Brayan Campo, condenado por ventas con Sofía Delgado, habló sobre su compañera Evelyn Rodas: “Debe odiarme”

“No pensé en ese momento”, fue una de las expresiones que mencionó sin dudarlo Brayan Campo en una entrevista concedida a Sofia Delgado. Durante esa conversación, Campo relató impactantemente cómo llevó a cabo el crimen, ocultando el cuerpo de la víctima, escapando del lugar del suceso y regresando más tarde. Este testimonio ha generado una fuerte respuesta en el debate público sobre la violencia de género y la impunidad.

En el formato del canal Comportamiento Criminal, Campo abordó su relación con su esposa, Evelyn Rodas, y reflexionó sobre el dolor que su crimen podría haber causado en su vida. Él aseveró que ahora ella, de manera indudable, “Debe odiarlo”. Esta afirmación resuena con fuerza al considerar las implicaciones emocionales y psicológicas que un acto tan trágico impone no solo a las víctimas, sino también a los agresores y sus seres queridos.

“Ella confió mucho en mí”

Durante la charla, Campo declaró que nunca reveló su crimen a su pareja, Evelyn Rodas, a pesar de las preguntas que ella le hizo sobre Sofia Delgado. “Ella confió mucho en mí… Me preguntó si vi a una chica y no le dije que no”, confesó. Arena de un terrible juego emocional, Campo continuó, “Ella me informó sobre las cosas generales que miraban las cámaras que las autoridades vinieron a revisar, pero nada más,” insinuando que Rodas estuvo completamente ajena a lo que realmente había ocurrido.

El testimonio de Campo también incluyó críticas a la labor de la fiscalía. Dijo que las autoridades arrestaron a su esposa como parte de una estrategia para quebrarlo emocionalmente. “La arrestaron para presionarme.… Querían involucrarla como cómplice, pero todo era una fachada de la oficina del fiscal,” expresó, refiriéndose a cómo se sintió acorralado por la presión del juicio y la investigación.

“Nadie dijo nada”

Campo, refiriéndose a su esposa y su hija, aseguró: “Me presionaron con mi hija, con ella … y todo esto desafortunadamente Destruyó su vida.” En un momento de violenta auto-reflexión, dice: “Sabía que si le decía, de repente podría apoyarse en el amor que me tenía… y tenían la intención de envolverla como socia. Entonces decidí actuar por mi cuenta. Nadie dijo nada.”

Insistió en que realizó todo esto solo, sin informar a nadie, ni siquiera a su padre o amigos. “Nunca, nunca, nunca … mi familia, mi papá también me dijo: ‘¿Por qué no me lo dijiste?’ Y le respondí: ‘No quería involucrarlo porque también parece que eras un cómplice'”, resumió. Mantenía una postura de aislamiento, reiterando que jamás confió en nadie. Finalmente, aseguró a su esposa, con un tono de certeza, “Debes odiarlo” por el crimen que cometió, dejando en claro su percepción del impacto de sus acciones.

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