El jesuita español Juan Antonio Guerrero fue el responsable de la Secretaría de la economía del Vaticano entre noviembre de 2019 y diciembre de 2022. Durante su mandato en esta crucial posición, Guerrero fue testigo y partícipe del proceso que el Papa Francisco inició para mejorar la transparencia y la eficacia en la gestión económica de la Santa Sede. Este camino incluyó una mayor apertura en su administración, el aumento de la austeridad y el fortalecimiento de los controles sobre las finanzas de los diferentes organismos que conforman la estructura de la Iglesia Católica. Guerrero fue una figura clave en la implementación de estas reformas.
Guerrero dejó su puesto principalmente por razones de salud. A través de su trabajo en la economía del Vaticano, estuvo a la altura de las expectativas del primer Papa latinoamericano, Jorge Mario Bergoglio, quien falleció a la edad de 88 años el lunes pasado. Este legado reformista en el ámbito económico que impulsó Guerrero es significativo, ya que busca responder a las demandas de una Iglesia más comprometida con la realidad social.
¿Qué destacarías tus recuerdos con Francisco?
Uno de los aspectos más destacados de mi experiencia con Francisco es su profunda humanidad y su rica espiritualidad. Era una persona extraordinaria, cuya sensibilidad espiritual se notaba tanto en las conversaciones que tenías con él como en sus innumerables gestos de bondad y compasión. Siempre se sintió guiado por Jesús y procuró que la Iglesia emulase sus enseñanzas. Desde un principio, experimenté una cercanía con él que superaba la relación de jefe y subordinado; era alguien que actuaba más como un hermano, tratando a los demás con auténtico afecto y generosidad. Su personalidad era verdaderamente excepcional: podía abordar temas complejos de la humanidad, pero lo hacía siempre desde la óptica de un amor tangible hacia los pobres y marginados.
¿Cómo cambió la iglesia en estos más de 12 años pontificados por Jorge Mario Bergoglio?
Como él mismo ha señalado, siguió las líneas del programa discutido entre los cardenales antes del cónclave, promoviendo así un diálogo interreligioso y un compromiso con los problemas sociales. Su ministerio fue impulsado por preocupaciones relacionadas con nuestra “casa común” y la “hermandad universal”. Uno de los legados más significativos de su pontificado es su encíclica “La alegría del Evangelio”, que sienta las bases para un enfoque contemporáneo de la doctrina católica. Francisco también entendía que la Iglesia no es solo una institución, sino una comunidad de fieles bautizados que debe involucrarse en el mundo. Su énfasis en la necesidad de actuar con solidaridad se hizo aún más evidente durante la pandemia, donde llamó a la humanidad a realizar un esfuerzo colectivo. Nadie puede olvidar cómo resaltó la importancia de la hermandad universal y la preocupación por el medio ambiente, aspectos cruciales en nuestra sociedad actual.
Papa Francisco y jesuita José Antonio Guerrero. Foto:Pin de Salamanca
¿Cómo estaba el trabajo a lado con Francisco?
Colaborar con Francisco fue un proceso sencillo y enriquecedor, una verdadera bendición. Podías abordar cualquier tema con él, sin formalismos ni reservas. Su franqueza era notable; era un hombre que llamaba a las cosas por su nombre. Trabajé mano a mano con él, lo cual fue gratificante. Era un trabajador incansable, pero siempre mantenía un trato humano, haciéndote sentir que tu opinión importaba. Nunca se mostró apresurado ni estresado; emanaba una paz notable. Aunque su compromiso con el trabajo era enorme, también dedicaba tiempo a la oración, lo que creo que era su fuente de energía. Francisco poseía una profunda convicción y una gran pasión apostólica.
Se le encargó promover la reforma del financiamiento del Vaticano. ¿Han dejado de ser una fuente de escándalos?
Sin duda, creo que hemos avanzado significativamente en este ámbito. La administración del Vaticano ha mejorado de manera notable en cuanto a transparencia y apertura. Gracias a las nuevas políticas implementadas, cualquier posible irregularidad sería detectada de inmediato. Aunque el mundo sigue siendo un lugar complicado, las nuevas estructuras de presupuesto y control ayudan a mitigar los riesgos de escándalos. No obstante, siempre hay margen para continuar mejorando, y es importante estar atentos a los retrocesos que puedan ocurrir cuando surgen fuerzas de oposición.
¿Qué características deberían tener el sucesor de Francisco?
Francisco ha sabido ser un líder carismático, y es probable que su sucesor no lo sea tanto. Sin embargo, es imperativo que el próximo Papa reconozca la importancia de continuar con las grandes líneas de este pontificado, tales como la sinodalidad y la apertura al mundo. Debería ser alguien que, aunque menos carismático, esté comprometido con la inclusión y el diálogo. Poseer un carácter más institucional podría ser beneficioso para afrontar los retos que vienen.
Francisco ha sido un hombre carismático, probablemente el próximo Papa no lo sea así, pero supongo que será consciente de la importancia de seguir las grandes líneas proporcionadas por este pontificado
Juan Antonio GuerreroLa cabeza de la Secretaría de la Economía de los Santo.
¿Deberíamos decantar todos estos cambios ahora?
Definitivamente, creo que sería beneficioso. Han surgido múltiples cambios, pero lo verdaderamente necesario ahora es institucionalizarlos para evitar cualquier reversión. Implementar nuevas leyes es solo el comienzo; lo esencial es fomentar un cambio cultural interno que, aunque ya ha comenzado, necesita ser continuado para que tenga un impacto duradero.
¿Crees que Francisco era un papa progresista?
La verdadera fuente de la visión de Francisco proviene de Jesucristo. Aunque algunos pueden etiquetarlo como progresista, él actuó de acuerdo con los principios del Evangelio, lo cual incluye la cercanía con los pobres y los marginados. Su autenticidad se muestra en su aceptación de sus propios fracasos; nunca intentó presentarse como un Papa infalible. Sus detractores a veces usaban esto en su contra. Francisco ha cumplido con su misión hasta el final, actuando de acuerdo con su convicción y su fe.
Bergoglio pertenecía a la sociedad de Jesús, como tú. ¿Crees que era un papa muy jesuita?
Por supuesto, ha sido un jesuita en toda la extensión de la palabra. Su forma de ver el mundo era ignaciana y profundamente evangélica. Recuerdo una conferencia que ofreció a jóvenes estudiantes en la Iglesia del Gesù, donde al hablar de San Ignacio, se mostró genuido y entregado, hablando desde el corazón. Su enfoque era completamente jesuita, centrado en los demás. Sin embargo, un aspecto que le pudo haber faltado es un sistema de consulta robusto para la toma de decisiones, algo que los jesuitas suelen emplear. Ni el Consejo de Cardenales ni el grupo formado por los diversos dicasterios de la Curia lograron reemplazar eso.
Darío Menor
Especial para el tiempo
Roma
El Departamento del Atlántico en Colombia ha tomado un giro hacia la atención de la…
Jorge Soto, el destacado portero de América de Cali, ha decidido pronunciarse abiertamente sobre las…
Nueva masacre en el norte de Santander: dos niñas y adultos fueron asesinadas por hombres…
El partido entre Deportivo Pereira y Junior, correspondiente a la fecha 16 de la liga…
"Pedí que mi trabajo híbrido se volviera distante para pasar más tiempo; fue un error"…
Recientemente, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) comunicó al público su decisión en respuesta…