En el contexto de la violencia que afecta a Colombia, la población civil ha sido uno de los principales objetivos de los ataques perpetrados por grupos armados, tanto en entornos urbanos como rurales, especialmente en los departamentos de Valle y Cauca. Por ello, las operaciones militares y el esfuerzo de las fuerzas públicas, en colaboración con la comunidad, son vitales para abordar esta problemática.
En las zonas rurales de Jamundí
Soldados de la División del Tercer Ejército para actividades para desactivar explosivos.
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División del Tercer Ejército
En el municipio de Jamundí, ubicado en el sur del Valle del Cauca, se llevaron a cabo importantes operaciones por parte de soldados de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, en colaboración con la Policía en Colombia, con el objetivo de desactivar un artefacto explosivo improvisado. Este artefacto, que no detonó durante un ataque el 17 de abril en Corregidez, fue eliminado de forma controlada, evitando una tragedia.
De acuerdo con el informe del ejército, durante la revisión post-explosión se hallaron dos agentes iniciales y cuatro cilindros de gas de 20 libras; uno de ellos fue neutralizado por unidades especializadas, lo que demuestra la eficacia de las operaciones militares en la región.
“Las operaciones militares continúan en esta área para garantizar la seguridad de los civiles y facilitar las investigaciones necesarias para localizar a los responsables”, expusieron fuentes de la Tercera Brigada.
En las áreas bajo influencia de “Carlos Patiño”
En paralelo, en un lapso menor a 12 horas, el ejército nacional tuvo éxito al desactivar más de 100 kilogramos de explosivos en el Cañón de Micaay, en un operativo que involucró a la Brigada de Tráfico de Drogas No. 3 y las Fuerzas de Distribución Rápida No. 4. Durante estas operaciones militares ofensivas se utilizaron capacidades especiales para neutralizar artefactos explosivos.
Soldados de la División del Tercer Ejército para actividades para desactivar explosivos.
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División del Tercer Ejército
A través de inteligencia militar, se detectó un cilindro-bomba en las carreteras secundarias del pueblo de Piagua, en la comuna de El Tambo, que había estado oculto por más de dos semanas y contaba con un sistema de activación que abarcaba más de 100 metros de alcance, según informó el Coronel Fabián Andrés Martín García, comandante de la Brigada de Tráfico de Drogas No. 3.
Este peligro fue pronto neutralizado por los técnicos especializados en desminado, eliminando así una amenaza seria para aproximadamente 1300 habitantes que transitan por esta área diariamente.
Soldados de la División del Tercer Ejército para actividades para desactivar explosivos.
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División del Tercer Ejército
Durante otra operación en la aldea de Ceiba Corregimiento El Platado, se localizaron y destruyeron cilindros con minas antipersonal en áreas donde aún hay cultivos ilegales, afectando a la comunidad local.
El reporte de la Tercera Brigada destaca que estos hechos son parte de una estrategia terrorista diseñada por la estructura de Carlos Patiño, destinada a infundir miedo en la población. “El Ejército Nacional condena enérgicamente el uso de métodos violentos que atentan contra los derechos humanos y la normativa humanitaria internacional”, recalcaron en su declaración oficial.
Durante el mes de abril, se han desactivado más de una tonelada de explosivos en el departamento de Cauca, lo cual evidencia la intención de estos grupos de atacar a civiles y a la fuerza pública en la zona.
Soldados de la División del Tercer Ejército para actividades para desactivar explosivos.
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División del Tercer Ejército
La comunidad ha sido igualmente instada a colaborar con las autoridades, reportando cualquier actividad sospechosa a través de la línea gratuita 107. “Nuestra misión es clara: proteger a los civiles y asegurar el territorio nacional”, concluyó el comunicado oficial.
Desactivación de una bomba de motocicleta en Toribío, Cauca
La información sobre la existencia de una bomba en una motocicleta en las áreas rurales de la comuna de Toribío fue posible gracias a denuncias cívicas, lo que llevó a las autoridades a desactivarla de manera controlada. El Ministro de Defensa comentó: “Mientras los disidentes siguen la tendencia de atacar a civiles, como ocurrió en Mondomo y en Plata, nuestros militares y la Policía Nacional arriesgan sus vidas para evitar estas tragedias”.
Se informó que en menos de 12 horas se neutralizaron más de 100 kilogramos de explosivos en el Cañón de Micaay y se desactivó la bomba de motocicleta en Toribío, reflejando la celeridad y eficacia de las fuerzas de seguridad. Estos artefactos, que fueron ocultados en zonas rurales, estaban destinados a atacar a la población civil y a las fuerzas armadas.
El ministro enfatizó que sólo durante abril se han desactivado numerosos artefactos explosivos en Cauca, señalando que el terrorismo se manifiesta como una acción criminal vinculado al narcotráfico, y subrayó que algunos grupos al margen de la ley no buscan la paz, sino perpetuar la cultura de la violencia.
Finalmente, instó a la comunidad a informar sobre actividades sospechosas utilizando las líneas telefónicas designadas, permitiendo así una respuesta más efectiva ante el problema del terrorismo en la región.
Una escalada terrorista durante la Semana Santa deja a dos civiles fallecidos
Recientemente, se reportaron ataques con explosivos contra varios puestos policiales en el departamento de Cauca, utilizando drones. Estos incidentes, ocurridos en Morales, Pendamó y Cajibío, han sido atribuidos a disidentes de las FARC.
Era una base policial después de la explosión.
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Santiago Saldarriaga / Special Envíe el tiempo
El 16 de abril, un artefacto explosivo cobró la vida de un civil llamado Míller Balanta Molina, en el distrito de Morales Duque. Este trabajador estaba en un operativo de mantenimiento de la red eléctrica junto a un compañero que resultó gravemente herido y fue llevado a un hospital en Cali.
La conmoción se apoderó de la comunidad en San José, cercana al sitio de la explosión, donde muchos temieron por sus vidas y la seguridad de sus familias.
Un ataque explosivo en la subestación policial en el distrito de Mondomo.
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Santiago Saldarriaga / Special Envíe el tiempo
El 17 de abril, un coche bomba detonó en la localidad de Mondomo, resultando en la muerte de una líder local y productora de café, Ester Julia Camayo, mientras que su hija sufrió graves heridas. En ese día, también se reportaron hostigamientos en otras estaciones de policía, así como explosiones en diferentes puntos del departamento, lo que demuestra el incremento de la violencia.
El 19 de abril, se produjo otro ataque en la estación de policía en Corinto, el cual dejó a una mujer de 74 años herida. Asimismo, se dio la explosión de un artefacto en Jamundí, aunque afortunadamente sin víctimas que lamentar.
Estas semanas marcan un periodo de alta tensión y violencia en la región, obligando a todos los actores involucrados a redoblar esfuerzos por la seguridad y el bienestar de la población civil.
Corresponsal: Carolina Boorquez
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