
En Corregimiento Piedras de Miller, Zapayán Commune, La lluvia no solo inunda el cultivo: también elimina las carreteras. Donde pasan las motocicletas y los camiones antes, hoy solo se pueden ver charcos y vehículos profundos atrapados en el lodo.
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“No es posible obtener un paciente. La nota es una muerte segura. Estamos atrapados y desconectados” – dice Emiro Díaz, un líder de la comunidad de esta área, quien afirma que la situación está empeorando con cada aguacero.
Las escenas se repiten en varios municipios del departamento. Bebidas de campo que se comunican con Corregimientos con centros de la ciudad – Permanente Trampas de barro. Incluso los camiones 4×4 no pasan. Los campesinos se prueban a pie, descalzos, cargando los brazos o dentro Bestias que caen en un pantano.
Los caminos rurales de Magdalena se han convertido en icegans. Foto:Redes sociales
El resultado es el aislamiento completo: no llegan alimentos, medicamentos y entregas; Los productos agrícolas no salen; Y la desesperación está creciendo.
Formas transformadas en ríos de barro
En campesino chibolo Edgar Guette Decidió documentar su teléfono celular con la condición de la carretera, que se comunica desde el centro de la ciudad de Corregimiento desde Pol. En la película, Se observan motociclistas mientras caen en el barroLos autobuses y secciones inmovilizadas en las que el agua cubre completamente la carretera. “Se vuelve intransitable cada vez que llueve. No hay forma de una bicicleta. ¿Cómo obtenemos lo que siembamos? “Guette se pregunta quién no pudo llevar sus productos al mercado donde los vende.
En la comunidad Piviay de la comunidad de Veranillo, Carreto, La Fortuna, Canoa y La Estrella, también viven con el mismo drama. Sus caminos, que ya han sido destruidos, cayeron con las últimas lluvias. Los residentes condenan que la máquina amarilla prometida por la oficina del alcalde y el gobierno aún no ha llegado. “La gente de Magdalena está esperando cuando están en el poder, Nos ayudan un poco más” – dice el agricultor, en un tono resignado, que muestra cómo los niños van entre el lodo para ir a las clases.
Niños que se levantan temprano para llegar a las clases … si logran llegar
La crisis no solo es económica. En muchos corregimientos de Magdalena, los niños dejaron de asistir a la escuela porque no pueden exceder los senderos inundados. En otros casos, deben salir al amanecer y caminar unos pocos kilómetros entre el barro.
Los residentes se ven obligados a cargar alimentos con la imposibilidad de pasar camiones. Foto:Redes sociales
En Zapayan, la maestra María Fernanda Fontalvo afirma que la ayuda de la clase ha caído a la mitad desde el comienzo del invierno. “Hay estudiantes que caminan una hora y media, pero si llueve fuerte, no vendrán porque es peligroso. Algunos padres prefieren no arriesgarse a ellos, explica.
En las tiendas, la deficiencia ya es visible: la comida está agotada y los precios aumentarán.
Gente olvidada en el barro
En Zapayán, la comunidad de Piedras de Moer condena que el camino que los conecta con el resto de la comuna se destruye prácticamente. El deterioro complicó la transferencia de pacientes a otros lugares, así como el suministro de tiendas y el transporte de productos agrícolas. “El alcalde no hizo nada. Tenemos máquinas, pero lo usan de una manera diferente, la que tiene una piedra de bálsamo. Este trabajo debe llevarse a cabo con un contrato diferente, no con los recursos de todos “, dice el residente.
Mientras tanto, Grind Stones Chursyws todavía está esperando. “Aquí vivimos en el campo. Si no recibimos productos, no comemos. Y si alguien se enferma, solo queda rezar, “resume a la Sra. Lucila Barros, una mujer de 62 años que cuida a sus nietos, mirando cómo la lluvia llueve nuevamente en el camino.
Plan gubernamental y deuda expectante
. Gobierno de Magdalena Informó que en los últimos años se han realizado inversiones en la mejora de las carreteras rurales históricamente intransitables. Sin embargo, admite que el déficit es genial: Más de 6,000 kilómetros de red terciaria requieren mantenimiento urgenteY muchas secciones ni siquiera aparecen en los planes nacionales de infraestructura.
Las lluvias también causaron inundaciones en el área de la aldea de Magdalena Foto:UNGDR
A pesar del trabajo en la aplicación de la comunidad, se aseguran de que los beneficios no lleguen a todos. “Arreglarán algunos elementos, pero falta mucho más. Mientras tanto, todavía vivimos en el olvido– Dice Emiro Díaz.
Los expertos señalan que el problema no es solo la falta de recursos, sino la falta de planificación y control de los alcaldes. Cada año, las lluvias sorprenden al departamento con los mismos desencadenantes: Carreteras rotas, pérdidas aisladas de campesinos y un millonario en el campo.
“No pedimos lujos, solo la oportunidad de irse”
La última escena se repite en la rural Magdalena: hombres que intentan empujar un automóvil huérfano, mujeres que caminan con bolsas de comida en sus cabezas, niños cubiertos de barro. No hay transporte, no hay mercado, no hay esperanza cercana.
“Nos sentimos olvidados. No pedimos lujos, solo la oportunidad de irse y nuestros hijos aprenden. Alguien nos escucha, dice Doña Lucila.
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Las lluvias recién comienzan, y el panorama ya es crítico. Si las soluciones no llegan a tiempo, el aislamiento podría convertirse en una tragedia humanitaria tranquila: una solución de campesinos de Magdalena, que entre el lodo y la indiferencia, Luchan por el hecho de que no son eliminados del mapa.
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Roger Urieles, para la época de Santa Marta. En x @rogeruv