En el marco de unas elecciones generales que están marcadas por la competencia ajustada, los dos candidatos más destacados para el puesto de primer ministro de Australia, el Anthony Albanese del Partido Laborista y el conservador Peter Dutton, han cerrado sus respectivas campañas electorales este viernes, justo un día antes de la votación. Este evento electoral ha estado caracterizado por temas urgentes como el alto costo de la vida y la influencia de Donald Trump en las agendas políticas australianas.
El primer ministro Albanese, quien lidera el Partido Laborista desde las elecciones de mayo de 2022, está intentando asegurar su reelección por un nuevo período de tres años. Su discurso se ha centrado en el compromiso con el progreso social y mejoras en la vida cotidiana de los australianos, advirtiendo sobre las posibles consecuencias de una victoria de la coalición conservadora, que podría llevar al país a un periodo de recortes y descontento social.
Anthony Albanese Foto:X: @AnthonyalBanese
Durante una conferencia de prensa el viernes, Albanese manifestó: “En tiempos de incertidumbre, pueden estar seguros de que el Partido Laborista tiene un plan para construir el futuro de Australia. Por el contrario, la coalición conservadora traerá consigo recortes y caos en nuestra sociedad”. En su discurso, también reveló su intención de visitar EE.UU. como su primer destino al exterior en caso de ganar nuevamente el poder, con la finalidad de dialogar sobre los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
Australia se ha visto afectada por una serie de aranceles, incluyendo un 10 % para las importaciones de varios países que están en vigor desde el 5 de abril y un 25 % en tarifas por acero y aluminio, a pesar de mantener un superávit comercial con los EE.UU.
Peter Dutton Foto:X: @peterdutton
La sombra de Trump
La influencia de Donald Trump y su mantra de “Grandes sorpresas” ha dejado una huella en el proceso electoral. Peter Dutton enfatizó en una reciente declaración: “A lo que les diría a los australianos en estas elecciones es que tienen una alternativa crucial y aún hay tiempo. Estoy seguro de que podemos ganar esta elección y devolver a nuestro país al camino correcto”. Su estrategia ha sido permeada por la retórica del ex-presidente estadounidense, lo que le ha permitido mantenerse a flote en las encuestas hasta finales de 2024.
Sin embargo, la política aduanera errática de Washington, exacerbada por la llegada de Trump a la Casa Blanca, ha puesto en duda muchas de sus propuestas, y algunos analistas advierten que su candidatura podría estar en desventaja.
Una encuesta realizada por la consultora Redbridge revela que el 53 % de los encuestados indica su intención de votar por el Partido Laborista, frente al 47 % que apoya a la coalición conservadora de Dutton, justo a un día de las elecciones australianas más importantes.
A pesar de estas cifras, los analistas también mencionan que hay una posibilidad importante de que el Partido Laborista no logre obtener la mayoría absoluta, lo que podría obligarles a establecer acuerdos con partidos minoritarios o con diputados independientes para asegurar su gobernabilidad.
Donald Trump. Foto:AFP
Desgaste bipartidista
La polarización entre las dos principales fuerzas políticas de Australia es notoria entre los votantes. Muchos sienten que debe buscarse la mejor opción, ya que ninguno de los partidos principales aborda todas las problemáticas relevantes. “La mayoría de los australianos cree que no se enfrentan adecuadamente a las más importantes cuestiones”, comentó Efe Libby.
Otra votante, Sofía, expresó que nunca se ha sentido “completamente representada en las elecciones”, añadiendo: “Puede que no haya tenido la oportunidad de votar por una mujer o por alguien que no se ajuste a la norma de género. Esto sería interesante”.
La ley australiana exige la participación de más de 18 millones de australianos en las elecciones, de los cuales alrededor del 40 % ha votado anticipadamente, según fuentes de la Comisión Electoral de Australia.
Agencia EFE