Washington. Miércoles, 23 de Abril de 2025. Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Science revela un dato alarmante: el 17 por ciento de la producción agrícola global está contaminada con metales pesados tóxicos. Este fenómeno plantea serios riesgos tanto para los ecosistemas como para la salud humana, subrayando la urgencia de abordar este problema con seriedad.

En el ámbito global, aproximadamente 1.400 millones de personas habitan en regiones donde el suelo contiene metales en niveles que son perjudiciales para la salud. Entre estos metales, encontramos el cadmio, que es especialmente preocupante. Este estudio internacional, que fue liderado por investigadores en China, ha puesto de relieve la extensión y gravedad de la contaminación del suelo por metales pesados.

El origen de esta contaminación se encuentra tanto en la explotación de recursos naturales como en diversas actividades humanas, lo que a su vez representa un considerable riesgo para la salud pública y los ecosistemas. Las implicaciones de la presencia de metales pesados en el suelo son devastadoras y se manifiestan a lo largo de varias décadas. Como se indica en el artículo, los rendimientos agrícolas se ven reducidos, comprometiendo la calidad del agua, la biodiversidad y, en última instancia, la seguridad alimentaria. Este fenómeno se ve agravado por la bioacumulación de metales en los animales de granja, lo que representa un riesgo adicional para la cadena alimentaria y la salud humana.

La investigación abarcó un análisis exhaustivo de la contaminación generada a nivel mundial, centrándose en siete metales en particular: arsénico, cadmio, cobalto, cromo, cobre, níquel y plomo. De estos, el cadmio ha sido identificado como el más peligroso para la salud, ya que tiene una mayor difusibilidad y es considerado un carcinógeno potencial. Este metal está relacionado con diversas enfermedades graves, lo que ha llevado a los autores del estudio a enfatizar su peligrosidad.

Para alcanzar estos resultados, los investigadores emplearon un enfoque innovador, utilizando hasta 10 modelos de aprendizaje automático para calcular la presencia de metales tóxicos en el suelo, analizando una variedad de variables predictivas. Este método ha permitido obtener estimaciones precisas sobre la magnitud del problema y las áreas más afectadas.

Según sus estimaciones, se sugiere que entre un 14 y un 17 por ciento de las tierras cultivadas a nivel mundial, que representa aproximadamente 242 millones de hectáreas, está contaminado con al menos un metal tóxico. El cadmio, en particular, se encuentra más concentrado en las regiones de Asia Oriental y Sudeste Asiático. Este hallazgo resalta la necesidad de implementar medidas efectivas y sostenibles para mitigar la contaminación del suelo y proteger tanto la salud humana como el medio ambiente.

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