Tras un periodo inquietante que duró casi ocho horas, donde más de 200 habitantes de la zona rural de la comuna de Roberto Payán, ubicada en el Pacífico Costa de Nariño, cuatro miembros de la Naval Navy Columbia y cuatro soldados profesionales del Ejército Nacional fueron finalmente liberados. Esta liberación se llevó a cabo tras intensas negociaciones y fue recibida con alivio por la comunidad local y las autoridades nacionales.
Los uniformados fueron entregados a la Comisión Humanitaria en un estado de buena salud, lo cual es un alivio considerando las circunstancias estresantes que han vivido. El hecho de que un total de ocho uniformados se encontrara en peligro fue registrado en un video que fue enviado a las autoridades como prueba de que seguían con vida, lo que generó una ligera esperanza en medio de la incertidumbre.
El evento tuvo lugar en el distrito de Laguna de Chimbus, donde la tensión era palpable.
Actividades militares intensificadas en Nariño. Foto:Ejército
El ejército nacional confirmó que la liberación fue el resultado de la mediación entre la oficina del defensor del pueblo y el gobernador de Nariño. Posteriormente, los soldados fueron trasladados en un helicóptero militar hacia la comuna de Tumaco, donde recibirán atención y apoyo tras su experiencia.
El gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, habló sobre la detención de los uniformados, afirmando que la comunidad local no comprendía completamente la operación militar que estaba en curso y que, por ello, los habitantes rodearon a las fuerzas armadas, lo que llevó a la captura de los soldados. Sin embargo, sobre su eventual liberación el miércoles por la tarde, el presidente de la sección dijo: “Tenían la voluntad de diálogo contra nosotros para generar condiciones para regresar a los soldados gracias a los saludos y salvos de Dios, en ese momento estamos llevando a cabo estas tropas”.
El ejército fue trasladado a Tumaco. Foto:Foto. AFP
Fueron secuestrados
Las fuerzas militares de Colombia informaron varias horas antes que lo ocurrido no fue un simple malentendido, sino un secuestro. Esta declaración subraya la gravedad de la situación que enfrentaron los soldados.
Las fuerzas armadas revelaron que el incidente se resolvió cuando llevaron a cabo operaciones conjuntas contra grupos armados ilegales que operan en la costa del Pacífico Nariñense.
Durante dichas operaciones, cuatro residentes de la comunidad local fueron identificados como los responsables de secuestrar a los cuatro miembros de la Armada y a los soldados del Ejército Nacional. Este suceso fue ampliamente tratado en los medios de comunicación, lo que ha llevado a un enfoque renovado en la seguridad en la región.
Las fuerzas armadas enfatizaron que exponer a los soldados a este tipo de riesgo no solo pone en peligro sus vidas, sino que también representa una clara violación de los derechos humanos, un asunto que no se puede ignorar en un estado democrático.
Rechazo categórico
“Definitivamente rechazamos este acto, que pone en riesgo la integridad de nuestro valiente ejército y viola los derechos humanos”, afirmaron los representantes militares. Esta declaración resalta la indignación de las autoridades ante el hecho que se haya puesto a personal militar en una situación tan peligrosa.
Además, hicieron un llamado a las autoridades nacionales e internacionales para que tomen nota de lo que ocurrió en Nariño, subrayando la necesidad de desarrollar y ejecutar los esfuerzos necesarios para asegurar la liberación de los uniformados en cualquier situación futura.
“No escatimaremos esfuerzos y trabajaremos incansablemente para garantizar su regreso seguro”, añadieron las fuerzas militares de Colombia, reafirmando su compromiso con la seguridad de todos los miembros de las fuerzas armadas.
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