Pandilleros fueron acusados en un juzgado del distrito de Barlovento durante el fin de semanaLos Costeños” y “Los Pepes” Se enfrentaron en un partido de fútbol inusual. El encuentro se produjo durante el proceso de acercamiento entre estas organizaciones y la Unión Europea gobierno nacionalse presentó como un ejemplo de convivencia dentro de la estrategia “Paz total”.
Las actividades deportivas que se desarrollaron en la zona históricamente dominada por ambas instalaciones atrajeron a decenas de curiosos espectadores. Como se observa en fotos y videos distribuidos en redes sociales, Los jugadores llevaban camisetas con logotipos de cada grupo y en las gradas ondeaban banderas con los nombres de sus líderes. Uno de ellos, visible desde varios puntos, tenía el apodo ‘Castor’, máximo jefe de “Los Costeños”.
Camilo Pineda, coordinador de conversaciones de paz, Confirmó que el partido fue una iniciativa de las propias organizaciones. “Propusieron este tipo de reuniones como gestos de reconciliación territorial a medida que avanzan las conversaciones con el gobierno”, explicó a medios locales.
Según los presentes, el partido terminó con victoria de “Los Costeños”. Sin embargo, más allá del resultado deportivo, el evento se convirtió en un símbolo del momento en que Barranquilla ante negociaciones con estructuras criminales urbanas.
Tregua ampliada y traslado de líderes
El hecho se produjo días después del posible traslado de los seudónimos “Castor” y Digno Palomino -líderes de “Los Costeños” y “Los Pepes” respectivamente- a cárceles de Barranquilla para facilitar un acercamiento con el Alto Comisionado para la Paz.
El encuentro se produjo durante el proceso de acercamiento entre las pandillas y el gobierno. Foto:Redes sociales
Según fuentes oficiales, ambas estructuras ampliaron el alto el fuego hasta enero de 2026, como parte de un compromiso de no agresión que ha dado resultados. Según datos del Ministerio de Paz, en el primer mes de cese de operaciones los homicidios bajaron un 57%, las extorsiones un 84% y los robos comerciales más de un 60%.
Este proceso fue apoyado por el Consejo de la Comisión de Paz como un paso dentro de la política de Paz Total, que pretende detener violencia en las ciudades a través de acuerdos con grupos criminales. En Barranquilla, donde los enfrentamientos entre estas bandas se saldaron con decenas de muertos, la iniciativa generó expectativas pero también escepticismo.
Sin embargo, expertos como los de Fundación Ideas para la Paz Advierten que aún no se ha establecido una mesa de negociación formal. El análisis del think tank muestra que los acuerdos actuales se acercan más a pactos cómodos entre mandos intermedios que a una desmovilización real con obligaciones verificables.
Desconfianza y desafíos a la paz urbana
La Defensoría del Pueblo insistió en que cualquier proceso de negociación debe garantizar los derechos de las víctimas y no debe limitarse a acuerdos entre estructuras criminales. “El objetivo no es sólo reducir los índices de violencia, sino garantizar la verdad, la justicia y la reparación”, reiteró la entidad, al tiempo que llamó a una mayor coordinación institucional.
Digno Palomino y Jorge Eliécer Díaz, alias Castor. Foto:archivo privado
Barranquilla ha sido el epicentro de varias iniciativas de paz urbana. Desde hace meses, organizaciones sociales, líderes juveniles y mujeres participan en mesas de diálogo impulsadas por la Comisaría y el Ayuntamiento Gobernación del Atlántico, en el que buscan “territorializar” la paz y fortalecer la confianza de los ciudadanos.
Sin embargo, los analistas advierten El contexto criminal del departamento es complejo y las estructuras locales mantienen vínculos con la economía ilícita en general, lo que podría dificultar el establecimiento de una tregua duradera.
Aunque las autoridades insisten en la necesidad de verificar cada paso del proceso, los ciudadanos siguen observando de cerca cómo rueda la bola de la paz en un campo donde, hasta hace poco, se escuchaban más tiros que goles.
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