En una escena que evoca la profunda tradición religiosa de la región, un penitente de Comuné Comuné Santo Tomás (Atlantic) llegó este viernes 18 de abril cubierto con un velo blanco, simbolizando su compromiso con un acto de fe. Con un golpe firme en sus nalgas, él emergió en el sector de mayo Cruz, donde su odisea de devoción comenzó con una profunda conexión a su fe y sus promesas personales.
En medio de un calor intenso, un calor personalizado que superaba las altas temperaturas del mediodía en esta localidad, el penitente avanzaba con dificultad, sintiendo el peso no solo de su carga física, sino también de su fe. Además, vestía una larga túnica blanca adornada con cruces negras, que cubrían sus extremidades inferiores, en un gesto de respeto y solemnidad.
Un grupo cercano de familiares y amigos lo acompañaba en su travesía, animándolo con palabras de aliento para superar el sufrimiento y cumplir con su penitencia. Este acto de devoción era un tributo que prefería mantener en privado, una ofrenda personal entre él y su fe.
El viaje culminó en el destino final de su recorrido tradicional, que ha sido parte de la historia de la comuna de Santo Tomás por más de 150 años. Al tocar la cruz, un símbolo de fe y redención, cumplió con su promesa y, al instante, se perdió entre la multitud que lo rodeaba, todos compartiendo un mismo objetivo de espiritualidad.
En este evento religioso, los participantes pagan sus órdenes. Foto:Agencia de Kronos
Junto a este devoto, alrededor de 20 personas participaron en este recorrido de 10 kilómetros, que parte de Caño de Las Palomas, en Sabanagande, hasta la cruz de mayo, situada en la sexta carrera de Santo Tomás.
Este ritual, una tradición de la Semana Santa profundamente arraigada en la cultura del Caribe Colombiano, coloca a Santo Tomás en el centro de este tipo de acciones religiosas, como una de las más importantes dentro del marco de la Semana Mayor.
Un encuentro de penitentes
Docenas de ciudadanos se congregan desde varios puntos de esta región del país. Algunos lo hacen por curiosidad, mientras que otros se sienten impulsados a unirse a esta travesía de fe. Es un evento que se lleva a cabo cada Viernes Santo como una forma de pagar por los favores divinos que han recibido a lo largo del año, aunque esta práctica ha generado controversias, incluso siendo rechazada en ocasiones por la Iglesia Católica.
Los penitentes, tanto hombres como mujeres, participan en este ritual, flagelándose con látigos que terminan en bolas con cebos o llevando cruces de madera, emulando el sufrimiento de Jesús en su crucifixión, en un acto de penitencia por un milagro recibido en su vida o por la salud de un ser querido.
Raíces históricas de la tradición
La ruta es de 10 kilómetros. Foto:Agencia de Kronos
¿Cuál es el origen de esta tradición? De acuerdo con el historiador local, Pedro Reneldo Badillo Noriega, la práctica se remonta a tiempos en que los Franciscanos llegaron a la zona que hoy se conoce como el Departamento Atlántico. Esta primera congregación tuvo lugar bajo la dirección de San Luis Belttán, estableciendo un fuerte vínculo religioso en las poblaciones indígenas que conforman hoy las comunas de Malambo, Tubará, Pijó y Sullivan.
En el año 1661, las Ordenes de los Agustinos estaban ya practicando estos rituales, los cuales se implementaron de manera formal en el siglo XX. Según Badillo Noriega, en 1750, el sacerdote Sebastián Baloco Degrey llegó a la comunidad de Santo Tomás para establecer una parroquia e introdujo prácticas que incluían órdenes en la Semana Santa, con penitentes que se flagelaban.
Esta tradición ha evolucionado con el tiempo, transformándose en un festival de fe con diversas órdenes y personajes que adornan la celebración. Como menciona Badillo Noriega, las prácticas cuentan con un total de 18 diferentes devociones, incluyendo Batuteros, El Capi y muchos otros, integrando a la comunidad en un enorme despliegue de religiosidad.
Estas órdenes y ritos religiosos han contribuido a que la Semana Santa en Santo Tomás sea reconocida.
Como subraya Badillo Noriega, “Todos estos rituales han posicionado a la Semana Santa de Santo Tomás como la más destacada del Atlántico y una de las más reconocidas en Colombia”.
Regulaciones de seguridad en Santo Tomás
Si no son látigos, los penitentes portan pesadas cruces. Foto:Agencia de Kronos
Debido a la magnitud de estos eventos que congregan a los habitantes de la región de Santo Tomás (Atlantic), la Oficina del Alcalde ha emitido el Decreto 034 desde 2025, con el objetivo de mantener el orden público durante la Semana Santa en esta población. Este decreto establece una «Ley Seca» que se implementará el 17 y 18 de abril, desde las 5:00 de la tarde hasta las 5:00 de la mañana del día siguiente. “Este paso es necesario para garantizar un ambiente de respeto y seguridad durante las festividades,” dijo la administración local.
En cuanto a las actividades relacionadas con la venta y consumo de bebidas alcohólicas, estas estarán limitadas; se autorizarán para el 17 y 18 durante horarios específicos, extendiendo de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, mientras que el sábado 19 se permitirá de 1:00 pm a 1:00 am del día siguiente, y el domingo 20 hasta las 11:59 pm.
En el marco de las regulaciones, también se prohíbe el uso de máscaras, así como el sonido alto que pueda perturbar la paz y el desarrollo de actividades religiosas. Las autoridades han enfatizado la prohibición de cualquier práctica que pueda causar sufrimiento físico o psicológico a niños y adolescentes durante este tiempo sagrado.
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Deivis López Ortega
Corresponsal de
Barriga