Dígale al abogado de la víctima

José Erley Ramírez Garcés es un hombre que, durante un tiempo, asumió el rol de PílCo y cuya vida dio un giro trágico al ser involucrado en un caso de abuso en su comunidad, especialmente en el contexto de El pueblo de San Andrés de Chinchiná (Caldas), donde supuestamente abusó de su hijastra y la corrió tras lograr escapar de él. Este hombre ya cuenta con una orden de arresto y está enfrentando cargos por tres delitos graves.

Además, se señala que él había sido el pastor de la Santa Rosa de Cabal (Risaralda), donde fue acusado de llevar a cabo actos de acceso corporal ofensivo en mujeres y niñas, así como secuestro. A pesar de las graves acusaciones formuladas en su contra, él no ha aceptado responsabilidad alguna.

En una entrevista, Julián Martínez, representante legal de un niño menor de 13 años que fue víctima de estos actos, reveló que el niño todavía se encuentra hospitalizado, recibiendo atención médica y psicológica tras los traumáticos sucesos que vivió, los cuales fueron captados por cámaras de seguridad.

Además, se han filtrado fotos que muestran un agujero en el suelo y un amplio acetábulo en la parte trasera de la granja de este hombre, donde presuntamente había planeado deshacerse del cuerpo del niño.

“Es posible que yo quisiera hacerlo, no solo contra una niña, sino también contra mi madre. Sin embargo, como no se concretó el crimen, no fue acusado del intento de asesinato. De acuerdo a la legislación penal colombiana, una persona es juzgada por las acciones que lleva a cabo, no por sus intenciones”, explicó Martínez a este periódico, ilustrando así el contexto legal en el que se desarrolla el caso.

A pesar de la situación, la defensa espera que el sujeto enfrente una condena ejemplar, dado que los delitos principales presentan múltiples agravantes. Actualmente, existe la incertidumbre sobre si podría enfrentar una pena de hasta 40 años de prisión.

“Esta es la línea de trabajo que seguimos junto con la fiscalía. Afortunadamente, el niño cuenta con un fiscal que ha llevado a cabo un trabajo excepcional. Por lo tanto, el abogado defensores del acusado no ha podido cuestionar ninguno de los cargos. La recopilación de evidencia es extensa, y tenemos esperanza de que se logre justicia para este menor.“, destacó el abogado representante de la víctima.

Por el momento, se está a la espera de que INPEC determine en qué centro penitenciario se mantendrá al acusado mientras se lleva a cabo el juicio y se resuelve su situación legal. Es importante mencionar que la defensa ha solicitado que se le mantenga fuera de la cárcel de café para evitar represalias adicionales. No obstante, esta solicitud debe ser revisada por las autoridades pertinentes para determinar su viabilidad.

Teléfono de Mable a comunidad

Después de que esta situación salió a la luz y se supo que el niño había escapado descalzo, con una cuerda atada al cuello y una cinta cubriendo su rostro, tras haber supuestamente sido abusado por su padrastro, la comunidad se mostró profundamente indignada y respondió con acciones de carácter violento.

Uno de los actos de furia comunitaria fue el ataque a la sede del Ministerio Protestante del Reino, ubicada en la comuna de Santa Rosa, donde José Erley Ramírez Garcés había ejercido como pastor, realizando cantos y bautismos en las aguas de los ríos de la región.

Desafortunadamente, este lugar también era el hogar del agresor, donde vivía con su familia, incluida la víctima.

“La comunidad está muy molesta; las personas en la zona no están bien con lo que ocurrió. Esto llevó a que se produjeran daños en el lugar, lo que igualmente afectó a la familia, porque después de lo que sucedió, regresaron a su hogar y lo encontraron destruido. Hacemos un llamado a la comunidad para que confíen en el sistema judicial y en nuestras instituciones, evitando cualquier tipo de represalia que pueda afectar la investigación o el bienestar de la víctima y su familia”, mencionó Martínez, abogado de la víctima.

Se espera que en los próximos 90 días se convoque nuevamente a interrogatorios para continuar el proceso penal, ya que se debe garantizar que el hombre no sea liberado bajo condiciones que podrían comprometer la seguridad de la víctima.

También puede estar interesado: