El Ministerio de Salud de México ha confirmado recientemente un acontecimiento alarmante en el ámbito de la salud pública, al anunciar el primer caso humano de la miasis de la máscara desnuda. Este primer caso ha sido registrado en una mujer de 77 años que reside en el estado de Chiapas, en la parte sur del país, lo que genera preocupación entre las autoridades sanitarias y la población local.
Según reportes emitidos por la agencia de salud, el caso fue detectado en el municipio de Acacoyagua. La paciente se encuentra bajo vigilancia médica cuidadosa y ha comenzado a recibir atención especializada. En la declaración oficial del Ministerio, se detalla que “el paciente actualmente es estable, en tratamiento con sistemas de antibióticos y ha sido transferido a una alta salud del hospital especial de Tapachula, donde continuará recibiendo atención.” Esta atención médica es crucial para asegurar una recuperación adecuada y para prevenir complicaciones adicionales.
La enfermedad en cuestión, la miiasis del gusano bullial ‘Cochliomyia hominivorax’, no es desconocida en el mundo veterinario, ya que se observa principalmente en el ganado, aunque su aparición en humanos es inusual y preocupante. Hasta el momento, las autoridades sanitarias han señalado que no se han registrado más casos de esta enfermedad en personas en México, lo que sugiere que este podría ser un incidente aislado. La miasis del gusano de Baranger es, en esencia, una infección parasitaria generada por la fase larval de este insecto, el cual se alimenta de tejidos vivos de los mamíferos, lo que es indicativo de su naturaleza invasiva.
El Ministerio de Salud informa el descubrimiento del primer caso humano de la miiasis por Cheing Mask Cochliomyia hominivorax.
El caso se presentó en una mujer de 77 años, residencia en el municipio de Acacoyagua en Chiapas.
Es estable y en tratamiento en Ciudad Salud, … pic.twitter.com/iapz05lvxl
– Susana Solís informa Chiapas (@solisinforma) 18 de abril de 2025
El avance de las larvas dentro del cuerpo humano puede provocar complicaciones severas, ya que estas pueden invadir las partes más profundas de los tejidos, ocasionando lesiones graves que incluso pueden resultar en la pérdida de funcionalidad de los órganos y en casos extremos, pueden llevar a la muerte del paciente. Esta es la razón por la que se requiere de un tratamiento médico intensivo y específico, que normalmente incluye la extracción quirúrgica de la larva y cuidado posterior enfocado en evitar la infección.
Entre los síntomas más destacados que acompañan a esta enfermedad se encuentran fiebre, depresión y pérdida de apetito, los cuales se relacionan frecuentemente con las úlceras y lesiones cutáneas que puede desarrollar el paciente, lo que puede incrementar la complejidad del cuadro clínico.
Con el objetivo de proteger y salvaguardar la salud pública, las autoridades sanitarias han puesto en marcha medidas inmediatas. Se están realizando esfuerzos educativos en torno al monitoreo epidemiológico y a la prevención y control de esta enfermedad, involucrando la colaboración del personal de la Secretaría de Salud, así como de la seguridad y calidad agrícola a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA). La vigilancia y educación en la comunidad son esenciales para prevenir la propagación de esta patología.
Agencia EFE