Recientemente, el presidente Gustavo Petro firmó su adhesión al camino de seda de China, una decisión que ha generado un amplio debate y numerosas interrogantes dentro de la sociedad colombiana. Este paso se enmarca en un contexto donde la relación entre Colombia y potencias globales se redefine constantemente, y la adhesión al proyecto de China ha suscitado diversas opiniones y análisis críticos.
La Ruta de la Seda es una política internacional que China presentó en 2013, con el objetivo de fomentar y mejorar las relaciones y la cooperación entre Asia, Europa, África y América Latina. Este ambicioso proyecto incluye múltiples iniciativas de infraestructura, negocios, inversiones e innovación tecnológica, lo que promete impactar a los países involucrados en diversos sectores económicos.
Petro en China Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
Por su parte, el exdiputado del Senado Jorge Enrique Robledo ha calificado esta declaración del presidente como “falsa”. Robledo criticó la afirmación de Petro, quien dijo: “De ahora en adelante, Colombia está conectada con todo el mundo en las raíces de la igualdad y la libertad”. Según Robledo, esta percepción es errónea, ya que la firma en Asia no posee ninguna capacidad legal para modificar o anular las obligaciones ya existentes que Colombia tiene con otras naciones a través de acuerdos previos.
Petro en China Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
“Porque nada de lo que se haya firmado en China modifica ninguna convención internacional vigente de Colombia con otros países“, subrayó Robledo. A ello añadió que el Tratado de Libre Comercio (TLC) y otros convenios establecidos han ocasionado un considerable daño a la economía colombiana y a su industria.
Jorge Enrique Robledo habló sobre la ruta de la seda Foto:Pantalla
Más reacciones al respecto
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Bruce Mac Master, también ha expresado sus preocupaciones respecto a la reciente decisión de Petro, sugiriendo que contiene “grandes errores”. Según Mac Master, esta iniciativa pone en peligro a la industria nacional que podría verse competida de manera desleal. Esto es especialmente preocupante dado que China es el mayor fabricante industrial del mundo, liderando sectores clave como el de automóviles, motocicletas, baterías y resinas. La imposición de productos chinos podría amenazar a las compañías colombianas, ya que tienen que competir en un entorno donde los requisitos y las condiciones son marcadamente diferentes.
Petro en China Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
“Si tienen que competir con una industria que tiene distintas condiciones y tamaños, es muy probable que terminen en desventaja“, advirtió Mac Master, manifestando así su preocupación por los impactos que esta relación podría tener en los empleos y la economía colombiana en general.
La inquietud sobre el futuro de la capacidad de Colombia para mantener su infraestructura industrial, sus empleos, y, por ende, su economía, se vuelve cada vez más pertinente, especialmente si el país comienza a recibir productos masivos fabricados en condiciones que necesitan ser formalmente reguladas. Este punto es crucial ya que China ha sido criticada por sus prácticas comerciales injustas, tanto en Estados Unidos como en otros países, incluyendo Colombia.
Felipe Santanilla Ayala
Escribe las últimas noticias