En el transcurso de una patrulla rutinaria, un uniformado asignado a Cai Chimitá, que pertenece a la jurisdicción de la estación de policía del Centro, se vio alertado por el sonido de disparos de armas de fuego provenientes de la escuela Villas de San Ignacio. Esta se encuentra situada al norte de Bucaramanga, una ciudad que ha enfrentado problemas relacionados con la inseguridad en diversas áreas. La reacción inmediata de las fuerzas policiales fue acudir al lugar de los hechos para investigar la situación.
Los disparos estaban relacionados con incidentes en el área de la urbanización Impaculada, específicamente en la fase 1, por lo que se actuó con rapidez y se desplace hasta la torre del 11º distrito residencial. Se observa en el informe que “notamos a un individuo que salía de la Torre 9, un hombre con una camisa azul y pantalones blancos. Aparentemente, devido a su apariencia física, se encontraba en edad legal y estaba portando un arma de fuego larga en su lado derecho”, según lo indicado por las autoridades encargadas del caso.
Ampliando el informe, las autoridades mencionaron: “Algunos sujetos, conocidos por los alias de Nałchuga y AKA Arena, llegaron al lugar y comenzaron a disparar. El adolescente se dirigió a su residencia, tomó el arma para sentirse más seguro, y al regresar se topó con la policía, lo que derivó en una confrontación. El joven, al verse acorralado, decidió disparar a los agentes, quienes respondieron a esta amenaza.”
Las autoridades indicaron que el joven, de tan solo 16 años, desobedeció las órdenes dadas por los uniformados para que depusiera el arma de fuego. En lugar de cumplir con la normativa, disparó contra ellos.
“Tuve que utilizar mi arma ante la situación. Realicé dos disparos de advertencia. notando que había resultado herido en una de sus extremidades inferiores”, relataron los agentes implicados.
El joven transportaba un subfusil.
Foto:
Proporcionada por las autoridades
El menor portaba un subfusil Ekol Ganneta-A, de calibre 9 mm, con un cargador capaz de contener hasta 25 cartuchos. En el momento de la intervención se encontraron 18 cartuchos de Yas Gld Pak de 9 mm en su poder.
Tras el incidente, el menor involucrado fue trasladado al Hospital San Juan de Dios, localizado en Gińno, donde recibió atención médica adecuada. El informe médico anotaba: “Impacto de un proyectil de arma de fuego”. La entrada se localizó en la parte derecha de su nalga, con salida en la línea inguinal media, y el paciente se encuentra estable.
Las autoridades, una vez que el joven recibió la atención médica necesaria, procedieron a imputarle cargos que incluyen crímenes relacionados con tenencia, fabricación o porte de armas de fuego y municiones, así como resistencia a la autoridad.
Se trata de un hombre que abandonó la motobomba en Huli.
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María Alejandra González Duarte
Escritora política
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