Estados Unidos está bombardeando a Yemen nuevamente y causa al menos 74 muertos y 171 heridos

El comando central de los Estados Unidos, también conocido como Centcom, ha emitido una declaración en la que confirma que ha llevado a cabo un ataque en el puerto de Ras Issa. Este ataque se considera significativo en el contexto de la continua lucha por el control de Yemen, donde diversas facciones han estado involucradas en un prolongado conflicto.

Bajo el control de los Huttis, Yemen ha sido objeto de diversas acciones militares por parte de Estados Unidos. Según el Departamento de Salud del Movimiento, el ataque ha sido devastador, resultando en hasta 74 muertes y 171 heridos. Si estas cifras se confirman, podría considerarse uno de los bombardeos más mortales llevados a cabo desde que Washington reanudó sus operaciones de ataque en marzo pasado.

Los informes preliminares detallan que “el número de muertes para el ataque estadounidense contra el puerto de Ras Issa ha aumentado a 74 mártires, y 171 heridos”, afirma un comunicado emitido por los rebeldes. Los equipos de protección civil y de emergencia están trabajando para identificar a las víctimas y buscar entre los escombros para encontrar sobrevivientes.

Por su parte, el Comando Central de los Estados Unidos ha confirmado que su objetivo era destruir las instalaciones del puerto de Ras Issa, que estaban bajo control de insurgentes. Las autoridades estadounidenses acusan a los Huttis de utilizar estas instalaciones para operaciones económicas y militares, facilitando así sus actividades en la región.

El puerto de Ras Issa, junto con los puertos de Hudeid y Salif, es crucial para Yemen, ya que se estima que recibe aproximadamente el 70% de todas las importaciones y 80% de la ayuda humanitaria que entra en el país, según reportes de la ONU. Además, se ha señalado que Estados Unidos y otros países han presionado para que los Huttis se detengan en su actividad de importación y exportación de petróleo de manera ilegal.

Según Centcom, “Estas ventas ilegales proporcionan financiamiento a los Huttis para mantener su actividad terrorista”, afirmando que “las fuerzas estadounidenses han tomado medidas para eliminar esta fuente de combustible”. El objetivo es privar a los rebeldes de los ingresos ilegales que han estado financiando sus operaciones terroristas durante más de una década.

Por otra parte, los Huttis han acusado a Estados Unidos de haber cometido un “crimen de guerra” a raíz del bombardeo del puerto de Ras Issa. En su declaración, expresaron que “esta agresión completamente injustificada representa una violación grave de la soberanía y la independencia de Yemen, así como un ataque directo contra el pueblo yemenita”.

Además, se comunicó que “el ataque fue dirigido como un castigo por su posición justa y equitativa a favor del pueblo palestino oprimido“. Los Huttis reafirmaron que el ataque a esta infraestructura “está lleno de crímenes de guerra, pues el puerto es una instalación civil que no pertenece exclusivamente a un grupo, sino que sirve a todos los yemenitas”.

El Ministro de Información del gobierno reconocido internacionalmente de Yemen, Muamar al Eyani, ha culpado a los Huttis por convertir esta instalación vital en un centro de contrabando de armas y combustibles iraníes, lo cual ha sido fundamental en la financiación de sus actividades terroristas durante la última década.

Desde los mandatos del presidente Donald Trump, se ha llevado a cabo una nueva campaña de bombardeos contra diversas posiciones en Yemen, redes de Huttis, con el fin de socavar las capacidades militares de los rebeldes y prevenir más ataques contra la navegación comercial en el Mar Rojo.

En respuesta, los rebeldes han intensificado sus ataques contra buques de guerra de Estados Unidos e Israel, negando las acusaciones y afirmando que más de cien personas han muerto en los recientes bombardeos estadounidenses en las últimas semanas.