La violencia golpeó al este de Cauca. Más de 300 estudiantes en las zonas rurales en Inzá y Totoró tuvieron que suspender las clases, después de la lucha registrada entre el Ejército Nacional y la estructura de “Dagoberto Ramos” del disidente de FARC.
La primera confrontación tuvo lugar en la aldea de San Vicente, la Comuna de Inzá, durante una operación militar, que equilibró la muerte del presunto miembro del grupo armado ilegal. Según el informe oficial, los soldados ocuparon abundante material en los equipos de guerra, intenciones y comunicación.
El ejército aumentó la fuerza de la fuerza en el área. Foto:Archivo privado
Para el alcalde de Inzá, Delio Trujillo, estos hechos no son solo un riesgo directo para la población, sino que también aumentan el sentido de incertidumbre en las comunidades.
“La comunidad perturba absolutamente estas situaciones. Necesitamos una atención duradera y el acompañamiento de todas las instituciones para enfrentar este momento crítico”, dijo. El presidente local explicó que su administración brinda apoyo a las familias afectadas y las coordenadas con organizaciones humanitarias para participar en cada eventualidad.
En la misma ciudad, unas horas antes, las autoridades informaron la muerte del presunto disidente de FARC en relación con las operaciones militares.
Durante la cirugía, también se logró la incautación de armas y material de intenciones: rifle de calibre 5.56 mm, 125 casetes de rifle, dos proveedores, dos granadas de 60 mm, un chaleco multifuncional, medios y ropa privada de fuerza pública.
Según la Brigada 29, en este resultado de un toque de habilidad armada, logística y finanzas del grupo criminal, y sus reclamos de expandirse al departamento de Huli se debilitan.
Las autoridades intentan evitar a los niños en riesgo durante la pelea. Foto:Efe.
Incertidumbre y miedo en Totoró
Unas horas más tarde, la tensión se transfirió al distrito de Gabriel López, la jurisdicción de Totoró, donde se registraron nuevos enfrentamientos cerca de la ruta de Del Libertador, un corredor de carretera, que conecta el departamento de Kaury con Huia y que es la clave para transportar personas y bienes. La intensidad de las peleas obligadas a suspender inmediatamente las clases escolares en varios centros educativos rurales.
El Secretario del Gobierno de Totoró, César Floor, confirmó que la medida había influido en 348 estudiantes básicos y medianos.
“No podemos exponer a los niños y jóvenes a un riesgo tan alto. La prioridad es preservar la vida, pero no deja de preocuparse por el impacto de esta situación en la continuidad académica”, advirtió.
Los líderes de la comunidad y los maestros señalan que cada día perdido retrasa el calendario escolar y afecta desproporcionadamente a los estudiantes en áreas rurales que ya tienen barreras para acceder a la educación.
A pesar de lo que sucedió, los informes de civiles heridos, limitados o desplazados no están registrados.
Las peleas también fueron generadas por el desplazamiento Foto:Específico
Las organizaciones sociales advierten que la educación en Cauca sigue siendo una de las principales víctimas de asegurar el conflicto armado.
“Mientras la seguridad de las escuelas no esté garantizada, no habrá derecho real a la educación en estos territorios”, enfatizó el portavoz de la ONG, que opera en la región.
Las autoridades locales todavía monitoreaban constantemente la situación, mientras que las organizaciones de derechos humanos repitieron la necesidad de corredores escolares seguros que permitan a los estudiantes y maestros moverse sin temor a un sacrificio.
El defensor del pueblo emitió notificaciones tempranas advertir sobre el riesgo de reclutamiento forzado, cierre y reasentamiento de la masa, fenómenos que históricamente influyeron en estas comunidades rurales.
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Llamando desde la oficina del fiscal general para eventos en Bogotá. Foto: