Además, se refirió a una decisión del Consejo de Estado que obliga a las entidades territoriales a hacerse cargo de alimentar a quienes recuperan su libertad. Explicó que, a excepción de algunos municipios que no podrán cumplir con dicha obligación, el Ministro de Justicia ya se encuentra abordando el tema de manera proactiva.

En conclusión, la Gran Congregación del Caribe no fue meramente un acto simbólico de unidad regional, sino una plataforma política potente que eleva la demanda de justicia y autonomía. La cuenta regresiva hacia el referéndum de 2026 ha comenzado, y esto marca el inicio de una nueva etapa para el Caribe colombiano. ¿Estamos ante el comienzo del fin del centralismo en Colombia?

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https://www.youtube.com/watch?v=8nxeshrxnae

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