América Latina será la región con el crecimiento global más bajo en 2025, proyectándose en un 2,1 %, según las advertencias emitidas por el Banco Mundial el miércoles. Esta situación resalta los problemas de bajas inversiones, el alto nivel de endeudamiento de los países y la volatilidad de la economía global como obstáculos significativos para el desarrollo sostenible de la región.
En el marco del informe que aborda la situación económica de América Latina y el Caribe, la Organización Financiera Internacional ha expresado su creciente preocupación por las tensiones comerciales derivadas de las políticas en materia de aduanas establecidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que está afectando la dinámica económica regional.
Trump introdujo el 10 % de aduanas generales. Foto:Istock / efe
En este contexto desafiante, el Banco Mundial prevé un bajo crecimiento económico regional de 2.1 % para el año 2025, mejorando ligeramente a un 2.4 % para 2026. Sin embargo, hay diferencias significativas con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que no anticipa una contracción económica en México, sino más bien un estancamiento.
En cuanto a las proyecciones específicas para cada país, se anticipa un crecimiento del 1.8% en Brasil; del 5.5% en Argentina; un 2.4% en Colombia; un 2.1% en Chile; un 2.9% en Perú; un 1.9% en Ecuador; un 1.2% en Bolivia; un 4% en la República Dominicana; un 2.2% en El Salvador; un 3.5% tanto en Costa Rica como en Panamá y Paraguay; un 3.4% en Nicaragua, y un 2.3% en Uruguay.
Sin embargo, la situación es aún más preocupante en Haití, donde se espera una contracción económica del 2.2%.
“Las elevadas tasas de aduanas y el contexto de incertidumbre comercial que ha perdurado durante una década han frenado una mayor integración de la región con las cadenas de suministro de los Estados Unidos, lo que pone en riesgo los empleos en las industrias vinculadas a la exportación”, alerta el Banco Mundial.
Los acuerdos que han sido firmados por México y Mercosur con la Unión Europea “representan un avance hacia la diversificación de los mercados”, aunque es imperativo “abordar una agenda que ha estado en espera durante décadas en áreas como infraestructura, educación, regulación, competencia y política fiscal”, sugiriendo la necesidad de un enfoque coordinado para impulsar el crecimiento.
La lucha contra la pobreza sigue, pero a un ritmo más lento. Foto:Getty Images
Además, el informe señala que la reducción de la ayuda externa al desarrollo tras la presidencia de Trump ha llevado a un mínimo histórico en la asistencia de USAID, la cual era considerada la agencia humanitaria más grande a nivel mundial. Esto tiene repercusiones significativas en Haití, que seguramente afectarán también la conservación de la Amazonía en América del Sur y el apoyo a “migrantes venezolanos en los países receptores”.
En el ámbito fiscal, el Banco Mundial advierte que el gasto público “se mantiene elevado” y el déficit fiscal sigue siendo “significativo”. A pesar de los esfuerzos, el progreso en la reducción de la deuda es limitado, con la relación deuda/PIB incrementándose en 2024 a un 63.3 % en comparación con el 59.4 % de 2019.
También es importante mencionar que la disminución de la pobreza continúa, aunque a un ritmo más lento. Las estimaciones para 2024 indican que la pobreza monetaria se reducirá al 24.4 % de la población en América Latina y el Caribe, en comparación con el 25 % de 2023. Sin embargo, el Banco Mundial señala que las desigualdades sociales y económicas siguen siendo muy marcadas.
El Banco Mundial se especializa en economía y desarrollo internacional. Foto:Tejer
“El panorama de la economía mundial ha cambiado drásticamente, caracterizado por un aumento en la incertidumbre”, indicó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, en un comunicado oficial.
“Los países deben centrar sus estrategias y promover reformas audaces que fomenten la productividad y la competitividad”, añadió, subrayando la urgencia de la situación en la región.