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Ambos países son fuerzas nucleares

La partición del Raj británico en 1947 marcó un punto de inflexión significativo para el subcontinente indio, dando lugar a la creación de India y Pakistán, dos naciones que no solo están separadas geográficamente, sino también profundamente divididas por diferencias culturales y religiosas. Este evento trágico sembró las semillas de un conflicto que ha perdurado durante décadas, con numerosos enfrentamientos a lo largo de la historia contemporánea.

Una de las manifestaciones más claras de estas divisiones históricas se encuentra en la región Cachemira. Este territorio disputado ha sido objeto de múltiples conflictos entre India y Pakistán, lo que acrecienta la tensión en la región. Actualmente, la situación en Cachemira se ha intensificado, tras un ataque ocurrido el 22 de abril en el cual un grupo armado disparó contra turistas en Pahangam, una zona de la administración india, resultando en la trágica muerte de 26 personas, de las cuales 25 eran ciudadanos indios y uno nepalí.

Desde este evento, las autoridades indias han acusado a Pakistán de estar detrás del ataque, a pesar de no presentar pruebas concretas que respalden sus afirmaciones. Esta denuncia ha sido categóricamente negada por Pakistán. Asimismo, medios hindúes han informado que el ataque fue reivindicado por el Frente de Resistencia (TRF), una organización militante que se cree es un frente del grupo terrorista paquistaní Lashkar-e-Taiba. Sin embargo, la declaración del TRF carece de detalles esenciales como logos o nombres, algo que consitituye un patrón en sus comunicados anteriores.

El incidente ha generado una ola de indignación en la ciudadanía india, llevando al primer ministro, Narendra Modi, a prometer compensaciones a las familias de las víctimas durante su primera aparición pública tras el ataque. “Anuncio al mundo que India identificará, rastreará y castigará a todos los terroristas”, declaró, mostrando una firme determinación que es vista como una referencia directa a Islamabad.

En respuesta a la situación, India ha tomado medidas drásticas que afectan directamente las relaciones diplomáticas con Pakistán. Estas incluyen la anulación de visas, el cierre de un importante cruce fronterizo, la revocación de su embajador en Pakistán y la reducción del personal diplomático en ese país. Además, India decidió interrumpir el Tratado de Agua Indo de 1960, que regula la gestión compartida de los recursos hídricos entre ambas naciones, lo que añade una capa adicional de tensión.

Ante tales acciones, Islamabad respondió de manera similar al cancelar todos los acuerdos bilaterales establecidos, incluido el Acuerdo de Simla, y exigiendo la reducción del personal diplomático indio. También se cancelaron las exenciones de visa para los ciudadanos indios y se detuvo el comercio bilateral, además de cerrar su espacio aéreo a operaciones de aerolíneas indias.

Durante las crecientes tensiones, las fuerzas de seguridad se posicionan en la frontera. Foto:EFE

Los enfrentamientos entre fuerzas indias y paquistaníes han aumentado considerablemente en la Línea de Control de Cachemira (LDC), marcando un incremento en los intercambios de disparos y violaciones del alto el fuego. La situación escaló aún más cuando Modi otorgó “libertad” a su ejército para llevar a cabo operaciones militares en represalia por el ataque mortal mencionado anteriormente.

En la jornada siguiente, el gobierno de Pakistán afirmó contar con “información creíble de inteligencia” que sugiere que la India planea realizar un ataque militar, utilizando el incidente de Pahangam como pretexto. Pakistán ha instado a la comunidad internacional a mediar frente a esta crisis, especialmente a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, para evitar que la situación escala aún más.

Esta situación constituye un motivo de preocupación global, ya que tanto India como Pakistán poseen armas nucleares. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, el senador Marco Rubio discutió las tensiones entre ambas naciones durante reuniones con líderes de ambos países, instando a reducir la situación y colaborar en la investigación del ataque en Pahangam. Rubio expresó el apoyo de Estados Unidos a India en sus esfuerzos contra el extremismo, mientras que también instó a Pakistán a cooperar.

Heridas viejas

“La perspectiva desde India es que en Kashmir bajo su control hay militantes respaldados por Pakistán que cometen ataques terroristas“, comentó Carlos Aquino, especialista en economía y política asiática. El clima de tensión se intensificó considerablemente desde 2019, cuando un ataque similar costó la vida a 40 oficiales de policía, lo que llevó a India a realizar un ataque aéreo “quirúrgico” contra Pakistán.

Esta situación ha alimentado una narrativa en la que la India busca integrar a Cachemira en su territorio. “El temor de Pakistán radica en que una acción similar se repita en un futuro cercano”, añadió Aquino. Sin embargo, la posibilidad de que los acontecimientos se repitan parece remota, subrayando que el estatus nuclear de ambos países hace que un conflicto abierto sea altamente improbable.

A medida que las tensiones se intensifican, se va reafirmando la historia reciente de interacciones entre ambos países. El proceso de consolidación de Cachemira como un territorio indio ha traído consigo un intenso debate y preocupación sobre las acciones bélicas y sus consecuencias potenciales.

Un control estricto en las carreteras hacia Srinagar, India, en medio de las tensiones actuales. Foto:EFE

Sin embargo, algunos expertos, como el analista político Jorge Antonio Chávez Mazuelos, advierten que no se puede descartar una escalada de agresiones. “Es preocupante observar cómo un ataque a un grupo de turistas, un pilar en la economía local, puede desatar una reacción en cadena, escalando las tensiones de manera significativa”.

Las tensiones continúan aumentando, con incidentes como el mencionado resonando profundamente en ambos países. Este entorno violento es alimentado por la falta de confianza y el deterioro progresivo de las relaciones diplomáticas. El gobierno indio, bajo la dirección del Partido Nacionalista Hindú de Modi, está predispuesto a tomar cualquier acción militar que considere necesaria, aunque limitada.

El complicado panorama geopolítico, con Pakistán alineándose más estrechamente con naciones como Estados Unidos y China, hace que la dinámica entre ambos países sea aún más compleja. La cooperación entre Islamabad y Washington en el fight contra el terrorismo ha crecido, y el desarrollo del Corredor Económico China-Pakistán, que involucra miles de millones de dólares, también añade un sustrato económico a la dinámica regional.

En este contexto, el gobierno indio busca la consolidación de su propio poder regional, fortaleciendo alianzas con Estados Unidos y otros países en la región del Indo-Pacífico a través de múltiples acuerdos de cooperación, incluyendo el Quad junto a Japón y Australia. Este marco geopolítico invita a una lectura más allá de lo puramente regional y requiere una interpretación más profunda de las relaciones internacionales en juego.

Ante la posibilidad de un conflicto857, el Tratado de Agua Indo, establecido para gestionar la compartición de recursos hídricos de vital importancia para ambos países, ha sido amenazado, lo que exacerba aún más la situación entre ellos. Pakistán ha advertido que cualquier intento unilateral de desviar el flujo de los ríos se consideraría un acto de guerra.

No es posible subestimar la escalada de tensiones, y los factores políticos en ambos lados del límite están alineados para que estas crezcan.

Jorge Antonio Chávez MazuelosInternacionalista

Finalmente, aunque la situación actual es precaria, algunos analistas creen que podría surgir la oportunidad para reducir las tensiones a través de la mediación de actores internacionales. La participación de la ONU podría ser crucial, aunque sería desafiante, dadas las relaciones complejas entre los diferentes estados. Sin embargo, un enfoque diplomático sería esencial para restaurar la confianza y permitir el diálogo, lo que destaca la necesidad de intervención de terceros. La comunidad internacional tiene un interés estratégico en evitar cualquier conflicto abierto entre India y Pakistán.

Juan Luis del Campo

Comercio (GDA)

Perú

*Actualizado por la redacción internacional – Tiempo.

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