



Después de posponer varios meses el anuncio, esta semana se oficializó la candidatura presidencial del exministro Juan Fernando Cristo. En entrevista con EL TIEMPO habló de la demora en su postulación, cómo se debe construir el Frente Amplio y su visión sobre la continuidad del proyecto petrista.
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A pesar de que hace varios meses se venía rumoreando su candidatura presidencial, ¿por qué hacerlo hasta ahora?
Esperé todo este tiempo por dos razones fundamentales. La primera, porque la candidatura presidencial para mí es un tema muy importante, muy relevante, de mucha trascendencia personal y nacional y no puede ser una decisión a la ligera. Reflexioné muchos meses, la candidatura es una opción, no una obsesión personal y esperé que avanzara la campaña con la ilusión de ver una campaña distinta, con ideas, propuestas, confrontación, tesis y no la encontré. También estuve esperando a ver que surgiera alguna candidatura que de alguna manera me sintiera representado en los principios liberales, en las ideas, las defensas y en el estilo que he tenido yo de ejercer el liderazgo, y, la verdad, no lo encontré. No lo encontré finalmente y creo que Colombia hoy no está para improvisaciones, para populismos, para autoritarismo. La segunda razón era la espera por el tema de la personería jurídica de ‘En Marcha’.
Usted ha dicho que Colombia no está para los extremos, pero en las encuestas más recientes son los extremos los que están punteando. Iván Cepeda y Abelardo de la Espriella. ¿Usted no cree que jugarle al centro no va en esta campaña?
Es que yo no le estoy jugando al centro. Para mí, la derecha, la centro izquierda, o lo que sea son meros calificativos. Yo estoy jugando a la unión de los colombianos, de todos los sectores. Apelar al sentimiento liberal. Yo he sido un liberal siempre, un liberal reformista, si quiero utilizar el término centro liberal, pero no un centro inane o sin propuesta. Vamos a hacer las propuestas porque miren la forma cómo avanza hoy la campaña en Colombia. El nivel del debate electoral hoy no se lo merece el pueblo colombiano
¿Usted no cree que con tantos candidatos, su postulación quede como otra más entre ese espectro de casi ochenta o noventa aspirantes?
Pues es muy feo y muy malo tantos candidatos. Sonaré poco modesto al hablar en primera persona, pero creo que los colombianos conocen mi trayectoria, he demostrado en el legislativo, en el ejecutivo, capacidad, experiencia, que muchos otros, la inmensa mayoría de los candidatos no la tienen.
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¿Va para el Frente Amplio?
Voy para adelante, voy en marcha. Primero hay que definir qué tan amplio es el Frente. Se viene hablando mucho del Frente Amplio, pero nadie sabe qué es el Frente Amplio, qué significa para el país. ¿Cuál es la propuesta del Frente Amplio para los colombianos? Esto no se trata simplemente de empezar a mirar quién se junta con quién, quién se va a someter a una encuesta con quién.La campaña estos meses ha sido de reuniones y salen con que se van a juntar. Unámonos todos, dicen. Y después ve uno unámonos todos contra Petro, contra el gobierno. Eso no es unir al país. Entonces yo creo que más allá de eso, envié una carta a Iván Cepeda, a Roy, a Carolina Cocho proponiendo unos temas para empezar a construir una propuesta del Frente Amplio.
¿Qué es el Frente Amplio?
Sé lo que no puede ser: no puede ser simple y sencillamente la continuidad del gobierno Petro. Se tiene que recoger elementos positivos importantes que ha dejado este gobierno, pero se tiene que rectificar el camino en otros frentes y vamos a ver hasta dónde podemos ponernos de acuerdo en eso.
Hay versiones de que usted ya se está reuniendo con Roy Barreras e Iván Cepeda en los últimos días…
Con Roy Barreras me reúno desde hace tiempo con frecuencia y converso con él sobre la coyuntura política. Con Iván también tengo conversación permanente, pues tengo grandes coincidencias en materia de búsqueda de la paz, en materia de defensa de los derechos de las víctimas, pero también profundas diferencias que hay que mirar a ver si somos capaces de zanjar. No se trata de unanimismo, pero sí tiene que haber un marco mínimo.
Hay algunos que están diciendo que lo que viene ahora en esta campaña es una atomización, no de múltiples candidaturas, sino de múltiples consultas. ¿Lo ve así?
Nadie tiene la bolita mágica para saber cuántas consultas va a haber en marzo. Pero vuelvo y digo, más allá de esa mecánica, la pregunta no debería ser cuántas consultas, sino cuáles son las propuestas de esas coaliciones qué le están proponiendo al país. Y yo no estoy viendo eso todavía, tampoco en el Frente Amplio, que no puede reducirse a una coalición mecánica para escoger el candidato del gobierno en marzo.
¿Qué puntos en común cree que debe tener ese Frente Amplio para que termine materializándose?
Tiene que haber un acuerdo político y programático y un acuerdo ético. Al Frente Amplio hay que delimitarle la cancha: saber qué tan amplio es y hasta dónde llega. Segundo, desde el punto de vista de los grandes desafíos que tiene el país por delante en lo institucional, cualquier conversación tiene que partir de la base del respeto a la institucionalidad de este país, al equilibrio de poderes, a la colaboración armónica entre las ramas. Y entonces mirar a ver esa propuesta de la constituyente hasta dónde va. Porque yo no voy con una coalición si vamos a promover una constituyente para dividir el país y no para unirlo, pues esa no es una idea que le convenga a Colombia. Si usted me dice una constituyente para ajustar la Constitución, no para crear una nueva Constitución, de pronto vale la pena. En segundo tema, en el tema de seguridad, yo no creo que sea el momento de hablar de mesas de negociación con unos grupos criminales que le dieron un portazo a la sociedad colombiana y al gobierno Petro estos tres años. Tenemos que cambiar la fórmula, aquí no podemos quedar reducidos a plomo o a mesas de negociación por tener mesas de negociación o ceses bilaterales que no son sólidos. ¿Qué vamos a hacer en salud más allá de echarnos la culpa unos a otros de la crisis de la salud? ¿Cómo vamos a garantizar a los pacientes de Colombia su tratamiento, el suministro de drogas a tiempo? Entonces hay mucho tema por conversar y eso tendría que ser un acuerdo político y programático más allá de la mecánica electoral.
Usted expone el tema de la seguridad, ¿qué opinión tiene del tema de los bombardeos?
Yo le hago una pregunta a la oposición de Petro: ¿qué preferirían, que no se hubiera podido asistir y acompañar y salvar a los 20 soldados o este duelo de recriminaciones? El presidente Petro tenía una posición hace seis años frente al bombardeo. Por lo general, la gente que está en la oposición, muchas veces desde afuera le parecen fáciles todas las decisiones. Estar en el gobierno es distinto, tomó una decisión distinta. Yo celebro que el Centro Democrático anunció que no va a acompañar ninguna moción de censura contra el ministro de Defensa. Eso es coherente. Mi posición en eso es clara. Es un gran dilema ético, pero no es sano, no es conveniente, no es sensato que el Estado colombiano renuncia a utilizar la capacidad, la superioridad estratégica que tiene la Fuerza Aérea Colombiana en bombardeos con inteligencia bien hecha.
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Usted en el gobierno se enfocó mucho en la implementación y parece que ese esfuerzo quedó relegado de nuevo apenas usted sale de la cartera, ¿Llegaría usted a tratar de recuperar esos esfuerzos o ya la implementación hay que darla por perdida?
No, para nada, para nada. Yo creo que este periodo que viene de gobierno es clave para la implementación del acuerdo de paz, es clave. Perdimos los cuatro años de Duque, fue lamentable. Hay sectores del Centro Democrático que pretenden borrar de la historia los cuatro años de Duque. Se saltan del final del gobierno Santos al comienzo del gobierno Petro. En esos cuatro años fue donde más se hizo daño a la seguridad y a la paz en los territorios, donde más crecieron los grupos ilegales en tamaño, en presencia, en número de integrantes. Pero ya tenemos claro la implementación del acuerdo de paz, avanza en el punto uno de desarrollo rural, avanza la reforma rural integral. Yo creo que hay avances importantes que hay que mantener y acelerar y donde está fallando es en la seguridad, Insisto, en un gobierno nuestro la implementación estaría de primero en las prioridades de gobierno, no por la implementación en sí, sino porque el acuerdo de paz en sí constituye una transformación de los territorios.
Hablando de temas que usted sacó adelante y se pausaron. ¿Cómo ve el asunto de la ley de competencias
Es decepcionante. No veo al gobierno comprometido con la reforma y con la ley de competencias. Nos habíamos comprometido a presentar el proyecto el 20 de julio, estamos a 20 de noviembre, ya cuatro meses y aún no se presenta el proyecto. Aprovecho aquí para pedirle de manera muy respetuosa al Ministerio del Interior, al Ministerio de Hacienda, presenten el proyecto de ley de competencias al Congreso. Presenten el que tengan. Allá va a tener debate y va a sufrir modificaciones, pero tiene que abrirse ese debate que en mi concepto es el debate más importante para el país para los próximos 50 años: Cómo achicamos el Estado central de manera drástica y cómo fortalecemos la presencia del Estado en esos territorios que han sido históricamente excluidos y abandonados por el Estado central.
En esa línea, preguntarle por jurisdicción agraria, que hasta tuvo que sacar un trino porque no lo tramitaron. ¿El gobierno descuidó esa otra agenda’
Yo he tenido una política de no hablar nunca ni de mis sucesores ni antecesores en el gobierno. Respeto mucho a quienes obviamente están hoy en el gabinete. Creo que en el caso de la jurisdicción agraria, la ministra de Agricultura ha hecho un esfuerzo gigante. Me parece que ha faltado apoyo de todo el gobierno porque es un tema clave, no para el Ministerio de Agricultura, no para el gobierno, para el país y para el campo colombiano que está esperando justicia en el campo desde hace más de 50 años. Yo esperaría que estas tres semanas por lo menos salga de la plenaria de la Cámara. Veo que ya está de primer punto en el orden del día. Con dificultades, avanza. Obviamente está atravesada la campaña electoral, pero ha faltado un esfuerzo colectivo que sí se ha visto por parte del gobierno en otros proyectos de ley.
¿A usted le va a costar electoralmente haber hecho parte del gobierno Petro? Sobre todo porque el votante petrista ya está con Iván Cepeda. ¿Cuál es el votante entonces al que le apelará Juan Fernando Cristo?
Pues a todos los colombianos, a los sectores independientes, a los sectores liberales, a los sectores de centro del país, a los sectores del Partido Verde de nuestra coalición de Colombia Renaciente, del Partido Demócrata, a los afros por los que hemos trabajado mucho desde el Ministerio del Interior en las dos oportunidades, a las comunidades indígenas y campesinas. Si va a costar o no haber participado en el gobierno, pues eso lo veremos en las urnas. Es muy difícil. Yo no hice ningún cálculo político cuando acepté la responsabilidad después de varias horas de conversación, creo que hice lo que tenía que hacer, no me arrepiento. Creo que durante esos ocho meses eran claves para darle tranquilidad al país, para quitarse de encima los fantasmas de que no iba a haber elecciones o de que iban a hacer una constituyente sin cumplir con los requisitos, como proponía Montealegre.
Hablando de constituyentes, ¿usted le está abriendo de pronto la posibilidad de abanderar ese tema en la campaña como dijo en unas preguntas atrás?
No, estoy haciendo reflexiones. La palabra constituyente la demonizaron en Colombia en los últimos años y es un mecanismo contemplado en la Constitución. Hay que dar la discusión con tranquilidad. Lo primero, lo fundamental para Colombia es que hay unas reformas que hay que sacar adelante. Lo ideal es sacarlas adelante por consenso. Si el consenso de pronto lleva a que hay unos temas puntuales que podrían ser objeto de una constituyente, pues tampoco hay que tenerle miedo ni demonizarla. Aquí la palabra constituyente ahora resultó con una acepción negativa que no la tiene. Está contemplada en la Constitución. El tema es que no creo que debe haber una nueva constitución.
Sobre la ‘Paz Total’, Usted dice que no es momento de negociaciones…
No.
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Entonces, en un gobierno suyo, ¿no tendría mesas de negociación?
Es que las mesas solamente se podrían conformar cuando estén listas para conformarse y cuando haya voluntad de paz. Yo no veo en el ELN ni en las disidencias ninguna voluntad de paz, ninguna voluntad de negociación ni de desarmarse. Hoy son bandas criminales. Hay que enfrentarlas, hay que disminuirlas, hay que derrotarlas hasta donde se pueda y dejar abierta la puerta para un sometimiento a la justicia una vez sean debilitadas.
De forma muy corta. ¿Fue un error o no la ‘Paz Total’?
Yo creo que la ‘Paz Total’ fue una apuesta ambiciosa, generosa, si se quiere ingenua, mal implementada por parte de algunos de los funcionarios del gobierno, que cometió una equivocación y fue generar una controversia y una confrontación imaginaria que no existía entre la política de paz total y la implementación del acuerdo de paz. Creo que ahí se cometió una profunda equivocación que de alguna manera afectó la propia política de paz total. Pero si ustedes me preguntan, en términos absolutos,¿fue un error? Nunca es un error o una equivocación buscar la paz mediante las negociaciones. Lo que es un error es mantenerse en ellas cuando ya está demostrado que no hay voluntad de paz.
¿Cómo proceder ante las tensiones que actualmente existen con Estados Unidos?
Sin diplomacia de micrófonos, sin diplomacia de X, con diplomacia profesional, con respeto a la independencia y a la soberanía de ambas naciones, tramitando las diferencias que siempre van a existir por la vía diplomática. Creo que hay manera de mantener unas relaciones estables, buenas, con Estados Unidos, manteniendo a su vez la independencia y la soberanía colombiana y manteniendo diferencias en el tema de la lucha contra el narcotráfico.
El Frente Amplio pareciera una alianza entre sectores petristas y santistas. ¿Es así?
El presidente Santos está activo defendiendo su obra de gobierno, lo cual es legítimo y válido. Parece que es importante. Coincidimos obviamente con el presidente Santos en la defensa del acuerdo de paz como el instrumento de transformación de la sociedad colombiana. Pero hay que decirlo, el tal petrosantismo no existe. Petro es Petro, Santos es Santos y Cristo es Cristo.
¿No tienen miedo que esa unión de derecha termine tomándoles ventaja?
Sí. Y esa es la democracia y esa es la discusión democrática y esa será la decisión democrática de los colombianos si quieren volver hace 20 años al país que muchos añoran legítimamente y válidamente. Yo pienso que hay que mirar hacia el futuro, no quedarnos atrás. Mirar hacia el futuro con optimismo, con fe, con esperanza en Colombia. Mire, Colombia ha habido momentos mucho más difíciles que el actual. A la gente se le olvida. Superamos el Palacio de Justicia, superamos la violencia narcoterrorista de Pablo Escobar, superamos 50 años de violencia, de que las Farc que era la guerrilla más poderosa de América Latina y más antigua, superamos el paramilitarismo y la parapolítica. Hoy tenemos grandes desafíos. Pero no tantos como antes.
Usted duró 8 meses hablando como ministro del Interior del acuerdo nacional pero nunca se logró…
Yo no estoy tan de acuerdo con esa afirmación. Logramos acuerdo con los bancos para las tasas de interés y para el crédito a muchos sectores. Logramos un acuerdo para sacar adelante la reforma constitucional de la autonomía territorial. Logramos acuerdo para sacar en las comisiones primeras la jurisdicción agraria, lamentablemente la dejaron languidecer ahora. Además, se creó un clima de tranquilidad institucional que nos permitió llegar aquí hasta las elecciones, garantizar la estabilidad institucional, que los sistemas de pesos y contrapesos funcionaran. Yo creo que eso fue importante. Ahora, lo ideal hubiera sido unos acuerdos mucho más amplios, no solamente en la agenda de reformas del gobierno, sino en otros temas institucionales del país. Hay que insistir en ellos.
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La pregunta era: ¿Usted cree que después de todo esto, de una polarización tan fuerte como se ve en las encuestas y todo, podría construirse ese gran acuerdo?
No solo creo, estoy convencido que se puede hacer y que es posible, así parezca absurdo hoy cuando hablan de destripar a la izquierda, de exterminar a la derecha, creo que es una necesidad para Colombia un acuerdo nacional una vez pasen las elecciones presidenciales.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Redacción política