevará a cabo el domingo 11 de mayo en la capital de Omán. Las expectativas alrededor de este encuentro son altas, ya que los negociadores intentarán profundizar en temas que han sido difíciles de abordar en rondas anteriores.
Este encuentro se centrará, según el medio, “en problemas humanitarios y algunos temas de seguridad de ambas partes”. A medida que las discusiones avanzan, se espera que los delegados de cada nación aborden diversos puntos críticos que influyen en el clima de tensión entre Irán y Estados Unidos. Es fundamental para ambas naciones establecer un diálogo que contribuya a la estabilidad en la región.
Imagen de referencia. Energía nuclear
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Tejer
Recientemente, se ha revelado que el enviado especial para el Medio Oriente y representante estadounidense en las negociaciones, Steve Witkoff, comunicó que Estados Unidos trató de organizar una nueva reunión entre Teherán y Washington para este fin de semana. Su intención es que las negociaciones resulten en un avance significativo, a la luz de la gira programada del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por el Medio Oriente, lo que podría implicar que se ha logrado “algunos progresos” en las conversaciones.
Las negociaciones indirectas comenzaron el 12 de abril, mediadas por Omán, y hasta la fecha se han llevado a cabo tres rondas. La cuarta ronda, que estaba prevista para el sábado en Roma, se canceló cuando Washington decidió no participar. Esta decisión ha dejado a muchos observadores preguntándose sobre la dirección futura de estas negociaciones y la posibilidad de un acuerdo duradero.
En las conversaciones, Irán busca el levantamiento de las sanciones financieras, mientras que limita su programa nuclear. Por otro lado, Estados Unidos también ha señalado la necesidad de abordar el programa de misiles iraníes y el apoyo de Teherán a grupos regionales, incluyendo a los hutíes de Yemen, que han complicado la seguridad en la región.
El enviado especial en la Casa Blanca para el Medio Oriente, Steve Witkoff (tercero a la izquierda).
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Teherán ha manifestado que no negociará su derecho a enriquecer uranio, una postura crítica en el transcurso de las negociaciones. Washington, por su parte, ha planteado la posibilidad de desmantelar completamente el programa nuclear iraní o que Irán adquiera uranio enriquecido de otros países. Estas condiciones son esenciales para una futura convivencia pacífica entre las dos naciones y reducir la tensión en Oriente Medio.
Por último, Trump ha reiterado sus amenazas militares en caso de que no se alcance un acuerdo, y ha reafirmado la “política de presión máxima” sobre Teherán, un enfoque que se intensificó tras el retiro de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2015.