El reciente lanzamiento de autos iniciales destinados a regular la servidumbre en tres páramos representa un avance significativo en el trabajo de Progreso de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) hacia la consolidación de un ambicioso proyecto de energía solar. Este esfuerzo se realiza en alianza con comunidades nativas, un aspecto fundamental para garantizar que los intereses de estas comunidades sean respetados en el desarrollo del proyecto.
Durante el evento protocolar llevado a cabo en Jimaín, territorio ancestral del pueblo Arhuaco, la Agencia Nacional de Tierras, situada en la comuna Pueblo Bello (Cesar), inició formalmente el proceso para regular la servidumbre sobre los tres páramos de la nación. Este es un paso crucial en el desarrollo del Proyecto de Energía Fotovoltaica Terra Initiative.
Las propiedades involucradas en esta iniciativa se conocen como Agropecaria San Jorge, La Arauca y Villa Tati, que están localizadas en la jurisdicción de El Copey Commune, en el Departamento de Cesar.
Esta iniciativa nació de la misma comunidad de Arhuaco y encuentra su expresión en el sector privado, alineándose con los principios de respeto, desarrollo sostenible y una visión basada en los ancestros.
El trabajo realizado por el equipo de hormigas ha permitido avanzar hacia la legalización del uso de estas tierras, facilitando así la implementación de la infraestructura eléctrica necesaria. Este proyecto no solo busca generar energía limpia, sino que también toma en cuenta la protección ambiental y el profundo respeto por la cultura del pueblo Arhuaco.
Certeza legal para desarrollarse con energía pura
Gente de Arhuaco Foto:HORMIGA
Con el inicio de este procedimiento, las hormigas han informado oficialmente tanto a la comunidad como a las entidades involucradas que se han cumplido todos los requisitos topográficos y legales necesarios. Este avance permite la apertura del registro de la servidumbre en el folio de bienes raíces, un paso esencial para garantizar una certeza legal para todas las partes involucradas en el proyecto.
“El inicio del proceso para otorgar la servidumbre significa que hemos cumplido con todos los requisitos técnicos necesarios para avanzar en el proyecto Terra Advance. Esta es una iniciativa que proviene de la comunidad Arhuaco y está alineada con los principios de respeto, desarrollo sostenible y la visión de nuestros antepasados”, expresó un representante.
Gente de Arhuaco Foto:HORMIGA
La presentación de la Ley Administrativa ante las autoridades de Arhuaco fue un gesto simbólico y político que reconoce la participación activa de la población indígena en cada fase del proceso. La comunidad de Jimaín, donde se llevó a cabo la reunión, es considerada un espacio sagrado para el pueblo Arhuaco, cargada de valor espiritual y de conexión con la Sierra Nevada de Santa Marta.
Este es un proyecto que respeta una cosmovisión nativa y que se ha hecho posible gracias a una auténtica alianza entre el sector privado y la comunidad, guiada por la sabiduría ancestral.
Iniciativa Terra: una transición energética
Con raíces: proyecto
“Estamos contribuyendo a una transición energética justa, enraizada en nuestra espiritualidad y en nuestra comprensión del territorio. No se trata solo de generar energía, sino de proteger a la Madre Tierra, que enfrenta una crisis por el cambio climático”, afirmó Noel Alberto Torres Izquierdo, representante legal de los amigos Sierra Nevada (funamsina).
Torres destaca que Iniciativa Terra no es simplemente un proyecto de infraestructura; representa una estrategia amplia que busca recuperar el territorio de los antepasados y fortalecer la identidad cultural.
Alianza con conocimiento familiar
Marcos Páez Saavedra, director de Colombia de Greenwood Energy, un socio del proyecto, enfatizó que el papel de la comunidad Arhuaco es fundamental. “Este es un proyecto que respeta la cosmovisión nativa y ha sido posible gracias a una alianza genuina entre el sector privado y la comunidad, guiada por la sabiduría ancestral.”
Páez explicó que los proyectos Terra I y Terra II no solo se centrarán en generar energía limpia, sino que también se integrarán en un proceso más amplio de desarrollo sostenible, recuperación ambiental y autonomía de la comunidad. “Estamos hablando de un modelo innovador en el que no simplemente aplicamos tecnología, sino que la adaptamos a la dinámica cultural y espiritual de aquellos que han habitado estas tierras durante siglos.”
La energía generada a partir de estos proyectos servirá no solo como una contribución técnica a la red eléctrica nacional, sino que también será un símbolo de que la transición hacia la energía en Colombia puede y debe llevarse a cabo en armonía con las comunidades locales, priorizando así la protección del patrimonio natural y cultural.
Hacia un nuevo paradigma de desarrollo
Con este avance, el estado colombiano envía un mensaje claro de que los grandes proyectos de infraestructura pueden ser desarrollados en colaboración con las comunidades, y no en detrimento de ellas. La regulación de la servidumbre en estos páramos no solo responde a una necesidad legal, sino que también destaca la importancia de la ley familiar de los pueblos indígenas para participar de manera activa en los procesos de desarrollo.
La experiencia del proyecto Iniciativa Terra se puede considerar un modelo reproducible para otros procesos de desarrollo sostenible donde la transición de la energía no sea sinónimo de desplazamiento o explotación, sino que se enfoque en devolver la tierra a aquellos que más lo necesitan.
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Documento del periodista Jineth Bedoy. Foto:
Escribiendo la nación.