En la Universidad de California en Santa Cruz, continuó el genoma de Bougainvillia CF. Mušić, un pequeño animal similar al grupo Hydroso Jellyfish que tiene una increíble cantidad de 28 ojos.

Los resultados, que sirven para explorar cómo los ojos evolucionaron y detectar la luz a través de herramientas genéticas, se publican en la revista G3: genes, genomas, genéticos.

Uno de los mayores misterios de la evolución es cómo las especies al principio desarrollan una visión compleja. Medusas ayudan a los científicos a resolver este enigma, porque el grupo ha desarrollado sus ojos solo al menos nueve veces.

Diferentes tipos de medusas son sorprendentemente diferentes tipos de visiones, desde uno simple que revelan la intensidad de la luz en los ojos de cristal sofisticados similares a esas personas.

Buganvilla es notoriamente difícil de mantener vivo en los laboratorios y está un poco estudiado. El equipo lideró al Dr. Aye Macías-Muñoz, logró extraer ADN de solo 15 personas pequeñas y construir una tarjeta genética detallada con más de 46 mil predicciones. Esto se cree que este es el primer gen disponible para algún tipo de medusas con tantos ojos.

“Este nuevo genoma es un gran recurso para estudios comparativos que nos permiten comprender cómo se desarrollaron los animales y qué conjunto de herramientas genéticas tiene su último antepasado ordinario”, dijo Macías-Muñoz.

Los ojos de Buganvilla, llamados ocellos, son estructuras simples que revelan la luz, pero falta la complejidad de los ojos de cristal. Al analizar su genoma, el equipo encontró 20 opsinas, proteínas ligeras involucradas en la visión en todo el reino animal.

En comparación, las personas tienen solo cuatro. Es interesante que el municipio de Buganville varíe de las medusas más conocidas, lo que sugiere que este tipo desarrolló una visión a través de un camino genético diferente. Los investigadores también encontraron otros genes involucrados en el desarrollo de Occider y la respuesta a la luz.

Juntos, este genoma ofrece un rastro nuevo e importante para comprender cómo se desarrolla la visión, especialmente a medida que ocurren ojos simples en diferentes líneas evolutivas. Esta es una base sólida para futuras investigaciones biológicas.

Laboratorio Macías-Muñoz sigue destinado a estudiar la genética de la evolución ocular. Los proyectos futuros incluyen una investigación sobre la función de visión: genes organizados identificados en los genomas de Buganvilla y la toma de decisiones en la que realmente están involucrados en la detección de la luz.

La segunda línea de investigación es explorar la genética de la regeneración ocular. Los cnidarios con ojos, como Buganvill, pueden regenerar estructuras sensoriales que contienen ojos, similar a la forma en que los lagartos regeneran su capacidad de anillo, inusual que podría detectar nuevos conocimientos sobre cómo se forman los sistemas visuales.

En respuesta a la crítica de su selección natural, Charles Darwin una vez admitió: “El ojo todavía está temblando, pero cuando pienso en sutiles gradaciones famosas, mi razón me dice que tengo que superar ese tono”.

Las gradaciones sutiles encontradas en Medusia podrían ser la clave para abordar este misterio evolutivo y más especies genominas con ojos únicos como ojos de 28 ojos, Buganvilla de Macías-Muñoz, acercándose a la respuesta.

Miércoles 11. Junio ​​de 2025

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