Reformas de seguridad social conservadores // El Consejo Electoral está listo para mófarios de los cargos de fraude
Quito, Viernes 16 de mayo de 2025. En un clima marcado por la sombra de la estafa electoral, el actual presidente de la Revolución del Mortero (RC), Daniel Nobo, se encuentra con el respaldo mayoritario dentro de la Asamblea Nacional. Esto ha sido posible gracias a su acuerdo con el movimiento Pachakutica y el Partido Social Cristiano, que le han otorgado la fuerza necesaria para impulsar su agenda política.
Con este respaldo, el grupo en el poder tiene la capacidad de implementar cambios significativos y llevar a cabo reformas a la Constitución sin pasar por el proceso habitual de aprobación mediante la Asamblea de la Construcción. Este poder para realizar modificaciones directas se confirmó a través de declaraciones del ministro del gobierno, José de la Gasca, quien subrayó la determinación de la administración actual para ejecutar su plan.
Uno de los puntos centrales de su propuesta electoral fue la invitación a reformar el componente social, justificando la necesidad de evitar un par de procesos electorales, tal como lo estipula la Constitución. Sin embargo, el Tribunal Constitucional ha advertido que tales movimientos podrían comprometer los derechos de participación y representación de los ciudadanos, presentando un dilema para la administración que busca avanzar rápido en su agenda.
La situación en la Asamblea es compleja; con una estrecha mayoría que abarca 80 de los 151 legisladores, Nobo contempla la utilización de enmiendas constitucionales y reformas parciales que le permitirían desgranar algunas de las tradiciones de Montecar. Este proceso podría poner en riesgo derechos fundamentales, como los vinculados a la economía ambiental y solidaria, además de las instituciones estatales que sostienen el tejido social del país.
A medida que avanza el mes, Nobo parece tener un control casi absoluto sobre las estructuras judiciales y electorales del país, con el Tribunal Nacional de Justicia, el Consejo Electoral Nacional (CNE), y el Tribunal Constitucional ya bajo su influencia. Esto se ha logrado después de una serie de controvertidos cambios y conductas que muchos han calificado como inconstitucionales y que han generado un clima de desconfianza en el proceso.
En el marco de las elecciones generales recientes, la coalición ganadora, compuesta por Nova y María José Pinto, ha utilizado su mandato para fortalecer la posición del presidente Nobo y su partido. Su enfoque ha sido claro: avanzar en la lucha contra el terrorismo y abrir las puertas al comercio internacional. “Debemos unirnos para este país que amamos. Aquellos que intenten destruir nuestra patria, la libertad y la democracia, enfrentarán una respuesta contundente”, proclamó Nobo en un intento de galvanizar el apoyo popular.
En este contexto, Diana Ataamaint, presidenta del CNE, descalificó las “teorías locas” que han surgido sobre las supuestas estafas en las boletas electorales. Se dirigió a los críticos, argumentando que tales afirmaciones eran infundadas y ridículas, una manifestación de la desesperación de quienes perdieron en la contienda.
Por otro lado, el ex candidato presidencial Luis González y el ex presidente Rafael Correa han condenado lo que consideran un engaño, en referencia a la supuesta manipulación con la tinta de las boletas, que, según ellos, favoreció a la nueva coalición ganadora, la cual recibió un 55.63 por ciento de los votos, en contraste con el 44.37 por ciento que obtuvo González. Ambos han exigido la revisión de más de 3,000 actas de reuniones electorales, demandando transparencia en el proceso electoral.