Muchos acampan y construyen refugios improvisados sobre las ruinas de sus hogares, que otros ni siquiera pueden localizar en medio de tanta destrucción.
Gaza/Londres. 20 de octubre de 2025 Hace una semana, cuando entró en vigor el alto el fuego en Gazadecenas de miles de palestinos abandonaron los campamentos en expansión en el sur para regresar a sus hogares en la ciudad de Gaza y sus alrededores. Un regreso a casa impactante y difícil para la mayoría.
Un mes después de que las fuerzas israelíes les ordenaran abandonar sus hogares, la carretera costera se llenó de palestinos que se dirigían al norte, casi todos a pie. Un río humano que transporta las pocas cosas que lograron salvar en una reubicación tras otra.
A su llegada, los retornados se encontraron con una desolación total. Grandes zonas del norte quedaron simplemente devastadas. Ya no era posible reconocer sus casas y barrios. Sus comunidades fueron borradas del mapa.
La magnitud de la destrucción ha dejado a las familias en un terrible dilema: quedarse y buscar refugio en los restos derrumbados de sus antiguos hogares, o regresar a las tiendas de campaña de los campamentos en el sur, donde tienen más posibilidades de encontrar comida y agua. Una decisión que depende de otra gran incógnita: cuánto durará la tregua y si se consolidará como una paz permanente o no.
“Esperaba volver y encontrar mi casa en pie, pero lo que encontré fue todo lo contrario: ni siquiera reconocí la zona; todo estaba arrasado”, dice Suhair al-Absi, de 50 años, al llegar al barrio de Sheikh Radwan, en el norte de la ciudad de Gaza. “No pude identificar los restos de mi casa porque las ruinas de todas las casas estaban mezcladas. La destrucción es inimaginable, algo que la mente no puede comprender”, añade Absi, madre de siete hijos.