La noche del 15 de diciembre de 1997 marcó un hito desgarrador en la vida de Luz Cuevas y Pedro Vera. Todo comenzó en la tranquila ciudad de Filadelfia, EE. UU., donde un devastador fuego destruyó su casa y, según comunicaron las autoridades, también cobró la vida de su hija recién nacida. Este trágico episodio dejó a la familia sumida en la tristeza y la confusión.
Sin embargo, el destino había tejido una trama inesperada en torno a este suceso. Años más tarde, se reveló que su pequeño niño había sido secuestrado por un vecino de la familia, un acto atroz que se descubrió mucho tiempo después. Esta es la historia de Delimar, quien creció sin recordar a su madre biológica y, en un momento inquietante, llegó a llorar tras enterarse de que su secuestrador había sido encarcelado.
La madre junto a Delimar Foto:Redes sociales
Un fuego misterioso e inesperado
Delimar durmiendo en su cuna, pero al entrar en la habitación llena de llamas, su corazón se hundió al darse cuenta de que no estaba allí.
Todo parecía contradictorio, y aunque no logró entender lo que había ocurrido, la versión oficial era contundente: la pequeña May había muerto, posiblemente como resultado de un acto deliberado. Este profundo duelo acompañó a la familia durante muchos años, dejando huellas imborrables en sus corazones.
El secuestrador resultó ser la esposa de un primo de Pedro, alguien que vivía a escasos metros de la casa de Luz. Este hecho lo hacía aún más perturbador y complicado. En 2004, cuando Delimar ya contaba con siete años, Luz asistió a una fiesta familiar, sin imaginar que en ese lugar comenzaría a revelar la amarga verdad. Se encontraba entre los invitados a Carolyn (la secuestradora), quien se presentó con una niña de seis años que llamó la atención por sus características faciales, tan similares a las de Luz.
Delimar fue secuestrada a los 10 días de nacida. Foto:Tejer
“Algo dentro de mí me indicó que era mi hija”, recuerda Luz con melancolía. Inmediatamente comenzó a sospechar de la historia de Carolyn, quien había afirmado años atrás haber tenido una niña en un parto en su hogar. Luz había conservado un mechón de cabello de su hija y había estado buscando a alguien que pudiera ayudarla a resolver el enigma que la atormentaba.
Llega la verdad: su hija vivía a menos de 20 km
Con la invaluable asistencia de un legislador y un fiscal que finalmente le brindaron su apoyo, Luz se sometió a una prueba de ADN. En febrero de 2004, los resultados confirmaron lo que había temido y esperado: Aaliyah Hernández era, en efecto, Delimar Vera.
Carolyn fue arrestada y poco después se declaró culpable del secuestro. Durante el incendio, ella había fingido ayudar, utilizando la confusión generada para llevarse al niño. Embarazada en ese momento, registró a Delimar como su propia hija y la crió durante siete años a tan solo 20 kilómetros de distancia.
Los bomberos no lograron encontrar a Delimar. Foto:Tejer
“¿Por qué me hiciste esto?”
Hoy en día, Delimar, ya convertida en una mujer adulta, ha compartido el difícil proceso de enfrentarse a la mujer que la crió bajo una red de mentiras. “Le pregunté: ‘¿Por qué tuviste que secuestrarme? Tenías otros tres hijos. ¿Por qué me sometiste a esta situación donde todo es confuso y hay tantos cambios nuevos?’” reflexiona con tristeza.
“Sentí una gran ira hacia ella. Sin embargo, no se disculpó. Me dijo que algún día nos volveríamos a encontrar. Eso fue todo. Sentí que era un adiós.”
Las páginas de esta historia continúan escribiéndose.