Misión cumplida para Luis Enrique: El PSG venció al Arsenal 2-1 en el regreso de las semifinales del Liga de Campeones de la UEFA 2024-2025. El equipo francés se enfrenta ahora en la gran final, programada para el 31 de mayo en Múnich, a nada menos que al Inter de Milán.
(Puede que esté interesado: el Inter de Milán eliminó al Barcelona y jugará la final de la Liga de Campeones 2025).
En este emocionante partido, el español Fabián Ruiz (27) abrió la cuenta para el PSG, seguido por un gol del marroquí Achraf Hakimi (72). A pesar de la resistencia de los ‘Gunners’, que recortaron distancias con un gol de Bukayo Saka al minuto 76, ya llegaban al partido con una presión enorme tras perder 1-0 en el partido de ida realizado la semana pasada en Londres.
A pesar de que Ousmane Dembelé, quien había sido sustituido a causa de una lesión en su muslo y solo participó durante los últimos veinte minutos, no vio acción en el marcador, fue clave en la jugada del gol de Hakimi. Su aporte ofensivo sigue siendo fundamental para el equipo a pesar de sus limitaciones físicas recientes.
Segunda oportunidad
El PSG se siente entusiasmado ante la posibilidad de alcanzar su segunda final en la historia del torneo europeo más prestigioso, después de haber caído en 2020 contra el Bayern de Múnich en una edición marcada por la pandemia de COVID-19.
Es importante recordar que sus aficionados no pudieron experimentar esa primera final ya que se disputó a puerta cerrada en Lisboa. Por ello, esta nueva oportunidad tiene un sabor especial, cargado de emociones y expectativas.
Levantar el ‘Orejona’ se ha convertido en la obsesión del PSG, especialmente desde la llegada de sus propietarios cataríes en 2011. Esta clasificación a la final se produce en una temporada notable, pues es la primera desde la salida de su estrella Kylian Mbappé hacia el Real Madrid, el actual campeón que fue eliminado este año en los cuartos de final por el Arsenal.
Francia, históricamente, solo ha visto a un club coronarse en este certamen, siendo solo Marsella en 1993 el portador de ese título. Esta vez, el PSG aspira a sumar su primer trofeo de la UEFA Champions League.
Por parte del Arsenal, sus esperanzas de alcanzar una segunda final en la Champions se desvanecieron, recordando su última aparición en 2006, donde enfrentaron al Barcelona. En la Premier League, ahora solo les resta asegurar su posición de manera honorífica.
Maestro Donnarumma
El Arsenal, después de recalibrar sus esfuerzos, salió en tromba, intentando dar la vuelta a la situación. Declan Rice hizo un intento de cabezazo a los 3 minutos, seguido por dos intervenciones espectaculares del arquero Gianluigi Donnarumma, que ya había mostrado su destreza en la primera parte.
El gigante italiano salvó un tiro directo de Mikel Merino a los 4 minutos y luego desvió un poderoso disparo de Martin Odegaard apenas cuatro minutos después. Estas jugadas fueron críticas para mantener el marcador en favor del PSG en un momento que parecía complicado.
El equipo francés, sin embargo, comenzó a recuperar el control. A los 17 minutos, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia tuvo un tiro al palo que pudo cambiar el rumbo del partido. Más tarde, a los 27, tras un tiro libre que fue rechazado por la defensa del Arsenal, el balón llegó a Fabián Ruiz, quien no dudó en lanzar un disparo certero que dejó sin opciones a David Raya.
El guardameta español volvió a brillar a los 30 con una intervención clave para evitar que Bradley Barcola anotara, manteniendo esperanzas en el bando londinense.
Raya detiene una penalización
En la segunda mitad, el Arsenal se mostró incapaz de volver a encender su juego y cuando Saka intentó atentar de nuevo al 64, Donnarumma se hizo presente, utilizando su impresionante envergadura de 1.96 metros para cerrar la opción.
La tensión aumentó cuando David Raya detuvo un penalti lanzado por Vitinha a los 69 minutos, luego de que se señalara la falta tras una revisión del VAR ocasionada por una mano en el área de Myles Lewis-Skelly justo antes de la infracción.
A pesar de ese momento de esperanza para el Arsenal, Achraf Hakimi consiguió marcar a los 72 minutos, finalizando una jugada que comenzó a gestarse gracias a Dembelé, quien había ingresado recientemente al partido.
Aunque el Arsenal logró acortar la distancia con el gol de Saka en el minuto 76, aún estaban dos goles por debajo de la igualdad. El PSG, entonces, demostró su capacidad y conocimiento estratégico para llegar a su segunda final en la historia de la Liga de Campeones.
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