Durante su tiempo como líder de la Iglesia Católica, el Papa Francisco jamás disimuló su amor por el fútbol, un deporte que ha calificado como “el más bello del mundo”. Para él, este deporte no sólo es una fuente de entretenimiento, sino un verdadero vehículo de paz y educación que puede unir a las personas.

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Desde las leyendas del fútbol argentino como Messi y Maradona hasta figuras internacionales como Ibrahimovic y Buffon, Jorge Bergoglio, conocido como el Papa Francisco, ha recibido en el Vaticano a varias de las estrellas más destacadas del deporte rey. También ha recibido numerosos obsequios, incluidas camisetas y balones provenientes de diferentes partes del mundo, a modo de homenaje a su pasión por el fútbol.

Aunque tuvo una breve experiencia jugando fútbol en su infancia en las calles de Buenos Aires, nunca se destacó en la cancha. En una confesión humorística compartida en un libro publicado en 2022, el Papa reveló: “Cuando era joven siempre me colocaban de portero, porque jugaba muy mal. Me decían que tenía ambos pies en el mismo zapato.”

El Papa Francisco es un ferviente seguidor del club San Lorenzo de Buenos Aires, un vínculo que ha mantenido toda su vida. Recuerda con cariño ir a los partidos con su padre. A pesar de llegar a ser el líder del Vaticano, nunca ha abandonado su lealtad a San Lorenzo, y aunque en 2020 tuvo una “infidelidad” momentánea hacia Boca Juniors, esto se enmarcó en un trabajo educativo que generó controversia en los medios.

Durante sus múltiples viajes internacionales, Francisco ha celebrado numerosas misas en estadios de fútbol, convirtiendo estos lugares en espacios de encuentro espiritual. En septiembre de 2023, por ejemplo, los aficionados del Olympique de Marsella le hicieron un homenaje espectacular al formar dos enormes mosaicos en el estadio Vélodrome, donde se podía ver su efigie.

– “Lealtad, respeto, altruismo” –

El Papa Francisco siempre ha enfatizado que el fútbol, ya sea en su forma amateur o profesional, es una parte integral de la vida para muchas personas. “Esa es tu enfoque,” manifestó en una entrevista reciente con la AFP el monseñor Emmanuel Gobillard, obispo de Dignes y delegado del Vaticano para los Juegos Olímpicos de 2024 en París, quien ha acompañado a varios grupos de atletas a Roma.

Más allá de considerarlo un fin en sí mismo, el jesuita argentino ha optado por ver en el fútbol una herramienta poderosa para promover la paz y la educación, a pesar de los escándalos de corrupción que afectan al deporte en diferentes niveles.

En 2014, organizó una “fiesta interreligiosa” en el Estadio Olímpico de Roma con el fin de promover la paz, bajo su iniciativa. “Muchos definen el fútbol como el juego más hermoso del mundo. También lo creo, pero es solo una opinión personal”, compartió en 2019.

Desde su elección en 2013, Francisco ha recordado constantemente la “responsabilidad social” de los jugadores y ha hecho hincapié en la necesidad de respetar tres principios fundamentales: “Lealtad, respeto y altruismo”. Estos puntos de vista reflejan una conexión profunda con los valores religiosos que promueve, subrayando la importancia de priorizar el bienestar colectivo por encima de los intereses individuales.

– Pelé, “Un gran corazón” –

La devoción del Papa al fútbol ha trascendido incluso el ámbito deportivo, sirviendo de inspiración para la cultura popular, como se evidenció en la exitosa película “The Two Popes”, lanzada en Netflix en 2019, donde aparecen él y Benedicto XVI viendo la final de la Copa del Mundo entre Alemania y Argentina. Esta escena es, por supuesto, una representación ficticia, dado que el Papa Francisco ha manifestado que decidió dejar de ver televisión, mientras su predecesor alemán prefería la música clásica y la lectura.

Aunque nunca ha mencionado la Copa del Mundo de 1978 en Argentina, un evento que tuvo lugar durante un periodo oscuro de dictadura en su país, el Papa ha reflexionado sobre las figuras más destacadas del fútbol. En una entrevista, un periodista italiano le preguntó quién considera el mejor jugador. Su respuesta, “Maradona era un jugador excepcional, pero como persona, tuvo sus fallas”, hacía referencia a la complicada vida de “el niño de oro”, marcada por la adicción a las drogas.

Francisco también recordó el encuentro que tuvo con Maradona durante su primer año como pontífice, lamentando su prematura muerte. “Es curioso cómo muchos atletas enfrentan finales trágicos, incluso los boxeadores”, reflexionó. Respecto a Messi, lo describió como “un caballero”, pero fue Pelé quien capturó su admiración. “Para mí, de los tres, el gran caballero es Pelé. Un hombre con un gran corazón”, declaró con aprecio.

A pesar de su evidente inclinación hacia el Albiceleste y su club San Lorenzo, el Papa ha intentado mantener una postura neutral. De hecho, antes de la final del Mundial de Catar contra Francia en 2022, animó a los jugadores a celebrar la victoria con “humildad”. Al respecto, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, destacó la importancia de la defensa de los derechos de los más vulnerables, un mensaje que Francisco siempre promovió en su vida y ministerio.

A través de su pasión por el juego y su compromiso con los valores humanos, el Papa Francisco nos dejó un legado de fidelidad hacia el fútbol y la humanidad.
Creyendo en que el deporte es una forma de conectarnos y generar esperanza en un mundo que a menudo parece dividido, su legado continuará inspirando a futuras generaciones.

eldeportivo.com.co/afp

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