



Además de los resultados de cada candidato, uno de los temas que más llamó la atención fue la participación final en la Consulta sobre el Tratado de Historia. El bajo número indica un débil músculo electoral para iniciar la campaña electoral formal de 2026. De ahí que haya interpretaciones contradictorias sobre la participación en las urnas del domingo.
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Si se analizaron con cifras de la última consulta de la izquierda, ambos presidentes, las cifras bajaron significativamente. En 2018, la participación en la consulta de izquierda fue de 3,2 millones de personas, y en 2022 aumentó a más de 5,5 millones de votos. El actual presidente, Gustavo Petro, ganó ambos.
Desde la oposición han tratado de exponer esa diferencia, diciendo que la consulta fue un “fracaso” y que el petrismo inicia la carrera hacia 2022 con un bajo número de votos. “Después de meses de improvisación, mala interpretación de las reglas y manipulación, el Tratado Histórico celebró consultas que mostraron poco compromiso”, dijo el senador opositor Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical).
A esto hay que sumarle las cuentas que tenía al inicio el gobierno de Gustavo Petro, que inicialmente tenía una probabilidad promedio de llegar a los 3 millones de votos. Las expectativas fueron disminuyendo paulatinamente y alcanzaron el millón de votos en el último minuto. Redujeron el número al ver diversas dudas sobre la seguridad jurídica del proceso electoral, especialmente la elección presidencial.
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Sin embargo, no puede ser concluyente que haya sido una votación pequeña.
Por un lado, hay que tener en cuenta que la última consulta de la izquierda se renovó con las elecciones a Alþingi. Ambos se hicieron en marzo. Sin embargo, esto se hizo en la ventana de octubre, que es lo que cuenta como “consulta en frío”.
En los últimos tiempos no hay antecedentes de este tipo de consultas. El siguiente fue el Partido Liberal en 2018. En ese momento, con Juan Fernando Cristo y Humberto de la Calle como candidatos, recibieron más de 700.000 votos.
Lo siguiente en el espectro de izquierda se remonta al 27 de septiembre de 2009, cuando también participó Gustavo Petro y derrotó a Carlos Gaviria Díaz. Durante ese tiempo, recibieron 483.493 votos, de los cuales sólo 234.244 para el titular y 210.440 para el segundo.
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Es decir, 16 años después, la izquierda obtuvo 5,3 veces más votos respecto a la última vez que se midieron en el proceso electoral para las contiendas parlamentarias y presidenciales.
Con todos estos antecedentes, expertos consultados por EL TIEMPO coincidieron en que no se trató de una gran afluencia, pero sí lo suficientemente buena para que la izquierda iniciara la carrera legislativa de cara a 2026.
“Alrededor de 2 millones de votos no está mal”, dijo el profesor y experto Jorge Iván Cuervo. A eso añadió: “La consulta interna (primaria) es la manera de poner orden en los partidos, salir de la democracia cerrada y fortalecer las relaciones representativas. El contrato, en malas condiciones, apostaba por eso y salió bien”. Cuervo se refirió en ese momento a dudas jurídicas que surgieron el mes pasado y que aún no han sido resueltas a la luz de la consulta del presidente.
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En el mismo camino iba Pedro Medellín columnista de este diario. Señaló que si bien es cierto que no alcanzaron los 3 millones de votos que se había fijado como objetivo la administración Petro, terminaron con una importante participación nacional.
“Estaban calculando tres millones de votos. Pusieron todo, movieron todo lo que pudieron mover. Me dicen que incluso actores no partidistas; hubo gente de otros partidos que vinieron a votar. El voto que buscaba el presidente Petro demuestra una fuerza electoral importante, el resultado no le da. Pero en cualquier caso es positivo y es bueno, sobre todo para la candidatura”. Dijo Medellín.
Esa opinión también la tuvo la senadora de Alianza Verde, y alejada del gobierno de Petro, Angélica Lozano. En un trino, señaló que los resultados del domingo fueron mejores de lo previsto y representan un duro desafío para la próxima competición: “Esto marca una victoria inequívoca para el Covenant hoy. De las diferencias y rivalidades que conozco, no se necesitaba nada más”.
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Lozano complementó su análisis señalando que si bien es cierto que la última consulta pública obtuvo 5,8 millones de votos, fue en “un día oficial donde votaron más de 20 millones de personas con 100.000 pancartas colocadas. En cambio, hoy tuvieron la mitad de resultado con 19.000 meses”. “Lo hicieron muy bien”. señaló.
Y otro dato a tener en cuenta es la votación que recibió la lista para el Senado en 2022. En ese momento recibieron 2,8 millones de votos. Esta puede clasificarse como una base de izquierda, ya que muchos votantes del presidente Gustavo Petro no pertenecían al mismo grupo de votantes en el Pacto Histórico. Sin una jornada electoral fuerte, obtuvieron casi los mismos votos.
La misma lectura hizo el presidente Gustavo Petro, quien no sabía que no puede participar en política. “El resultado de hoy significa que, sin elecciones todavía, el Pacto por la Historia tiene más votantes que la mayoría de los partidos políticos en los días electorales reales, imagínese lo que nos espera”señaló.
Este domingo se llevó a cabo la consulta del Petrismo. Imagen:
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Escritura política