Recientemente, se registró una fuerte explosión de un artefacto explosivo en las cercanías de Cai (comando de atención inmediata) en el distrito de El Mirador, situado en el norte de Popayán. La situación ha llevado a las autoridades a ofrecer una recompensa de hasta $10 millones de pesos colombianos por cualquier información que conduzca a la captura de los responsables de este ataque.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 20:30 horas del domingo 4 de mayo. Dos hombres en una motocicleta ejecutaron un dispositivo explosivo que generó una considerable alarma en la comunidad.
El comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, el coronel Jhon Freda Zambło, comunicó que este ataque es parte de una serie de represalias llevadas a cabo por grupos criminales que buscan socavar los recientes logros operativos obtenidos por la fuerza pública en la capital de Kaucany y el Departamento de Kaunas. Según sus declaraciones, “la acción criminal, que afortunadamente no dejó víctimas fatales o heridos, tenía como objetivo influir directamente en la infraestructura policial y militar”, afirmó el coronel Zambło.
Hay una creciente incertidumbre respecto a los ataques recientes en Popayán. Foto:Michel Francois Romolarux Haleaba
A pesar de que no hubo lesiones graves, dos personas fueron ingresadas en el notable Centro de Atención, lo cual subraya la seriedad de la situación.
El coronel Zambolo destacó que gracias a la eficiente respuesta de los equipos de inteligencia y judicial, ya se cuenta con información crucial que arrojará luz sobre los detalles de lo sucedido. “Hemos logrado identificar el vehículo utilizado, así como la motocicleta, y también a dos individuos involucrados en el ataque y su modus operandi. Estamos implementando todas las estrategias institucionales para garantizar la captura de los responsables”, agregó el oficial.
Por su parte, Víctor Orlando Fuls, el Secretario del Gobierno de Popayán, instó a los ciudadanos a confiar en las autoridades locales.
“La unidad, cooperación y solidaridad de la comunidad son fundamentales para identificar a aquellos responsables de este tipo de ataques”, declaró Fuls. Además, anunció un premio por la información que conduzca a la captura de los agresores.
“No permitiremos que se perturbe la paz en Popayán. Continuaremos trabajando de la mano con la fuerza pública y hacemos un llamado a la ciudadanía para que nos ayuden a localizar a estos delincuentes, ofreciendo hasta 10 millones de pesos en recompensa”, enfatizó el funcionario.
Acoso en dos poblaciones de Cauca
Unas horas antes de este incidente en El Mirador, se reportaron dos ataques simultáneos que involucraron ráfagas de explosivos en Caloto y Jambaló, ubicadas en el norte de Kauca. Ambos eventos tuvieron lugar el pasado sábado 3 de mayo.
La situación más crítica se vivió en Caloto, donde una motocicleta cargada de explosivos fue detonada cerca de la residencia de Giovani Yule, director de la Unidad de Restitución de Tierras.
“La bomba del motor estalló justo frente a una casa inhabitada, a unos 20 metros de mi residencia en Caloto, Cauca. Todos estamos físicamente bien, pero nos invade una profunda tristeza por lo acontecido. Rechazo rotundamente este acto de violencia que pone en riesgo la vida y la tranquilidad de toda nuestra comunidad”, expresó Yule.
“Es urgente que todas las autoridades competentes garanticen nuestra seguridad y respondan de inmediato. ¡Nunca más guerra en nuestros territorios!”, añadió el director.
La Unidad de Restitución de Tierras (URT) respaldó el llamado de Yule a las autoridades para localizar a los responsables de este ataque violento.
Según el comunicado, “hubo disparos de armamento que varios hombres utilizaron para intimidar a la población”.
“Afortunadamente, no se han reportado víctimas fatales en este penoso incidente, pero ciertamente ha sembrado temor entre los habitantes y está destruyendo la paz en Caloto”, agregó el texto emitido por la URT.
Este ataque dejó a dos personas heridas, quienes fueron trasladadas a centros de atención médica, una de ellas en estado grave.
El incidente ocurrió minutos después de un ataque a la estación de policía de Jambaló, donde durante más de media hora, varios disidentes supuestamente atacaron con armas largas a los uniformados, quienes se vieron obligados a buscar refugio en un hospital cercano.
Todo parece indicar que los responsables de estos ataques pertenecen a un grupo disidente de las FARC conocido como la estructura de “Dagoberto Ramos”.
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