“En el futuro, ninguna de las partes tirará de la otra, incluidos los barcos en Red y Baba a Mandab, lo que garantizará la libertad de navegación y el flujo del transporte comercial internacional”, según Omán.

Cairo-06 / 05/2025. En un desarrollo significativo, Estados Unidos y los rebeldes Yemen Hutis han logrado un acuerdo de alto al fuego, lo que marca un hito en el conflicto que ha acosado a Yemen durante años. Este acuerdo fue confirmado el martes por el Ministerio de Asuntos Exteriores del Sultanato de Omán en un comunicado oficial, aunque hasta el momento, los rebeldes yemeníes no han emitido una declaración al respecto.

Según los detalles proporcionados, “después de conversaciones y contactos recientes, el Sultanato de Omán y las autoridades competentes en Saná, la capital de Yemen, han logrado establecer un alto fuego entre las dos partes en conflicto”. Este es un paso crucial hacia la estabilización de una región que ha visto una intensa violencia y sufrimiento humano.

La declaración también destaca que “en el futuro, ninguna de las partes atacará a otra, incluidos los barcos estadounidenses en el Mar Rojo y Bab Al Mandab”, lo que contribuirá a garantizar la libertad de navegación y el flujo del transporte comercial internacional. Sin embargo, no se ha clarificado si este acuerdo tendrá una entrada en vigor inmediata.

Omán expresó su “gratitud” a ambas partes por su “estilo constructivo”, que fue clave para alcanzar este “resultado positivo”. A pesar de este avance, es importante señalar que los rebeldes Houthi todavía no han presentado ninguna declaración oficial sobre este desarrollo, lo que genera cierta incertidumbre sobre la sostenibilidad del alto al fuego.

El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció también en la tarde de este martes que su país detendría los bombardeos contra los rebeldes Houthi en Yemen, argumentando que habían decidido “capital” y dejado de realizar ataques al Mar Rojo. Esta postura sugiere un cambio en la estrategia de EE.UU. en la región, ya que busca reducir la tensión.

Sin embargo, el mismo día, Estados Unidos e Israel llevaron a cabo ataques aéreos en varios puntos de la capital de Yemen como parte de una operación contra los Houthis, resultando en al menos tres muertos y alrededor de treinta heridos en diversas partes de Saná. Esto pone en evidencia que a pesar del acuerdo de alto al fuego, la violencia todavía persiste en el terreno.

Además, el enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, instó a ambas partes en conflicto el martes a ejercer “moderación máxima” y a evitar causar daños a los civiles, enfatizando la necesidad de desescalar la violencia tras el deterioro reciente de la situación.

Los Estados Unidos iniciaron hace más de un año una campaña de bombardeo contra los Houthi en represalia por sus ataques a la navegación comercial en el Mar Rojo y contra Israel, pero esta operación se intensificó el 15 de marzo, tras una orden del Presidente Donald Trump.

Por su parte, Israel bombardeó por primera vez a Yemen en la historia el 20 de julio de 2024, un ataque que dejó a una docena de muertos y que tuvo como objetivo el puerto de Al Hudeid, así como depósitos de petróleo y centrales eléctricas en esta zona del Mar Rojo, actualmente bajo control de las milicias Houthis. Este nuevo nivel de intervención marca un cambio significativo en la dinámica del conflicto y subraya las implicaciones regionales de la guerra en Yemen.

Compartir: