La crisis que se vive en Millonarios se hizo evidente el miércoles en el Estadio Campín. Un encuentro que había comenzado con esperanzas y un aire optimista terminó en una profunda vergüenza para los aficionados del club: una derrota de 1-2 a manos de Unión Magdalena, que se encuentra en la última posición de la Liga Betplay II. El ambiente en el estadio era palpable; los hinchas ya comenzaban a exigir un cambio de entrenador, clamando por la salida de David González.

El equipo bogotano arrancó el encuentro mostrando algo de determinación. En el séptimo minuto de juego, Beckham David Castro logró abrir el marcador, generando un clima de euforia entre los hinchas que veían la posibilidad de una victoria. Sin embargo, la ilusión duró muy poco. Apenas 12 minutos después, en el minuto 19, Jannenson Sarmiento se encargó de empatar el partido. Este gol expuso de inmediato las vulnerabilidades defensivas del equipo, que han caracterizado su desempeño en lo que va del semestre.

Con la primera mitad llegando a su fin y en una aparente situación favorable para los azules, la posibilidad de una victoria parecía al alcance después de la expulsión de Dilan Ortiz en el minuto 45+3. Con un hombre más en la cancha, la obligación del conjunto capitalino quedó clara: debía salir a ganar el partido. No obstante, los Millonarios comenzaron la segunda mitad con la misma apatía y falta de ímpetu que había marcado su juego previamente. Fue así que, a los 50 minutos, Sarmiento anotó su segundo gol de la tarde, convirtiendo en un silencio abrupto a un estadio que poco a poco comenzaba a manifestar su frustración y decepción.

La reacción desde las gradas fue intensa. Desde la Tribuna del Norte, un mensaje directo fue dirigido a los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos del club. Las tensiones aumentaron en el Sur, donde un intento de invasión obligó a suspender el juego durante más de media hora. Una vez reanudado el partido, el equipo no mostró señales de reacción, reflejando la descomposición y falta de dirección que ha comenzado a afectar cada rincón del club.

Este resultado adverso deja a Millonarios hundido en el fondo de la tabla y coloca a David González en una situación crítica, con un pie en la salida. El futuro del club atraviesa una encrucijada peligrosa; las decisiones que se tomarán en los próximos días serán determinantes para evitar que esta crisis continúe profundizándose en una de las instituciones más emblemáticas del fútbol colombiano.

Eldeportivo.com.co

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