Cristina Paola Escorcia González tenía 19 años y era madre de un niño de tan solo dos años y medio. Durante los tres meses previos a su trágico destino, residió en la comuna de Ponedera, una localidad perteneciente al Atlántico, donde intentaba reconstruir su vida después de haber sido víctima de violencia doméstica a manos de su ex pareja en octubre de 2024.
El lunes 12 de mayo de 2025, su cuerpo fue encontrado en el patio de una vivienda situada en un área conocida como El Bronx, que es una invasión ubicada en las afueras de la comuna.
Los vecinos de la zona, alertados por un olor fuerte, descubrieron el cuerpo que se encontraba enterrado bajo varias capas de tierra, cal, cartón, alambre y residuos de basura quemada.
Los habitantes de la comunidad descubrieron el cuerpo y lo llevaron a la policía. Foto:Redes sociales
La tardanza de las autoridades para involucrarse en el asunto llevó a los propios residentes de la zona a excavar el cuerpo y trasladarlo a la estación de policía de la comuna, lo que desencadenó bloqueos en la vía principal, así como enfrentamientos con las fuerzas del orden.
La Policía Atlántica explicó que la demora se debía a que requerían la presencia de un antropólogo forense, algo que no estaba disponible en ese momento.
Desaparecido
Según los testimonios de quienes estuvieron presentes, se reportó que la joven apareció desnuda y se creía que estaba embarazada.
Las condiciones en las que fue encontrado el cuerpo —en medio de basura, cartón, alambres y otros desechos— provocaron que las autoridades consideraran que se trataba de una acción premeditada.
Las autoridades no revelaron el nombre de la víctima. Foto:Redes sociales
La víctima había sido reportada como desaparecida durante al menos tres días.
Los residentes del sector afirmaron que se la había visto el fin de semana consumiendo cerveza junto a quien era su pareja sentimental.
Condenó la violencia doméstica
Cristina Paola nació y creció en la comuna de Malambo, en el área metropolitana de Barranquilla.
En ese lugar vivía parte de su familia, con la que mantenía una comunicación constante, especialmente con su madre.
En los últimos meses, vivió en Bogotá con su pareja y el padre de su hijo, pero tras varios episodios de violencia, decidió poner fin a esa relación en 2024.
Condenó la violencia doméstica en octubre de 2024.
El hermano de Cristina, Javier Escorcia, mencionó en declaraciones a los medios que “el esposo vino a buscarla, pero ella se negó, no quería vivir con él”.
Después de separarse, regresó a Malambo, donde vivió con su padre antes de mudarse a Ponedera en busca de nuevas oportunidades.
En Ponedera, Cristina estableció una nueva relación. Los vecinos la describieron como alguien bien conocida en la comunidad, y su repentina desaparición generó inquietud.
La comunidad mencionó que habían pasado tres días sin verla, lo que aumentó las sospechas respecto a su paradero, agregó su hermano.
No era residente de la calle
La familia de Cristina desmintió que ella estuviera viviendo en la calle, como se indicó inicialmente en algunos reportes oficiales. Resaltaron que contaba con un entorno familiar estable, estaba en contacto con sus seres queridos y se dedicaba a cuidar de su hijo.
La comuna de Ponedera se ubica al este del Departamento del Atlántico. Foto:Captura de pantalla
Una semana antes de su muerte, coordinó con su madre para recoger a su hijo porque planeaba visitarles en Malambo el Día de la Madre, algo que lamentablemente no llegó a ocurrir.
Relación
Respecto a los posibles responsables del crimen, los testimonios apuntan a dos personas: su ex pareja, Edwin Blas Cantillo, también conocido como “Mickey”, y un joven con el que estaba viviendo en Pondera.
Este último aún no ha sido capturado, lo que ha generado más preocupación entre los habitantes de la comunidad. Las autoridades indicaron que la decisión de excavar el cuerpo por parte de los residentes interrumpió la cadena de custodia, contaminando la escena del crimen, lo que dificultó la recolección de evidencia clave para la investigación.
Este sospechoso se considera el principal implicado, según la familia, y ha estado ausente desde el día de los hechos.
El asesinato de Cristina Paola ha conmocionado profundamente a la comuna de Ponedera.
La Policía Atlántica y la Oficina del Fiscal General han manifestado su intención de investigar el caso. Aunque se espera la captura de un sospechoso, la familia insiste en que el caso no debe quedar impune y solicita que su memoria sea honrada, recordándola como una mujer que fue víctima de la violencia y no como una mera estadística.
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