Madrid. Viernes, 5. Septiembre de 2025. Un equipo de investigadores chocó para el Instituto de Investigación Biomédica (IRB) Barcelona identificada en animales un posible mecanismo para tratar la obesidad sin ingresar a los alimentos, activando Brown.

Estudio, publicado en una revista Naturaleza de la comunicaciónDijo que el “papel clave” de la proteína de neutrición 1 que se ha relacionado previamente con el sistema nervioso que también ocurre en el tejido pardo adiposo, donde actúa como un “poderoso impulsor” de gastos de energía y salud metabólica.

“Al aumentar el nivel de neuritina 1, especialmente en la grasa marrón, los animales quemaron más energía, lo que ha ayudado a prevenir la acumulación de grasas”, profesor de Barcelona y la Asociación de Enfermedades Metabólicas (Cibuberdem) Antonio Zorzano.

La neuritina 1, a diferencia de los remedios actuales y la diabetes, que actúan como apetito, aumenta la energía que se detiene gracias a la función metabólica en la grasa marrón especializada en la producción de calor conocido como termogénesis.

Este proceso implica la combustión del mantenimiento de la temperatura corporal, especialmente en respuesta al frío, el contexto en el que la neuritina 1 estimula la actividad mitocondrial y promueve la expresión de genes termogénicos.

Para activarse, los científicos han utilizado un vector viral que promueve una reducción excesiva en la neuritina 1 exclusivamente en las células grasas termogéneas, que se han convertido en un aumento permanente en la actividad metabólica sin influir en el consumo de alimentos o la actividad física de los animales.

Mejoras significativas

Este impulso metabólico también se manifiesta a través de mejoras “significativas” a medida que aumenta la reducción en el peso, una mejor sensibilidad a la insulina y una menor inflamación hepática, incluso en los animales de alimentación.

“Estos hallazgos apuntan a la neuritina 1 como un candidato terapéutico prometedor para el tratamiento de la obesidad y sus afecciones asociadas, como la diabetes de tipo 2 y una enfermedad del hígado graso”, dijo Ko-Director del IRB Barcelona Manuel Sánchez-Feutrie.

Del mismo modo, los datos genéticos en humanos mostraron la conexión entre la neuritina 1 y la sensibilidad a la obesidad, lo que mejora el descubrimiento de “posible relevancia”, lo que podría conducir a la estrategia terapéutica futura.

Conclusiones “sólidas y confiables”

El profesor Rubén Cereijo Télez enfatizó que el trabajo mostró conclusiones “sólidas y confiables”, después de lo cual los estudios recientes en personas mostraron que las personas con más tejido graso marrón tienen un menor riesgo de desarrollar o enfermedades cardiovasculares o enfermedades cardiovasculares.

“Este descubrimiento, entonces se revela por primera vez el nuevo mecanismo interesante, que puede activarse mediante tejidos adornos marrones; incluso es que el tejido adiposo marrón es suficiente para activar sus” quemaduras “en modelos experimentales”, dijo Cereijo.

El especialista describió como “una posibilidad particularmente interesante” de que haya comunicación entre los tejidos adiposos marrones y blancos, que esté dando objetivos para “para movilizar el azúcar en la sangre, la diabetes tipo 2, la enfermedad cardiovascular o el hígado graso.

“La activación para las contribuciones de los adultos no solo quemó grasa, sino que también aumenta la comunicación entre los tejidos grasos marrones y otros cuerpos a través de la liberación de nuevas estrategias terapéuticas centradas en mejorar el estado metabólico y la calidad de las personas afectadas por las patologías mencionadas anteriormente.

Modelos experimentales

El cerejo se hizo eco de las restricciones expresadas por los autores del artículo, quienes reconocieron que el estudio se realizó en modelos experimentales de células y animales, y que los adultos tienen un tejido graso marrón más bajo que el tamaño y especialmente en términos de obesidad o diabetes.

Por lo tanto, enfatizó la necesidad de verificar la regulación de esta molécula y sus niveles sanguíneos en humanos, y estas condiciones clínicas saludables y clínicas, para verificar que tenga las mismas acciones que en los modelos experimentales.

“Incluso si la neuritina-1 humana realizara estas acciones, como una proteína que debe tener lugar en el mercado, para que se hiciera en grasa marrón”, concluyó sus obras, “sus acciones concluyeron”.

Desde su lado, el Director del Instituto de Deportes y Salud, Universidad de Granada, Jonatan R. Ruiz, acordó los resultados de “confianza y fortaleza” del estudio, lo que podría ser un punto de partida para futuras encuestas en obesidad y enfermedades metabólicas.

Resultados prometedores

“El estudio representa un resultado muy prometedor en la investigación para activar el tejido graso marrón en modelos animales, y su impacto en el metabolismo energético, la glucemia y el profesor de actividad física y salud en la Facultad de Ciencias del Deporte en Granada.

Sin embargo, como Cerei y los autores del estudio, la importancia de tener en cuenta que esta proteína tendría el mismo efecto en las personas, y que permitirán la activación de este mecanismo en humanos y verificaría su beneficio en el control de la obesidad.

La investigación fue financiada por varias instalaciones centrales del IRB Barcelona, ​​como bioinformática y genomías funcionales bioinstáticas, expresión de proteínas e histopatología. Además, tuvo la participación de asociados de instituciones internacionales.

Compartir: