Se habla de un segundo caso relacionado con estas propiedades, siendo el más reciente un migrante en Texas, mientras que el primero se localiza en Arizona. Estos casos han puesto de manifiesto la situación crítica en la que se encuentran muchos inmigrantes, quienes viven con el temor de estar en la mira de las autoridades.
Los migrantes dudan de su registro obligatorio con USCIS por temor a la deportación, ¿qué sucede si no lo hago?
La disposición sobre el registro de migrantes fue establecida por la Orden Ejecutiva 14159 el mismo día que asumió la presidencia Donald Trump. Esta orden ejecutiva ha sido presentada como una herramienta provechosa destinada a reforzar la seguridad nacional en el contexto del plan contra la inmigración ilegal, lo que ha suscitado múltiples críticas.
A pesar de que Trump sostiene que esta acción permitirá a los migrantes legales contribuir a la seguridad del país, diversas organizaciones de derechos civiles y activistas han manifestado sus preocupaciones. Los argumentos en contra de la medida citan el riesgo de desconfianza e inseguridad en la comunidad migrante, ya que muchos temen que la información que proporcionen pueda ser utilizada en su contra.
Los migrantes estadounidenses deben estar al tanto de la nueva publicación de USCIS.
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Gloria Fuentes, residente en Los Ángeles, compartió su perspectiva con el Los Ángeles Times sobre la incertidumbre generada por esta iniciativa: “No sabemos si debemos registrarnos o no. Las autoridades ya saben dónde estamos, porque mi esposo paga impuestos. Este tipo de confusión añade aún más estrés a nuestras vidas”.
Nicole Melaku, CEO de la National Partnership for New America (NPNA), subrayó que este tipo de registro ya ha sido implementado anteriormente en los Estados Unidos, con resultados negativos visibles que han afectado a la comunidad migrante de manera desproporcionada.
En línea con estas preocupaciones, Angélica Salas, líder de la Coalición de Inmigrantes de Derechos Humanos (Chirla), criticó fuertemente esta acción, enfatizando que “este sistema está diseñado para introducir miedo y facilitar la separación de la familia.” Las repercusiones de tal acción no son solo legales, sino humanas, y representan una grave amenaza para la cohesión familiar.
Desde el 11 de abril, los migrantes que no cumplan con la orden podrían enfrentarse a multas de hasta $5,000. Además, quienes infrinjan la normativa también podrían ser detenidos por hasta 30 días y enfrentar cargos por un delito menor, según la regulación que establece USCIS. Esta situación ha llevado a muchos a cuestionar el costo emocional y social de la medida, un reflejo del clima tenso existente en torno a la inmigración en Estados Unidos.