El presidente preguntó a los eventos de sus aspiraciones para ser candidatos, pero el ex representante respondió que “solo las personas” pueden pedirme que me pregunte.
15. Mayo de 2025. El presidente de Bolivia, Luis Arce ha anunciado su decisión de renunciar a la candidatura para la reelección en las elecciones programadas para el 17 de agosto. Esta decisión, lejos de ser un acto aislado, se enmarca en un contexto donde la unidad del país parece mantenerse en torno a los candidatos que presentan mayores opciones para enfrentar a los partidos de oposición.
En un discurso realizado en La Paz, transmitido por el canal de televisión oficial de Bolivia, Arce expresó: “Estoy anunciando al pueblo boliviano, de manera inequívoca, mi decisión de rechazar mi candidatura presidencial en las próximas elecciones”. Con esta afirmación, el presidente busca abrir el camino hacia una mayor cohesión en el ámbito político nacional.
Asimismo, Arce dirigió su atención al ex presidente Evo Morales, instándolo a renunciar a sus propias aspiraciones presidenciales. Arce hizo un llamado al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, a unirse en la búsqueda de una unidad eficaz que beneficie al sector popular. “Estoy buscando la unidad más amplia posible en la izquierda, cuya meta sea consolidar un programa de gobierno conjunto y elegir al candidato que tenga las mejores posibilidades de enfrentar a los adversarios de Bolivia”, destacó el presidente.
Arce subrayó la importancia de sus palabras al afirmar: “Debemos defender nuestro estado plurinacional y las conquistas populares, de lo contrario, podríamos facilitar el regreso de un gobierno de derecha”. Poniendo en relieve su preocupación, el presidente remarcó que el principal enemigo al que se enfrenta el país es el imperialismo, representado por “el derecho fascista”, y que esto nos empuja hacia divisiones internas. “A partir de ahora, estoy comprometido plenamente con la gestión hasta que finalicen estos casi seis meses”, aseguró Arce.
Por su parte, Morales indicó el miércoles que “solo las personas” pueden solicitarle que renuncie a su candidatura presidencial. “No tenemos ambiciones personales. Respetaremos el mandato de la gente para salvar a Bolivia nuevamente”, escribió Morales en la red social X. Además, enfatizó que “nunca” abandonará su conciencia revolucionaria y que se mantendrá “de pie”. “Invitamos una vez más a nuestros hermanos y hermanas a regresar a la familia, a la cuna de la verdadera revolución, para que juntos y unidos, logremos el triunfo en las encuestas y reconstruyamos la patria destruida”, manifestaron sus palabras como ex presidente.
Controversias en el MAS
Arce es considerado la principal carta a la presidencia por parte del Movimiento Oficial para el Socialismo (MAS). Sin embargo, el partido se enfrenta a desafíos significativos, ya que debían anunciar su fórmula presidencial el domingo pasado, un evento que se vio pospuesto. El gobierno tiene la intención de participar en las próximas elecciones sin la presencia del ex presidente, cuya influencia aún se siente en las filas del partido.
Morales, quien lideró el MAS durante casi tres décadas, se ha distanciado de la narrativa del partido desde noviembre de 2024, tras una sentencia judicial que consolidó la posición de Arce como nuevo presidente. Tras este evento, Morales decidió renunciar al MAS, fundando un nuevo bloque llamado Pueblo, y anunció su intención de presentarse como candidato presidencial.
Con una trayectoria de tres mandatos en Bolivia (2006-2009, 2010-2014 y 2015-2019), Morales continúa su búsqueda de una vez más ser candidato, a pesar de las restricciones constitucionales que limitan las reelecciones en Bolivia a un solo período. Las relaciones entre Morales y Arce comenzaron a deteriorarse a partir de finales de 2021, debido a desacuerdos sobre decisiones gubernamentales, el control del partido y la candidatura presidencial.
El partido en el poder se encuentra en un proceso de reconstrucción antes de las elecciones, intentando reagrupar al bloque popular de izquierda. Esto se produce en medio de una crisis económica, marcada por la escasez de dólares y combustible, lo que ha insuflado protestas ciudadanas. La renuncia de Arce a la candidatura se da en un contexto en el que las encuestas no lo favorecen, con cifras reportadas a fines de marzo que lo colocaban en una posición desfavorecida, con un solo uno por ciento en las intenciones de voto según un asesoramiento de captura.