América de Cali protagonizó una noche inesperada en el célebre Pascual Guerrero Stadium, un escenario que ha sido testigo de innumerables gestas futbolísticas a lo largo de los años. Los ‘escarlatas’, que llegaron a esta jornada con la presión de revertir la situación tras caer en el partido de ida con un marcador de 1-0 contra el Atlético Betplay Cup 2025, necesitaban una victoria contundente para seguir adelante en la competencia.
Desde el inicio del encuentro, el equipo de América mostró una disposición decidida para revertir su suerte. Apenas al minuto 11, una jugada destacada de José García culminó en la apertura del marcador, encendiendo la chispa de la esperanza entre los seguidores. Este primer gol generó un tremendo impulso en el equipo caleño, que se lanzó al ataque con una intensidad notoria, buscando ampliar la ventaja sin tregua.
Por su parte, Bucaramanga, bajo la dirección técnica de Leonel Álvarez, trató de recomponer su estrategia y encontró algunas oportunidades, pero nunca logró afinar su puntería en los últimos metros del campo. Aunque el equipo intentó responder, su falta de precisión resultó un obstáculo insalvable en su camino para igualar el juego.
Es relevante mencionar que el ambiente en el estadio, aunque parcial con restricciones debido a sanciones, estaba cargado de energía y un fervor palpable. Lea aquí: Gustavo Quinteros es la opción uno de América para el nuevo DT.
El golpe decisivo llegó justo antes del medio tiempo, a los 43 minutos, cuando Andrés Mosquera se hizo presente en el área rival para marcar el segundo gol. Este tanto no solo selló la suerte del partido, sino que también dio vuelta a la serie en favor de los Rojos, desatando una ola de euforia entre los pocos aficionados presentes y el cuerpo técnico. La emoción no se hizo esperar, a pesar de que las gradas estaban parcialmente vacías por la sanción temporal, la pasión se sentía viva.
En el segundo tiempo, Bucaramanga trató de aferrarse a la serie, realizando tres sustituciones ofensivas en un intento por cambiar el rumbo del partido. Sin embargo, el equipo de América mostró una notable capacidad para resistir la presión. Con una defensa sólida, combinada con tácticas defensivas astutas y una disposición firme, el interino se encargó de preservar la ventaja con carácter y disciplina, manteniendo viva la ilusión de los aficionados.
El resultado final de 2-0 no solo selló la clasificación de América para la siguiente fase, sino que también sirvió como un claro indicativo del potencial que aún guarda el equipo. Ahora, el reto que enfrenta América será sostener ese nivel competitivo en las próximas rondas. A pesar de no contar con un director técnico titular, han demostrado que poseen aún la jerarquía necesaria para soñar con un ansiado título en la Copa Colombia.
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