El discurso del presidente Gustavo Petro el jueves por la noche en Soledad, Atlántico, fue inusitado y carente de filtros, lo que dio lugar a comentarios significativos. Este evento tuvo lugar en el contexto de las polémicas ‘comisiones SI’ relacionadas con la consulta popular. En su exposición, Petro no solo abordó el tema de la consulta, sino que también lanzó ataques directos hacia el presidente del Parlamento y al canciller, Álvaro Li. En vez de centrarse en las 12 preguntas que se discutirían el 1 de mayo en el Parlamento, el mandatario dedicó gran parte de su discurso a criticar a sus opositores y a defender su agenda.
El presidente Petro se refirió de manera despectiva al senador Ephraín Cepeda, utilizando el término “Mucho HP” en un momento de evidente frustración. Además, tachó a Iván Cepeda, otro senador, como “mala cepeda”, argumentando que su postura en relación con las reformas legislativas era un obstáculo significativo para avanzar en la reforma crucial que Colombia necesita. Petro subrayó que se debe priorizar la discusión de los proyectos legislativos más relevantes en lugar de someterlos a consulta popular, lo que él considera que paraliza el progreso en varias áreas, especialmente en la capital.
Instalación del Comité “SI” de consulta popular en Soledad. Foto:Presidencia
El mandatario también hizo alusión a sus interacciones pasadas con Cepeda, donde aparentemente intentó construir una relación más colaborativa, sin embargo, terminó por sentirse traicionado cuando Cepeda no apoyó sus iniciativas. “Durante dos años lo invité a mi oficina, compartí con él y le presenté a mi familia, y luego, cuando esperaba colaboración, él ahogó las reformas que propuse”, afirmó Petro, quien se mostró indignado en el evento celebrado en el Centro Deportivo de Hipódromo de Soledad, donde sus ministros también parecían divertidos por sus comentarios.
El presidente también abordó las declaraciones de Cepeda, quien argumentó que no era necesario convocar a una consulta popular sobre reformas laborales, aduciendo que proyectos similares estaban siendo tratados en el legislativo. Petro cuestionó la lógica detrás de pasar un mes en Parlamento y tres meses en el proceso electoral, cuando se podrían abordar esos proyectos de forma inmediata. Esta interacción se convirtió en el foco de la tensión que caracteriza ayer el enfrentamiento entre el ejecutivo y el legislativo.
El presidente Gustavo Petro en la elección presidencial de la ley de Ángel y Lorenzo. Foto:Presidencia
En otro frente, Petro dirigió críticas hacia el ex canciller Leyva, quien había enviado una carta acusatoria al mandatario. Petro rechazó las acusaciones de consumo de sustancias nocivas, calificando la situación de hipócrita y lesiva. Según sus palabras, algunas figuras del gobierno deberían recibir consejos más prudentes sobre la manera de comunicarse y actuar en el ámbito político.
El discurso del presidente fue percibido por algunos como un eco de agresividad innecesaria. Un ex ministro expresó que Petro estaba alimentando una potencial lucha de clases en Colombia mediante su retórica incendiaria, mientras que el mismo Petro justificó su enfoque al argumentar que había perdido el respeto en el debate político. Un ex ministro llegó a detallar que es indispensable evitar crear una atmósfera de tensión innecesaria entre los ciudadanos.
Por su parte, el senador Efrain Cepeda, reaccionó ante las palabras de Petro, subrayando un desprecio por las formas utilizadas. “El presidente aún no ha comprendido que la dignidad y el respeto son cruciales en la política. No voy a caer en provocaciones tan bajas”, afirmó. Estos intercambios subrayan la polarización que caracteriza la política colombiana en este momento.
Upper Cepeda en el campo de la capacidad y el tiempo del Senado Foto:Oscar Medina
El comportamiento incendiario del presidente parece también tener raíces en su deseo de mantener movilizada a su base en vista de las elecciones de 2026. Analistas sugieren que la consulta popular podría ser un ejercicio electoral anticipado que intenta no solo reforzar su posición, sino también la relevancia de su agenda política. Un especialista incluso comentó que el uso de palabras tan despectivas desde el poder debería ser reconsiderado por el mandatario, enfatizando que la dignidad y el respeto son esenciales en el discurso público.
Crítico
La oposición ha capitalizado estos incidentes, utilizando los comentarios de Petro como muniación política. Un senador de la oposición, Mary Fernanda Cabal, fue contundente al expresar que el comportamiento del presidente es indicativo de una falta de decencia y profesionalismo en el discurso. Otros miembros de la oposición han señalado que el tono de Petro está agudizando la ruptura entre los distintos poderes del Estado.
La hipersensibilidad en el debate político ha llevado a recordatorios de palabras pasadas del mandatario, quien previamente abogó por un debate más civilizado y sin insultos. La contraposición entre su discurso actual y sus afirmaciones previas, resalta la complejidad de su papel como líder en una sociedad marcada por la polarización política.
Gustavo Petro, presidente de Colombia Foto:Presidencia
Finalmente, el presidente ha declarado que “las personas que deben ser respetadas en la democracia lo son. Y va mucho HP que no respeta a la gente.” Las palabras de Petro han desatado un intenso debate sobre la necesidad de restablecer normas de civilidad en el discurso político colombiano.
El representante del Partido Conservador, Juana Carolina Londoño, también formuló críticas, lamentando que el discurso político se haya deteriorado hasta el punto en el que insultos y descalificaciones prevalecen en lugar de argumentos razonados.
Otras declaraciones controvertidas en Soledad
Adicionalmente, el evento en Soledad no solo estuvo marcado por los insultos. Hubo controversias adicionales debido a las afirmaciones del presidente sobre su deseo de revivir la Gran Colombia, una idea que evoca un periodo histórico significativo entre 1819 y 1831, cuando una parte de América del Sur estuvo unida bajo un solo gobierno. Sus declaraciones han generado reacciones críticas y preguntas sobre la viabilidad de tales aspiraciones.
Juan Pablo Penagos Ramírez, político y comentarista, se refirió a la posibilidad de que se escriba una carta a los presidentes de Ecuador, Venezuela y Panamá con el objetivo de revivir esa unión. Este tipo de declaraciones históricas, junto con el estilo de comunicación del mandatario, continúan polarizando el ambiente político en la nación.
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#Politiquando con Maria José Pizarro. Foto: