Discusión sobre el cambio climático, en la apariencia técnica, termina incrustados en la batalla cultural. Y no solo creo que, en los padres entre los gobiernos, entre los partidos o entre representantes políticos, por ejemplo, para los incendios de verano o los otoños de hoy. El debate es más profundo: colocar bajo el aumento de la producción capitalista.
Capital y cambio climático
Después de más de dos siglos, el capitalismo completamente establecido, el planeta se calienta por acciones humanas, principalmente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero que se derivan principalmente de la combustión fósil.
Entre las evidencias robustas del puente: el aumento de la temperatura global promedio en 1,5 grados desde la era preindustrial, una mayor concentración de CO2 en la atmósfera a 420 ppm desde el calor en los océanos y su acidificación, elevación del nivel del mar, renovado de glaciares y más frecuencia de fenómenos extremos (gafas, tierras terroriales, incendios forestales, incendios forestales).
Cambio climático y entorno
Este panorama creó la conciencia climática que tomó el cuerpo en el movimiento del medio ambiente.
No solo fueron solo luchas sociales que se derivaron de los efectos más inexcelentes de este daño ambiental, sino que la clase capitalista misma comenzó a ver la barrera del crecimiento del capital. El término de eso fue el Club de Roma (1968) que reúne la economía, la política y la ciencia para preparar su Informe Border de Crecimiento (1972).
A partir de ahí, la ONU, el más cercano al gobierno mundial se hizo cargo de la acción sobre el tema: la primera conferencia ambiental en Estocolmo (1972); Primera vez en Ginebra (1979); Luego Toronto (1988) y la cumbre del país en Río de Janeiru (1992). A partir de ahí, cada año, cientos de líderes políticos de los países principales se reúnen en COP (climas Tops). Hay casi 30. Es cierto, hay muchos “Bluvvo, Bluvvo … Tururú”. Pero también nos dice que el problema es real, global y difícil de resolver en la red capitalista.
Ecología y Ciencia
Parte del medio ambiente consiste en el sector científico (universidades, laboratorios, industria, complejos, academias, personalidades independientes).
A través del capitalismo, la ciencia jugó un papel clave: el descubrimiento del efecto invernadero en el medio: el papel de los CO2, más que otros gases (metano, desde el cual han realizado la formación de modelos predictivos a los efectos del calentamiento global.
Ciencia y negación
De esta manera, una comunidad científica muy empírica generalmente solicitó más del 90 por ciento de encuestas, sobre la existencia del cambio climático, su prevalencia sobre el enfriamiento global (otra teoría científica) y la necesidad de tomar medidas (reducción de emisiones globales).
Sin embargo, hay minorías científicas que, aunque ingresan a elementos racionales de las críticas, están principalmente impulsadas o respaldadas por intereses muy especiales (como la industria fósil y energética). Otro exponente de la subordinación de la producción científica sobre los intereses económicos.
Esta negación científica, adoptando su origen, niega sus efectos y niega la urgencia de enfrentarlo), no solo estrellas en un debate científico, sino que es una base científica de la lucha ideológica alrededor del clima.
Posición ambiental y términos políticos
Si el denumer climático es la expresión teórica de los intereses económicos de los sectores especiales de la compañía, incluida la industria tradicional (fósil, acero, automóvil, entre otras cosas), el consenso científico climático se convirtió en la posición teórica dominante del capital.
Veamos, aproximadamente, formas políticas que estos intereses sociales también toman esa estrella en la batalla cultural.
1. Climate Denumes respaldadas por corporaciones fósiles y industrias y transporte tradicionales (capitalistas y trabajadores).
– niega o minimiza el problema.
– Ver las políticas climáticas “Agenda ideológica” o la intención de la élite.
– Propone la reapertura de la mejora térmica y nuclear de los hidrocarburos y elimina los impuestos verdes.
La expresión política de esta posición son los derechos reaccionarios, tradicionales y los derechos extremos. Destacamos la hipocresía que se consume cuando se les niega con otros con otros en contra de sus efectos (bunkers, tecnologías alternativas, seguridad privada en desastres, como Walmart en Katrina Hurricolans).
2. Capitalismo verde. La base social se encuentra en el resto de la industria, el sector primario y los servicios tradicionales. Se esfuerza por hacer compatible con el crecimiento económico y la reducción en el espectáculo.
– Se mueve entre una cálida aceptación y un examen parcial.
– Se encarga de los gastos económicos y la competitividad.
– Prefiere instrumentos de mercado (tiendas de carbono, impuestos en carbono), innovación tecnológica (hidrógeno, nuclear, CCS o captura de carbono) y estados de papel limitados. Él aboga por una transición gradual y “pragmática”.
En este enfoque, la ley moderada y parte de la izquierda institucional convergen. Su expresión mayoritaria es 2030. Agenda diseñada por la ONU en 2015. años.
3. Nuevo trabajo verde (o un nuevo pacto verde): considera una gran inversión pública, creando empleo verde y protección social, aunque sin necesariamente exceder la lógica capitalista.
– Reconoce el origen humano y desigual del fenómeno (ricos y más desarrollados, más países de culpa).
– énfasis en la justicia climática: social, territorial y otros.
– Propone una transición justa: regulación estricta, sectores de contaminación, el fin de los subsidios fósiles, la promoción de la energía limpia y la protección de los trabajadores y regiones afectados.
Irá para localizar el socialdemócrata, progresivo y verde, e incluso elementos del ecosocialismo, una de sus expresiones que es el Pacto Europeo Verde (2019).
Superar críticamente el medio ambiente
Como se ve, el ecosocialismo más radical o los ecologistas revolucionarios son una minoría. Este es el grado actual de conciencia ambiental.
Sin embargo, el entorno Corriente principal Apoya las críticas serias: a pesar de las reuniones y acuerdos para aumentar la emisión; Las leyes y planes tienen en cuenta las necesidades del capital nacional y sectorial; Empresas que traicionan el negocio verde más apropiado, los fondos (próxima generación) o los subsidios; Enfatiza las medidas individuales y de los consumidores que socavan la conciencia de los ciudadanos; La mezcla de energía con la superación de fuentes de energía renovables se necesita mejorada (obscena); Comercialización de la naturaleza; Y tantos otros.
Pero más allá de estas críticas, la recepción ecológica mayoritaria, la naturalización, no recibe que no pida, solo se esfuerza por la gestión capitalista de la naturaleza: no es que su situación no sea difícil o envidia en la reproducción capitalista.
Por lo tanto, se necesita la lucha contra el medio ambiente; Aún más si están asociados con la prueba de capital como una relación social que subordina todo en rentabilidad; Peleas que deben manejar la conciencia dialéctica que fomenta la conciencia ambiental. Aunque la superación de la conciencia dialéctica está determinada por el desarrollo capitalista, siempre será más fácil e intacto si comenzamos a tener en cuenta.
4.9.2025
Pedro Andrés González Ruiz, autor Blogga Criticonomia