Lo que se sabe sobre el conductor que se encontró con la audiencia en el festival en Vancouver, Canadá: ‘cuerpos en todas partes’

El festival Lapu Lapu, celebrado en la vibrante ciudad de Vancouver, Canadá, que está destinado a rendir homenaje a la rica cultura y tradiciones del pueblo filipino, se vio abruptamente empañado por una tragedia el sábado 26 de abril, cuando un conductor arrolló a una multitud, resultando en la devastadora pérdida de al menos 11 vidas y dejando a decenas de heridos.

Las autoridades policiales de Vancouver confirmaron que el hombre de 30 años que estaba al volante del vehículo implicado en el suceso fue prontamente detenido en el lugar. En este momento, se encuentra bajo custodia policial.

Steve Rai, jefe de policía de Vancouver, declaró que “aproximadamente a las 20:14, hora local (03:14 GMT), un hombre condujo su automóvil directamente contra una gran multitud congregada en el Festival del Día de Lapu Lapu, cerca de la Avenida 43 y Fraser Street.” Estos momentos delinearon el inicio de una noche que nunca debió acabar así.

Los informes también indican que el individuo tenía antecedentes de problemas de salud mental, y Rai se refirió a este trágico evento como “el día más oscuro en la historia de nuestra ciudad.” En su mensaje a la comunidad, Rai expresó sus más sinceras condolencias a las víctimas, sus familias, y a todos los que han sido impactados por este acto de violencia incomprensible.

Los residentes de Vancouver están en estado de shock, incapaces de comprender cómo lo que debería haber sido una celebración cultural se transformó en un escenario de horror que quedará grabado en la memoria colectiva. “Hasta ahora, podemos confirmar la muerte de once personas tras el arrollamiento en el festival. Extendemos nuestras más profundas condolencias a todos los afectados por este trágico incidente“, agregó Rai.

Existen iniciales especulaciones de que se trató de un acto terrorista; sin embargo, la policía ha descartado esta hipótesis, asegurando que la investigación sigue en curso para esclarecer los hechos.

Rai no descartó la posibilidad de que el número de víctimas mortales pueda aumentar en los próximos días, ya que muchos de los heridos que han sido trasladados a hospitales en la zona se encuentran en condiciones críticas.

Varios testigos que presenciaron el incidente hablaron con los medios de comunicación, incluyendo el ‘Vancouver Sun’, destacando cómo el vehículo negro en el que se encontraba el conductor pasó en la proximidad inmediata a los asistentes del festival antes de llevar a cabo su ataque.

Estos fueron algunos mensajes de testigos

Abigail, una de las asistentes, comentó: “Estaba con amigos cercanos cuando escuché dos explosiones fuertes, seguidas de gritos y personas corriendo desesperadamente hacia la Avenida 43 Este. Muchos buscaban refugio en un puesto de comida”.

Una guardia de seguridad del festival, Jen Idaba-Coasto, describió la escena como caótica, comentando al medio local que “Vancouver es fantástico”, pero que no se sabía a quién ayudar en aquel momento. “Había cuerpos en todas partes. No sabías a quién ayudar primero; era verdaderamente impactante.“

Yoseb Vardeh, un operador de un vehículo de comida que estaba en el lugar, relató: “No pude ver al conductor, solo escuché el ruido del motor. De repente, dejé mi auto de comida y miré a la calle, donde percibí el caos. El vehículo recorrió toda la cuadra y se dirigió directamente al centro del festival”.

Otro testigo expresó su desesperanza al observar a una mujer tirada en el suelo, cuya condición era fatídica. “Era una dama con los ojos mirando hacia arriba; una de sus piernas ya estaba rota. Una persona le sostuvo la mano e intentó consolarla durante esos momentos terribles.”

El primer ministro de Canadá, Mark Carney, compartió su dolor en las redes sociales, declarando: “Estoy destruido al escuchar sobre los horribles eventos en el Festival Lapu Lapu en Vancouver esta noche. Ofrezco mis más profundas condolencias a las familias de los fallecidos y heridos, a la sociedad filipina canadiense, y a todos en Vancouver. Compartimos su tristeza y agradecemos a nuestros socorristas por su rápida reacción en esta emergencia.”

El rey Carlos III de Gran Bretaña se pronunció al respecto, manifestando su perturbación por la muerte de estas personas, diciendo: “Nuestros corazones y oraciones están con todos aquellos cuyas vidas han sido devastadas por esta tragedia tan desesperante, y enviamos nuestras más profundas condolencias en un momento tan doloroso para muchos en Canadá”.

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