¿Qué ocurrió para que, el 9 de octubre, Israel se viera obligado a interrumpir su proyecto del genocidio palestino a golpe de bombas y hambre? ¿Por qué Trump, el Jesús Gil americano, ha tenido que olvidarse de la “Riviera Gaza”, preparando de forma apresurada y chapucera un plan perverso para congelar el conflicto?

1. Repasemos una extraña secuencia de acontecimientos:

-El 8 de septiembre, Steve Whitaker, enviado de Trump para Oriente Medio, se reunió con Ron Dermer, asesor principal de Benjamín Netanyahu (BN), para discutir los detalles del Plan de Paz de 20 puntos. El sector MAGA del establishment, la pesadilla del lobby proisraelí, preocupado por el ascenso imparable de China, se opone a que EE. UU. vuelva a quedarse atrapado en el pantano de las guerras de Oriente Próximo promovidas por Israel.

– El 9 de septiembre: Israel ataca Catar, el principal patrocinador de Hamás, el mismo día en que sus líderes iban a reunirse en Doha para debatir el plan. Uno de los  once motivos de BN era enviar un mensaje a Washington, similar al que mandó a Barack Obama en 2010: “Aquí mando yo, no la Casa Blanca”. Esta fue la gran torpeza de BN, pues forzó al MAGA a acelerar las gestiones para poner freno al genocida de Gaza. Según la periodista de 60 Minutes, Lesley Stahl, Demer afirmó que Netanyahu les engañó con este ataque, provocando el enfado de Trump. 

– El 10 de septiembre Charlie Kirk, considerado “el sucesor de Trump”, es asesinado en Utah. El que antes era un férreo sionista, se había alejado de la narrativa de BN sobre Gaza e invitaba a sus actos a críticos de Israel, como el periodista Tucker Carlson, quien propone retirar la nacionalidad a los estadounidenses que viajan a Israel o Ucrania para participar en sus guerras, ya que “no se le puede prestar fidelidad” a dos Estados a la vez. El hecho de que Netanyahu tuviera que desmentir la participación de su país en este asesinato no ha pasado desapercibido: cuando el río suena…

– El 26 de septiembre, Alemania, cuya conciencia histórica está secuestrada por quienes han hecho del Holocausto judío una narrativa que da carta blanca para perpetrar crímenes como el genocidio en Gaza, organiza en Berlín una manifestación con 100.000 participantes a favor del pueblo palestino.

 Y hay más.

 Motivos de EEUU  

2. Temor a un golpe de Estado en Israel: el 18 de agosto, Yair Netanyahu, hijo de BN, acusó al jefe del Ejército israelí, Eyal Zamir de planear un golpe de Estado contra su padre. Zamir, al igual que Herzel Halavi, exjefe del Estado Mayor, insiste en que una Gaza ocupada será el Vietnam de Israel, el matadero de sus solados de 18 años. Es cuando el almirante Brad Cooper, jefe del Mando Central de EEUU (CENTCOM), viaja a Tel Aviv para reunirse con Zamir, tres semanas después. ¡Habría que salvar a Israel, el bastión de EEUU en la región, de una posible guerra civil! En un año, Netanyahu ha destituido al ministro de Defensa, Yoav Gallant; al jefe del Estado Mayor, Herzliya Halevi; y al director del Shin Bet, Ronen Bar, por criticar la gestión de la guerra o a su persona. Zamir espera su turno.

3) Ver en peligro la “arquitectura de seguridad regional” de Oriente Próximo, que tanto le ha costado levantar, por el ataque  a Catar. Esta estructura, integrada por Israel, EE.UU. y los países árabes (en contra de Irán, el último miembro del Eje del Mal a destruir), es una especie de la “OTAN árabe-israelí”. La nueva alianza militar que incluye reuniones periódicas de los mandos de sus tropas, ejercicios militares secretos e intercambio de inteligencia, corrió serio peligro cuando el emir de Catar, aun estupefacto, convocó a la Liga Árabe, pidiendo a sus 22 miembros tomar medida contra el Estado Judío, que ya ha cruzado todas las líneas rojas. ¿Atacar a un aliado que alberga la sede del CENTCOM (¡y también de Hamás!)? De modo que Trump obligó a BN a llamar al jeque Al-Thani y pedirle disculpas: “Es lo que hay. Y si lo dejas, olvídate de nosotros”, le había advertido el presidente de EEUU.

4. Considerar que la guerra ha durado lo justo para que se produzca un reequilibrio geopolítico. Continuarla lo perjudicaría.

5. Salvar a Israel de BN. Tanta inversión para lavar la imagen de Israel, que incluso antes del genocidio de 2023 era una paria a nivel mundial, se había echado a perder. Habría que parar la sangría.

6. La estremecedora amenaza de un Trump sin una pizca de escrúpulo a los patrocinadores de Hamás. Si no firman mi plan, había dicho: “Israel tendrá todo nuestro respaldo para hacer lo que tenga que hacer”, pasando de ese modo la pelota a los árabes.

7. Utilizar el plan para consolidar la posición geopolítica de EEUU en la región ante la ausencia total de los BRICS, los No Alineados y otros. El viejo Orden Mundial sigue en pie.

8. El uso oportunista que está haciendo el Partido Demócrata de la tragedia palestina para movilizar a su electorado contra el partido de Trump.

9. Impedir que España y Francia tomaran el protagonismo para poner fin al conflicto.

10. La movilización de algunos líderes europeos, cuya legitimidad se ha visto dañada por no hacer nada durante dos años de la barbarie israelí, se debe a dos temores:

a) Que Estados Unidos e Israel se apoderen de Oriente Próximo sin dejarles nada del pastel, y

b) Perder a sus electores, reunidos en cientos de manifestaciones multitudinarias en defensa de los palestinos por todo el continente.

Los motivos de Israel  

11. La orden directa de Trump. “Bibi, acaba con eso”, le dijo, y no porque este padre y abuelo se estremeciera ante la masacre de decenas de miles de niños y niñas, sino porque “Israel no puede luchar contra todo el mundo” confesó. Es decir, que EE. UU. no puede continuar apoyando la quema en vivo y en directo de miles de palestinos debido a que está siendo transmitido por el canal catarí Al Jazeera al mundo. Mientras, ambos Estados junto con el Reino Unido, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes pueden seguir masacrando al pueblo yemení desde 2015, por el silencio de los medios.

12. La preocupación en el Pentágono por el trato de BN a los servicios de inteligencia y al ejército israelíes, pilares de su dominio sobre la zona, sobre todo ahora que va a utilizar el Yihadismo Judío para avanzar en sus proyectos.

13. BN, al igual que las fuerzas “propalestinas” en Occidente, que han aceptado con los ojos cerrados las consignas y el análisis de Hamás, esperaba en realidad que los islamistas rechazaran la propuesta de Trump. Ahora, está meditando cómo sabotearlo.

14. La creciente presión social de los familiares de los secuestrados israelíes.

15. El aumento de la oposición del ejército a ocupar Gaza se ha sumado a la irritación de sus generales por ser señalados por BN como responsables de los fallos de seguridad el 7 de octubre de 2023. La pregunta es, si como afirma hasta la prensa estadounidense, el propio Netanyahu conocía el plan de Hamás, cómo mínimo un año antes: ¿por qué no suspendió, por cautela, el festival de música de Reim? ¿Dejó que sucediera el mismo sábado en el que cientos de miles de israelíes iban a pedir su dimisión?

16. También han manifestado su negativa a la ocupación de Gaza cientos de reservistas que se han organizado en el movimiento “Soldados por rehenes”.

17. La incapacidad del ejército del régimen para llevar a cabo operaciones terrestres en Gaza.

18. Sacar la tragedia palestina de los focos para seguir con el genocidio blando de siempre.

19. BN busca satisfacer el ego de Trump con tres objetivos:

a) seguir controlando al presidente de la superpotencia

b) impedir que lo abandone en favor de un rival, lavando la cara manchada de un mar de sangre palestina, y

c) Con el respaldo de Trump y su plan de 20 puntos, poder deshacerse de sus socios chantajistas (Bezalel Smotrich y Ben Gvir), convocar elecciones y ganarlas como “el que derrotó a Hamás y liberó a los rehenes”.

20. La caída de la bolsa de Tel Aviv: se desplomó el 15 de septiembre cuando BN prometió un Israel de tipo espartano, militarizado y autosuficiente, dando la espalda al mundo que le repudia por bárbaro.

21. La ola de emigración del país fundado artificialmente con la inmigración judía: por primera vez desde el inicio del genocidio, decenas de miles de israelíes regresan a sus países de origen. ¿Se acuerdan de cuando, en 2013, señalamos que Israel ignora la ley de vasos comunicantes?

22. Preparar otra guerra antes de las elecciones del próximo año. La eficacia de la táctica de infiltración del Mossad en la cúpula del poder de Irán, Hezbolá y Hamás (¡entre otros!) le da suficiente margen para continuar con la estrategia de provocar caos sin necesidad del apoyo militar de EEUU, e Irán es el primer candidato.

23. Como “matar a tanta gente y además cada día, cansa”, sus tropas, psicológicamente agotadas, necesitan descansar. Pausa que BN aprovechará para preparar su siguiente fechoría.

 Las razones de Hamás  

El Movimiento de Resistencia Islámica (y no “palestina”), Hamás, que hasta hace dos días no se conformaba con nada que no fuera recuperar las tierras “desde el río hasta el mar”, y borrar a Israel con su “cruzada islámica”, y otros que con sus demandas maximalistas, -como el regreso de los 700 000 palestinos expulsados en la Nakba, cuando Israel ni siquiera permite que los nietos de aquellos expulsados vivan en paz en el campo de concentración de Gaza- han tenido que firmar el plan colonial de Trump por:

24. El ultimátum de Doha a Hamas de padre a hijo, y de “quien paga, manda”. El ataque con misiles de Israel a Catar fue utilizado por EEUU para presionar a los jeques: ¡Si queréis mi garantía de seguridad haced que Hamás firme mi plan!

25. La rápida reacción de Catar en pedir la solidaridad a su viejo enemigo, Arabia Saudí, que lidera a los 22 miembros de la Liga Árabe, puso en alerta a EEUU e Israel: ¿Y si vuelven a unirse, ya no militarmente, sino políticamente, cuando lo que a ambos Estados les interesa es mantenerlos divididos?

26. El papel de Arabia Saudí: asignó al general Al Sisi de Egipto, la organización de la cumbre sin Hamás y sin Israel para firmar el acuerdo con Trump. El Cairo teme que BN empuje a un millón de palestinos al desierto de Sinaí, lo que “desestabilizaría” su frágil dictadura, que se enfrenta a un inmenso descontento popular por la pobreza y la represión. Riad gana con el Plan Trump, asestando un duro golpe tanto a Catar como a Irán.

27. Salvarse como organización. Fue un fracaso total por parte de Hamás pensar que con secuestrar a ciudadanos israelíes, BN se vería obligado a cumplir sus demandas. ¿Cuándo le ha importado a la extrema derecha la vida de la gente, incluida “su gente”? En España, el entonces primer ministro José María Aznar (que hoy defiende la política de Israel) permitió que ETA asesinara a Miguel Ángel Blanco, secuestrado en 1997, que exigía a cambio tan sólo el acercamiento de sus presos al País Vasco. Ambas partes cometieron un crimen atroz y el joven fue asesinado en vano. La extrema derecha deshumaniza la política.

Hamas no desaparecerá, porque cientos de miles de sus asalariados armados tienen el poder y los medios para seguir cumpliendo su papel dentro del yihadismo y sus cinco misiones a nivel global. De hecho, Israel que patrocinó a Hamás para que eliminara a la OLP,  ahora paga a otros grupos armados palestinos para que provoquen una guerra “civil” en Gaza.

28. Enfrentarse a fuertes divisiones internas: las facciones (que representan los intereses de los regímenes que les financian) podrían forzar la fragmentación del grupo o que se disuelva y aparezca con otro nombre. El comandante militar de Hamás en Gaza, Izz al-Din Haddad, prepara “la batalla final decisiva”, en la que participarán unos 5000 combatientes, afirma a la BBC.

Una curiosidad: que Hamás agradeciera a Trump, Egipto, Catar y Turquía por conseguir el alto el fuego y no nombrara a los ayatolás, que les han pagado miles de millones de dólares, ha irritado tanto a Teherán que les ha advertido a los grupos palestinos de “cualquier cooperación con el plan de paz de Washington”. Yihad Islámica, Amal y Hezbolá libanés son las organizaciones con los que los ayatolás aún cuentan para sacar ventajas a Israel y revertir su derrota político-militar en el proyecto de la conquista de la mezquita de Al Aqsa.

Por último, hay dos principios absolutos:

1. Con los partidos religiosos (de derecha totalitaria y medieval) en los escenarios políticos de ambos lados, es imposible siquiera una mínima coexistencia pacífica entre judíos y palestinos.

2. Sin la democratización del Estado israelí (y no solo de su gobierno), los palestinos no tendrán ni una “reserva” como los nativos de EEUU, Trump y Netanyahu,  que firmaron la Solución Final para Palestina, en 2020, intentan ganar tiempo para diseñar sus siguientes pasos en beneficio personal más que de los Estados que representan.

22/10/2025

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