Este miércoles marcará el inicio del esperado cónclave. El mundo entero estará atento a este acontecimiento significativo que dará inicio a los días electorales dedicados a elegir al nuevo Papa que sucederá a Francisco en el Vaticano. Un total de 133 Cardenales se reunirán para llevar a cabo extensas rondas de votación con el propósito de seleccionar al nuevo pontífice de la Iglesia Católica.
En medio de los rituales tradicionales que caracterizan este evento, la vestimenta y las acciones que llevará a cabo el nuevo Papa tras su elección serán de gran simbolismo para la Iglesia Católica, que a menudo gestiona significados profundos en cada uno de sus eventos. En esta ocasión, el escenario será una habitación en la Capilla Sixtina, conocida como “Salón de las lágrimas”, donde se realizará una ceremonia luego de 12 años.
¿Qué es el “Salón de las Lágrimas”?
Para que un nuevo Papa sea elegido, se requiere que al menos dos tercios de los votos sean a favor de un candidato. En esta ocasión, se necesitarán 89 de los 133 cardenales que estarán aislados en la Capilla Sixtina. Cada cardenal expresará su voto depositándolo en una urna, que posteriormente será examinada por tres cardenales seleccionados al azar. Antes de emitir su voz, cada uno dirá: “Llamo a mi testigo al Señor Jesucristo, que será mi juez, que mi voz será otorgada a aquellos que creo que deben ser elegidos según la voluntad de Dios.”
Salón de lágrimas en el Vaticano Foto:AFP
Cuando un cardenal sea elegido como el nuevo Papa tras días de deliberaciones, se le preguntará si acepta asumir el papel en la Iglesia Católica. Si su respuesta es afirmativa, comenzará la ceremonia de presentación como el nuevo líder espiritual.
Este es el nombre de Gregorio XIV, que lloró con emociones poco después de ser elegido Papa. Foto:AFP
Para cambiar de vestimentas, el nuevo Papa debe pasar por la “sala de lágrimas”. En este lugar, según algunas narraciones, se espera que el elegido sienta el peso de su nuevo rol, momento que el obispo Robert Barron describe como un instante de revelación emocional para el pobre hombre que se percata de su posición de responsabilidad.
Dentro de esta tradición, se menciona la expresión de emociones que ha dejado huella en la historia, como en el caso de “Gregorio XIV”, quien, apenas seleccionado como Papa, se mostró profundamente conmovido al ser confirmado en su nuevo cargo. En este espacio, el cardenal que solía ser deja de existir simbolizando el renacimiento del nuevo papa, que se prepara para saludar a las miles de parroquias que lo esperan en la Plaza de San Pedro.
Salón de lágrimas en el Vaticano Foto:AFP
En esta sala, el nuevo Papa se tomará un tiempo para meditar y reflexionar antes de presentarse como el sucesor de San Pedro. Tras vestirse, rezar y asimilar su nueva función, el nuevo Papa asumirá el compromiso de ser una guía espiritual para millones de fieles católicos en todo el mundo.
Aún no se conoce quién será el seleccionado para llevar a cabo esta importante ceremonia, pero a partir de este miércoles comenzará el proceso de selección de favoritos, y pronto se conocerá el nombre del nuevo pontífice más alto.
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